Espacio publicitario
¿Cómo ha cambiado la industria de fondos en los últimos 10 años?
Perspectivas de mercado

¿Cómo ha cambiado la industria de fondos en los últimos 10 años?

ISR, inversiones alternativas, gestión pasiva y digitalización son los grandes cambios del sector en la última década.
Imagen del autor

11 AGO, 2021

Por Leticia Rial de RankiaPro

featured
Comparte
LinkedInLinkedIn
TwitterTwitter
MailMail

Vivimos en un mundo en constante cambio. De la misma manera, la industria de fondos de inversión también evoluciona y se transforma día a día para ofrecer el mejor servicio y transparencia a los clientes. Las gestoras Aegon AM, Federated Hermes, Generali Investments y Janus Henderson coinciden a la hora de enumerar los grandes cambios que ha experimentado el sector en los últimos diez años: inversión socialmente responsable, inversiones alternativas, gestión pasiva y digitalización. Una década en constante evolución y en la que la reputación de la industria se encontraba tocada como consecuencia de la crisis financiera.

ISR, inversiones alternativas, gestión pasiva y digitalización: los grandes cambios de la industria de fondos en la última década

Elena Delfino, Responsable de Aegon AM para Espña

Durante los últimos 10 años, la industria de los fondos ha evolucionado en muchos ámbitos. Por un lado, los fondos de inversión han más que duplicado su peso en los activos financieros de las familias españolas pasando de representar un 6,4% en 2012 contra alrededor de un 15% en el tercer trimestre de 2022 (según datos de Inverco). Por otro, la diversidad de productos ofrecidos ha incrementado, dando paso a fondos temáticos, fondos sostenibles, fondos de impacto, fondos long/short…

La gama de productos va adaptándose a las necesidades de los inversores y los mercados, sobre todo en momentos de mercado de alta volatilidad, donde la diversificación de la cartera es fundamental, y donde las políticas monetarias expansivas primero, el nuevo entorno de alta inflación después y los acontecimientos geopolíticos han ido cambiando la tradicional correlación negativa en el binomio renta fija/renta variable, que vino determinando la selección de activos en las carteras de los clientes españoles.

Las gestoras de fondos de inversión han tenido que especializarse en aquellos productos donde destacan y tienen ventajas competitivas frente a otras casas, con el fin de ofrecer los mejores productos a sus clientes tanto de banca privada como inversores institucionales.

Entre otros, hemos asistido al lanzamiento de fondos en España que invierten en subyacentes ilíquidos, como por ejemplo deuda privada, o que financian start-ups o infraestructuras. Este tipo de producto ha visto su demanda incrementada por parte de los inversores que buscan cada vez más invertir en activos reales.

La industria también ha sufrido una mini revolución tecnológica y ha evolucionado no solo simplificando el proceso de compra de los clientes finales, sino también incrementado la accesibilidad a los fondos por parte de los inversores (se han reducido los mínimos de entrada en muchos fondos, los canales de distribución incluyen plataformas accesibles a cualquier usuario, y ya se está trabajando en reducir los mínimos para los fondos de capital riesgo).

Cerrando el circulo de la evolución de la industria de fondos se encuentra la regulación y la inversión socialmente responsable. La primera ha ido evolucionando con el fin de proteger a los clientes minoristas y asegurarse que valoren los beneficios y los riesgos de cada inversión que se le ofrece. En cuanto a la segunda, la implementación de la inversión socialmente responsable es uno de los cambios más esperados (y necesarios), como siempre encabezado al principio por algunos grandes inversores institucionales y acompañado en los años por una regulación a nivel europeo, que intenta reducir el “green-washing” (o blanqueo ecológico).

En definitiva, muchos progresos en la industria de los fondos de inversión en los últimos 10 años, que no solo diversifican la oferta para acercarse a las necesidades de los inversores institucionales, sino que también se aseguran de proteger a los clientes finales, mediando para que reciban el asesoramiento adecuado y que entiendan las oportunidades y los riesgos de cada producto en la gama disponible.

Carlos Capela, director de distribución para Iberia de Federated Hermes

Destacaría tres grandes transformaciones que han cambiado la industria de fondos de inversión en los últimos 10 años: la sostenibilidad, las inversiones alternativas y la inversión pasiva.

