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El BCE se reúne este jueves. ¿Qué podemos esperar?
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El BCE se reúne este jueves. ¿Qué podemos esperar?

El Banco Central Europeo ha puesto de manifiesto que el riesgo de recortar los tipos de interés demasiado pronto sigue siendo elevado.
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Actualizado:

5 MAR, 2024

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Este jueves 7 de marzo tendrá lugar la reunión del BCE. Un encuentro en el que las gestoras de fondos esperan que los tipos de interés oficiales se mantengan sin cambios, pero de lo que sí estarán pendientes es de la actualización en las previsiones de crecimiento e inflación.

A la espera de que llegue el jueves, te dejamos con las perspectivas que manejan los profesionales de la industria de gestión de activos.

Cristina Gavín Moreno, jefa de renta fija de Ibercaja Gestión

El mercado se muestra atento a la reunión del BCE de este próximo jueves. La actualización en las previsiones de crecimiento e inflación que dará a conocer la entidad en esta reunión también va a ser un foco de atención. Lo más probable es que veamos una sustancial revisión a la baja en la inflación general debido a la caída en los precios de gas y energía, y esto se vería reflejado en las previsiones de precios para 2025 y 2026.

A pesar de ello, en la misma línea que la FED, el Banco Central Europeo ha puesto de manifiesto que el riesgo de recortar tipos demasiado pronto sigue siendo elevado. Hace apenas dos semanas Stournaras, el presidente del Banco Central de Grecia, reconocía que no habrá suficiente información para tomar una decisión sobre el tipo de interés hasta junio. 

En este escenario, nuestra expectativa es que cualquier bajada del tipo de intervención antes de junio sería una auténtica sorpresa. El número de bajadas que nosotros descontamos para este 2024 se situaría en 3 movimientos, hasta alcanzar un tipo de intervención del 3,75% y una facilidad de depósito del 3,25%

Datos como el que se conocía el pasado 1 de marzo con unos precios subyacentes por encima de lo esperado unido a factores como las negociaciones salariales y la evolución de los costes laborales seguirán pesando en la decisión de la Autoridad Monetaria Europea.

Ruben Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa

Esperamos que el BCE no modifique sus orientaciones [guidance] en el comunicado de prensa [de la próxima reunión]. Sin embargo, es probable que durante la conferencia de prensa el BCE ofrezca una orientación suave en el sentido de que ya casi hemos llegado a los recortes. Esto podría venir en forma de una sugerencia de que, siempre y cuando los salarios y la inflación subyacente a corto plazo confirmen las expectativas, se darán las condiciones para iniciar un ciclo de recortes. Si se incluyera algo en este sentido en el comunicado de prensa, se enviaría una señal más fuerte, pero no es nuestro escenario base. También esperaríamos que Lagarde reconociera que han empezado a discutir las condiciones adecuadas para el inicio del ciclo de recortes.

Seguimos pensando que la señal de las previsiones estará ahí. Pero los datos publicados recientemente probablemente han reducido la probabilidad de que el Consejo de Gobierno esté dispuesto a alejarse parcialmente de la dependencia de los datos para pasar a algún tipo de dependencia de las fechas.

La necesidad de más confianza es un tema clave en todos los bancos centrales en estos días, y el BCE no es una excepción. No creemos que el BCE esté preparado todavía para señalar con confianza que está a punto de iniciarse un ciclo de recortes.

Algunas razones para ser prudentes

Como argumentamos la semana pasada, los datos de la inflación de enero, las crecientes señales de aceleración de la economía y las primeras señales de los salarios para el primer trimestre probablemente no creen una sensación de urgencia para que el BCE recorte antes de junio. Añadiríamos que algunos de los datos probablemente incluso crean más resistencia a señalar algo demasiado firme la próxima semana. Este es el caso, en particular, de la inflación nacional, un tema clave en estos días. Incluso en términos secuenciales, es probable que el dato de enero provoque cierta cautela adicional.

Como recordatorio, seguimos esperando el primer recorte (25 pb) del BCE en junio de este año. Tenemos 75 pb de recortes en 2024E y 125 pb en 2025E (uno por trimestre en 2024, acelerando a uno por reunión en diciembre). Para junio, esperamos que los datos reconforten lo suficiente al BCE como para creer que la desinflación tiene recorrido. Los datos acabarán empujando al BCE a acelerar el ciclo de recortes más de lo que espera actualmente. De ahí nuestra previsión de que la depo del BCE se sitúe en el 2% a mediados de 2025. Y hemos estado señalando el riesgo de una aceleración del ciclo de recortes antes de lo que esperamos ahora (para septiembre). Pero eso implica como mucho 100 puntos básicos de recortes en 2024 y mucho más de lo que se prevé para 2025.

Konstantin Veit, Gestor de cartera de PIMCO

Creemos que el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales sin cambios en su reunión de marzo, y volverá a hacer hincapié en su postura dependiente de los datos.

En nuestra opinión, el Consejo de Gobierno (CG) probablemente querrá avanzar más en el proceso de desinflación antes de tener la suficiente confianza en que la inflación alcanzará el objetivo de forma sostenida y oportuna.

Desde finales del año pasado, los mercados han descontado un número considerable de recortes de tipos. En consecuencia, los precios parecen mucho más razonables y no muy alejados de nuestra previsión de tres recortes para este año.

Aunque los nuevos datos sobre inflación sugieren que el proceso de desinflación a corto plazo podría ser algo más rápido de lo previsto, las implicaciones para la inflación a medio plazo son menos claras. Sin embargo, las nuevas proyecciones macroeconómicas de los servicios de la Comisión mostrarán probablemente una inflación general en torno al objetivo en 2025 y 2026.

Mabrouk Chetouane y Nicolás Malagardis, responsables de estrategia de Natixis IM Solutions

La todavía sólida actividad económica y el elevado crecimiento salarial mantendrán al BCE paciente hasta mediados de año, pero la clara confirmación de la ralentización de la inflación salarial debería permitir el inicio de los recortes de tipos en junio/julio y septiembre/octubre, respectivamente.

Aunque la inflación subyacente armonizada de la Eurozona ha disminuido más que la de EE UU desde septiembre, cayendo 0,9 puntos porcentuales desde entonces, cuando se situaba en el 4,5 a/a, el BCE también sigue preocupado por el crecimiento salarial. Esto se debe a que, a pesar de la significativa ralentización del crecimiento en 2023, el mercado laboral de la Eurozona se ha mantenido bastante tenso y los costes laborales unitarios han aumentado como consecuencia del débil crecimiento de la productividad. Es la continuación de esta dinámica lo que preocupa al BCE, ya que corre el riesgo de desencadenar una segunda oleada de inflación liderada por los costes laborales. Si se retrasa hasta finales del verano, el BCE permitiría que los efectos adicionales del endurecimiento se filtraran a la demanda y, de este modo, reuniría más pruebas de que el crecimiento salarial, y a su vez la inflación subyacente, están bajo control antes de relajar la política monetaria.

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