Aniversario de Santiago de Chile: ¿refundación o refundición?

El 12 de febrero es un nuevo aniversario de la fundación por parte de Pedro de Valdivia de la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, primera ciudad y capital de la entonces Capitanía General o Reino de Chile, como se denominó de manera más coloquial esta porción del Imperio español en el extremo suroccidental de América del Sur.

Desde su origen, tanto la Capital como el “Reyno” se caracterizaron por su apego a la institucionalidad y las normativas jurídicas vigentes. De hecho, esta “Gobernación” era una Capitanía General porque la administración española daba esta denominación a aquellas posesiones territoriales que requerían un mayor control militar debido al alto riesgo de ser atacados tanto por potencias extranjeras, entre las cuales se encontraban Inglaterra y Francia; como por corsarios y piratas, dirigidos por Francis Drake o Bartolomé Sharp, o indígenas, cuya gallardía y belicosidad inspiraron a don Alonso de Ercilla y Zúñiga a escribir La Araucana y mantuvieron un estado de guerra con Chile durante varios siglos.

Ya durante la Conquista y en la Colonia, Chile se fue robusteciendo y consolidándose como una unidad territorial y como una Nación en sintonía con el desarrollo del Estado Moderno y posteriormente del Estado Liberal que consolidó la separación y autonomía de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, representados en el Gobernador,  la Recopilación de Leyes de Indias de 1680 y la Real Audiencia, que fue el más alto tribunal de la Corona que fue establecido definitivamente en Santiago en 1607.

La llegada del siglo XVIII coincidió con el inicio de la dinastía de los Borbones en España que trajo numerosos cambios, incluyendo los afanes independentistas de las colonias al terminar esa centuria y comenzar la siguiente.

El respeto a la institucionalidad vigente fue lo que impulsó en Santiago de Chile el Cabildo Abierto del 18 de septiembre de 1810 que juró fidelidad al Rey Fernando VII, apresado por Napoleón Bonaparte, y constituyó la Primera Junta Nacional de Gobierno, encabezada por el gobernador Mateo de Toro y Zambrano. Este hito marcó el inicio de la Patria Vieja a la que siguió la Reconquista española tras la batalla de Rancagua en 1814, que obligó a huir a gran parte de los patriotas a Mendoza, en donde bajo el mando de José de San Martín se armó el Ejército Libertador que cruzaron la Cordillera de Los Andes y tras la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817 comenzó a fraguarse definitivamente la independencia que se consolidó con la Batalla de Maipú el 5 de abril de 1818, cuando ya había comenzado una nueva institucionalidad a regir el país con Bernardo O´Higgins como Director Supremo del gobierno de la naciente República de Chile.

Tras varios años de procesos inconclusos y fallidos de organización, incluyendo una serie de proyectos constitucionales errados, comenzó la estabilidad del país bajo la Constitución de 1833 y los fundamentos de orden y progreso de la mano del ministro Diego Portales.

Las figuras de Pedro de Valdivia, Alonso de Ercilla y Zúñiga y de los mapuches que inspiraron La Araucana, Mateo de Toro y Zambrano, José de San Martín, Bernardo O´Higgins y Diego Portales se comienzan a ver con añoranza en este aniversario de la fundación de Santiago, que coincide con el inicio del debate del pleno de la Convención Constituyente que está encargada de elaborar un nuevo texto constitucional, que es vista con preocupación por cada vez más chilenos que ven que más que una nueva carta fundamental un intento refundacional completo que puede terminar con la refundición del país, cual motor sobrecalentado de un auto.