El término de inversiones alternativas líquidas puede abarcar una amplia gama de estilos de inversión, uno de ellos es un enfoque long/short de la inversión en crédito. Este enfoque trata de explotar fuentes de rentabilidad distintas del carry y de la beta pura del mercado. Utiliza un amplio conjunto de instrumentos que ofrecen la posibilidad de obtener rendimientos y, al mismo tiempo, preservar el capital.

Un enfoque de crédito long/short puede combinar el potencial alcista a través de la exposición directa, gestionada activamente, a los mercados de crédito y/o a sectores/emisores específicos. Las coberturas de la cartera, a través de la gestión dinámica de las posiciones cortas, tienen como objetivo reducir sustancialmente el riesgo a la baja y la volatilidad.
Tras el golpe que sufrieron los mercados el año pasado a causa de la pandemia, la volatilidad ha disminuido gracias a la puesta en marcha de la vacunación, a la posterior reapertura económica mundial y al apoyo monetario, fiscal y normativo por parte de los bancos centrales y de los gobiernos. Esto ha generado, en lo que va de año, un telón de fondo relativamente favorable para los mercados de crédito. Sin embargo, consideramos que las valoraciones se han tornado particularmente exageradas en ciertas áreas del mercado y ahora estamos analizando cómo una ralentización del estímulo monetario y fiscal estadounidense podría afectar a los mercados de renta fija.
Esperamos que la volatilidad de los tipos regrese a medida que se reduzcan los estímulos monetarios y que las perspectivas de normalización de los tipos en los próximos dos años tomen fuerza. Los inversores buscan rentabilidad y asumen cada vez más un riesgo especulativo excesivo. Nos preguntamos si realmente están siendo compensados adecuadamente en este entorno de riesgo en constante cambio.
A pesar de los estímulos de los bancos centrales, creemos que se producirán desajustes en los mercados que pueden ofrecer numerosas oportunidades para incorporar convexidad positiva sin aumentar el riesgo de cola en términos de volatilidad. En un contexto en el que las valoraciones son ajustadas, consideramos que las herramientas adicionales de la cartera son útiles para obtener rentabilidad, también lo es la capacidad de utilizar operaciones de arbitraje de pares y de la curva de crédito.
Aunque la Reserva Federal ha afirmado que la inflación será “transitoria”, creemos que el riesgo de inflación es real, dado el continuo estímulo masivo (incluso cuando las economías están bien encaminadas hacia la recuperación) y la demanda de consumo reprimida. El exceso de liquidez, unido a la mejora de las estructuras de costes y al aumento de la demanda, sugiere unos beneficios empresariales sólidos y una perspectiva de impago benigna. Nuestros datos de research en el sector del crédito parecen sugerir que las empresas creen que podrán trasladar gran parte de los costes de los insumos a los consumidores, preservando los márgenes de beneficio.
Sin embargo, ¿qué ocurrirá si los tipos suben? Pensamos que los productos con spread, como el high yield, pueden ayudar a compensar las subidas de tipos, y que todavía hay cierto margen para el ajuste de los spreads en esta clase de activos. No obstante, los inversores deberían tener en cuenta que, con la convergencia de los precios en niveles cada vez más altos, también existe la posibilidad de que aumente la volatilidad. Un enfoque long/short con un conjunto de herramientas ampliado puede ser adecuado para los desafíos que se avecinan.