En los últimos 20 meses, Pekín ha promulgado estrictas normativas para la industria tecnológica china. El intento del Gobierno de eliminar los comportamientos monopolísticos y anticompetitivos, y de controlar las empresas se presenta para el sector como su mayor desafío hasta la fecha. Todo comenzó cuando los reguladores frenaron la salida a bolsa de Ant Financial, una gran empresa del sector fintech, para evitar que su influencia aumentara de forma desmedida. Poco después, se cerraron los centros de clases particulares extraescolares, se impusieron restricciones a los videojuegos y se inspeccionó por evasión de impuestos a los streamers de comercio electrónico que hacen vídeos en directo.

Desde que comenzó el despliegue a gran escala del 5G en 2019, China ha instalado 1,42 millones de estaciones base 5G, lo que representa el 60% del total mundial. El 5G ha impulsado la transformación social e industrial y aun en tiempos difíciles, la innovación tecnológica no ha cesado. De hecho, las empresas chinas han encontrado nuevas formas de aprovechar la tecnología 5G para adaptarse a un entorno normativo más estricto. Algunas empezaron a buscar nuevas oportunidades en el extranjero o en mercados empresariales, mientras que otras adoptaron nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, las compañías del sector educación que se vieron afectadas por el golpe a las clases particulares encontraron una nueva forma de negocio en las retransmisiones bilingües en directo. New Oriental, una de las principales empresas de este mercado, pasó a dedicarse al comercio electrónico mediante retransmisión en directo y sus tutores se reciclaron como vendedores. De este modo, entre anuncios online de productos agrícolas podían impartir lecciones de inglés o de historia. De la noche a la mañana estas sesiones tuvieron mucho éxito, aupadas por la tendencia del comercio electrónico social e interactivo iniciada por Alibaba, y cada vez reúnen a más público gracias a la creciente adopción de la tecnología 5G y de la inteligencia artificial.
Recientemente, la situación ha comenzado a parecer más positiva desde que Pekín relajó su estricta postura intervencionista. Además, se espera que las políticas de estímulo reaviven la dinámica de crecimiento. En junio, el vicepresidente de China, Liu He, se comprometió a apoyar al sector tecnológico y ahora planea que las empresas de Internet salgan a bolsa. Después de someterse a una investigación de ciberseguridad que se ha prolongado durante un año, varias firmas que cotizan en Estados Unidos, como Didi, Full Truck Alliance y Kanzhun, han conseguido registrar nuevos usuarios. También ha vuelto a contemplarse que Ant Financial retomara la preparación de su IPO, después de que el banco central chino aceptara su solicitud para crear un holding financiero. Si bien las nuevas normativas no van a desaparecer, que el Gobierno esté suavizando su postura implica que no hay problema con que las empresas tecnológicas crezcan siempre que cumplan las reglas y colaboren con la Administración.
En nuestra opinión, las empresas han aprovechado este periodo más férreo del Gobierno chino para reflexionar, crecer y optimizar su actividad. Como dice el refrán, lo que no nos mata nos hace más fuertes. Las compañías tecnológicas chinas han mostrado una fuerte resistencia en medio de la incertidumbre, y nos han demostrado que la innovación continuará con o sin regulación. Por su parte, el Gobierno chino está a favor del crecimiento de su sector tecnológico, y esperamos que colabore para impulsar la economía a través del consumo.
La estrategia Neuberger Berman 5G Connectivity Fund participa de manera activa del sector de la conectividad invirtiendo en compañías que se benefician del crecimiento e impacto que dicho área tiene en la sociedad y en las economías modernas. La selección de valores se distribuye de manera flexible en base a tres temáticas estructurales que presentan mayores perspectivas de crecimiento como son las Infraestructuras de Redes, el Internet de las Cosas y Aplicaciones de Nueva Generación. La inversión en conectividad permite posicionarse en una clase de activo con un nivel de innovación y crecimiento sin precedentes que va a disrumpir un gran número de industrias a nivel global los próximos 15 años.