
De ahora en adelante conseguir el sello de aprobación de Morningstar será más complicado. La firma ha cambiado la metodología subyacente que siguen los analistas, estableciendo un límite más alto, y han dado más importancia a factores como las comisiones, de este modo, alcanzar la calificación Gold, Silver o Bronze no será tan sencillo como antes. Además, las calificaciones ahora también se adaptarán a las clases de acciones de los fondos individuales, teniendo en cuenta las diferencias de costes. Esto podría significar que las clases de acciones que incluyen el coste de asesoramiento y distribución podrían sufrir rebajas en las calificaciones.
Las mejoras destacadas por el editor senior de la firma, Fernando Luque son:
- Racionalización del marco. Hasta ahora el marco de evaluación se cimentaba sobre cinco pilares (que incluían Personas, Proceso, Gestora, Performance y Precio), este ahora se ha reducido a tres: Personas, Proceso y Gestora. Según explica Luque “La rentabilidad y el precio dejarán de ser pilares independientes, ya que los analistas incorporarán la evaluación de la rentabilidad en los otros pilares y expresarán el precio de forma diferente”. La escala pasa a usar los términos “alto”, “superior a la media”, “medio”, “inferior a la media” y “bajo”
- Más relevancia de las comisiones. Dar al precio “el peso que se merece” en el proceso de análisis. Al evaluar los costes en relación con lo que un fondo puede ofrecer antes de las comisiones les da una idea del valor que los inversores obtendrán después de tener en cuenta las comisiones.
- Más exigencia para las estrategias activas. Los analistas limitarán las calificaciones a estrategias activas que puedan superar a un índice de referencia relevante y al promedio del grupo comparativo neto de comisiones y después de tener en cuenta el riesgo. En el pasado podrían haber otorgado estas calificaciones a estrategias activas que podrían superar a la media de sus competidores o a un índice, pero no a ambos.
- Una hoja de ruta más clara para los inversores. Los analistas asignarán menos medallas a las estrategias activas en las áreas en las que el análisis determine que hay menos beneficios para la inversión activa. Esa estimación de beneficios dará forma a las expectativas que se forman para el éxito de la inversión activa y la inversión pasiva en diferentes áreas.
Las mejoras en las calificaciones comenzarán a tener efecto el 31 de octubre de 2019. Morningstar lanzará un conjunto inicial de Analyst Ratings asignados bajo la nueva metodología en esa fecha, y el resto se actualizará gradualmente en los siguientes doce meses. Los ratings cuantitativos de Morningstar se actualizarán en su totalidad el 31 de octubre de 2019.