
El mundo está adoptando rápidamente las tecnologías digitales y limpias como los vehículos eléctricos, las pilas de combustible de hidrógeno, los aerogeneradores, los motores de tracción robótica y paneles solares fotovoltaicos, por nombrar solo algunas. Pero detrás de estas complejas tecnologías se encuentran muchas materias primas esenciales como los metales, minerales y materiales. Sin ellos, estas tecnologías no existirían, al menos en sus formas actuales.
Los materiales de tierras raras incluyen el níquel, el litio, el cobre, el grafeno y el grafito, el cobalto, el manganeso, el paladio y el platino, el zinc y la fibra de carbono. Estos productos son ingredientes básicos críticos, pero a menudo no mencionados, que impulsan el avance de las tecnologías disruptivas. En el entorno económico actual, los materiales disruptivos se destacan como impulsores clave del crecimiento a largo plazo en la transición de energía limpia y digital.

Una era de superciclo para materiales disruptivos
La mayoría de los ciclos, o las fluctuaciones en la oferta y la demanda de materiales, tienden durar entre meses a pocos años. Los superciclos por otro lado, ocurren cuando los precios suben por encima de la tendencia durante periodos prolongados, a menudo décadas.
Históricamente, la demanda de rápido crecimiento combinada con un suministro persistente e insuficiente crean las condiciones para los superciclos. La aparición simultánea de varias tecnologías revolucionarias podría crear una condición similar para un superciclo en materiales específicos. Hemos empezado ver esto en la transición en curso de los vehículos con motor de combustión interna a los vehículos eléctricos (EVs) que está a punto de ser un impulsor significativo de la demanda de materiales como litio, grafito, cobre, níquel, cobalto y manganeso. Un vehículo eléctrico requiere seis veces más de estos materiales que un motor de combustión interna tradicional.

Otras tecnologías limpias, como turbinas eólicas y motores eléctricos, requieren minerales de tierras raras para fabricar imanes permanentes como neodimio, praseodimio, terbio y disprosio.
El cobre sigue ganando importancia porque gracias a sus propiedades, es un conductor fiable de electricidad y calor, y es resistente a la corrosión. La generación de energía solar, por ejemplo, requiere unos 5 kg de cobre por kilovatio, aproximadamente el doble que la generación de energía convencional. Asimismo, se prevé un crecimiento del uso del grafeno en mercados finales como la automoción y el transporte, el sector aeroespacial, la electrónica y la construcción. El platino también se ha convertido en un material vital para la industria electrónica, especialmente para los discos duros.
La fibra de carbono proporciona mayor resistencia, rigidez, resistencia al calor y durabilidad que otros materiales impresos en 3D, como los termoplásticos. En la actualidad, aproximadamente el 30 % de toda la fibra de carbono se utiliza en la industria aeroespacial debido a su extraordinaria relación resistencia-peso.
Cuantificando la oportunidad
Iniciativas de cambio climático y las tecnologías limpias han encendido muchos de los impulsores clave de la demanda de materiales disruptivos. Las fuentes de energía renovable siguen ganando terreno frente a las fuentes basadas en combustibles fósiles a medida que se vuelven más asequibles. Esperamos que la adopción de estas tecnologías continúe, impulsada por la electrificación, las economías de escala y la acción climática.
Actualmente, el tema de los materiales disruptivos se encuentra en sus etapas iniciales en medio de los factores de demanda estructuralmente cambiantes para ciertas materias primas. Varias empresas de los sectores de energía y materiales están buscando mejorar su exposición al espacio mediante la compra de minas, tierras, capacidades de procesamiento y empresas establecidas dedicadas a los materiales disruptivos.
A medida que las empresas avanzan hacia materiales disruptivos, esperamos que los perfiles de ingresos cambien significativamente. Según una estimación, los ingresos provenientes de materiales disruptivos podrían multiplicarse por cinco para 2040 y alcanzar más de 250.000 millones de USD, mientras que los ingresos por minería de carbón podrían disminuir un 59%.
Mirando hacia el futuro
Creemos que el tema de los materiales disruptivos es un tema ignorado que implica un cambio radical hacia la digitalización y la energía limpia. A medida que la tecnología siga desempeñando un papel cada vez más importante en todos los aspectos de nuestras vidas, es probable que los ingredientes fundamentales del hardware tecnológico sean cada vez más fundamentales. Sin embargo, dadas las limitaciones físicas de la minería, la producción y la mejora de materiales, creemos que la demanda podría sobrepasar estructuralmente a la oferta, lo que daría como resultado un superciclo específico y un aumento de los precios. A los inversores con exposición en tecnologías limpias, vehículos eléctricos y/o hardware tecnológico les conviene ser prudentes a la hora de considerar exposiciones a las actividades relacionadas con los materiales disruptivos en un esfuerzo por obtener una exposición más amplia en el ecosistema de empresas que pueden beneficiarse del crecimiento de varias tecnologías emergentes.