En teoría, se supone que las acciones growth o de crecimiento son más caras que las value o de valor porque las primeras suelen tener métricas operativas más sólidas, incluidas tasas de crecimiento más elevadas. Pero, si las acciones de crecimiento estuvieran realmente más baratas que las de valor, ¿podrían encontrarse los inversores ante lo mejor de ambos mundos?
- Las acciones de crecimiento han cotizado históricamente con una prima respecto a las de valor. Sin embargo, ahora están en el punto de mira de los inversores centrados en la duración, lo que, en nuestra opinión, implica que los inversores vendan acciones de empresas con potencial para generar un fuerte crecimiento a largo plazo y acudan en masa a las ’empresas de corta duración’, o aquellas empresas con beneficios actuales relativamente altos y bajas perspectivas de crecimiento. Estas empresas de corta duración suelen distribuir efectivo a los accionistas mediante dividendos y recompra de acciones.
- Este tipo de inversión por duración ha dado lugar a que las acciones de crecimiento de pequeña capitalización estén más baratas que sus comparables value, basándose en la relación precio-flujo de caja libre (véase más arriba). Creemos que esto puede suponer tener lo mejor de ambos mundos para los inversores de empresas de pequeña capitalización, dado que estas acciones están menos caras que las de pequeña capitalización, y por lo general también tienen mayores márgenes operativos, rendimiento del capital y balances más sólidos.
- Creemos que el deseo de los inversores por obtener beneficios en medio de la subida de los tipos de interés y el bajo rendimiento subyacente de los valores de crecimiento de pequeña capitalización, que según algunas métricas están en los niveles más baratos en relación con el mercado general en más de dos décadas, puede haber creado una oportunidad única de compra en la que el crecimiento se ha convertido en valor.