Empezando por éste último, hace unos años no se podía esperar que los ETF alcanzaran un predominio tan relevante. El atractivo de sus bajas comisiones ha conseguido canalizar un volumen de inversión enorme, especialmente en el caso de inversores institucionales que tienen restricciones importantes en sus TER (Total Expense Ratio), o ratio de gastos totales, para los que los ETF pueden suponer una solución en términos de costes. Esto supone un desafío para la gestión activa, por la dificultad de separarse de los índices, pero al mismo tiempo pone en valor la capacidad de los gestores activos de presentar verdaderas estrategias de inversión con un gran poder de descorrelación y diversificación para las carteras de los inversores.

La inversión pasiva ha avanzado en paralelo a un mayor acceso a los mercados de capitales por parte del sector retail y esta mayor participación del inversor minorista está precisamente relacionada con el auge de las inversiones alternativas. Los mercados privados tradicionalmente limitados a los inversores institucionales se han abierto gracias a la regulación y son una parte cada vez más dinámica del mercado y llamada a jugar un papel importante en la industria de fondos de inversión.

El segmento de inversiones alternativas, la inversión en deuda o capital privados, por ejemplo, es esencial para un futuro marcado por la sostenibilidad, que es la tercera gran transformación que mencionaba al principio. El empuje de la inversión sostenible ha tenido más incidencia en los últimos tres o cuatro años y creo que se va a consolidar, dados los avances regulatorios que se han dado en este sentido. El concepto de sostenibilidad ha dejado de ser una especie de ‘plus’, un añadido a las carteras, para ser una parte esencial y un factor de riesgo si no se tiene en cuenta. En los últimos 10 años, la sostenibilidad se ha centrado en la parte medioambiental, pero, mirando hacia el futuro, estrategias de inversión basadas en la inclusión, la diversidad o el acceso a la educación, en definitiva, la parte social, van a ir ganando peso. La sostenibilidad está aquí para quedarse y, desde nuestro punto de vista, invertir de forma responsable proporciona la mejor rentabilidad ajustada al riesgo y es la mejor manera de mantener un rendimiento superior a largo plazo.

Almudena Mendaza, responsable de ventas en Generali Investments para Iberia

Sin lugar a dudas podemos comenzar afirmando que la industria de fondos de inversión ha evolucionado en estos últimos 10 años con un crecimiento notable tanto en España como en países de nuestro entorno.

Dicha evolución ha venido acompañada de un aumento del grado de concentración del sector y del porcentaje de patrimonio gestionado por entidades registradas en el extranjero.

Las principales razones de esta evolución son un por un lado, una mejor cultura financiera de los ciudadanos cada vez más conscientes de la necesidad de canalizar sus ahorros e inversiones en instrumentos gestionados de manera profesional, entendiendo conceptos básicos como su nivel de aversión al riesgo, horizonte temporal y una palabra clave que es  diversificación a la hora de invertir.

Así, la industria de fondos de inversión ha venido desarrollando instrumentos muy diversos que ofrecen alternativas de inversión diversificadas por tipo de activo financiero, área geográfica, filosofía de inversión... para adaptarse a las necesidades de inversores no solo institucionales sino también de los minoristas.

Cabe destacar que en los últimos 10 años hemos asistido además a un importante desarrollo  regulatorio como la normativa MiFID que ha supuesto la adaptación por parte de las gestoras de activos y una mayor protección al inversor a la hora de invertir en fondos de inversión.

No podemos obviar en este análisis un cambio trascendental, y en ningún caso pasajero, como es la irrupción de los criterios de sostenibilidad a la hora de gestionar fondos de inversión. Dichos criterios se presentan hoy en día como un factor necesario para ofrecer soluciones inversión que estén alineadas con un mejor desarrollo medioambiental, social y del buen gobierno de las empresas.

Por último, aunque no menos importante, mencionar el aumento considerable de fondos de inversión en el ámbito de los activos “privados”, como el capital riesgo, infraestructuras y real estate.

En este sentido, la tendencia es ofrecer soluciones de inversión compatibles con las existentes en el ámbito de los mercados financieros cotizados, no solo para clientes Institucionales, históricamente más acostumbrados a invertir en este tipo de estrategias, sino también a democratizar inversión en activos tradicionalmente alternativos ofreciendo un mayor acceso a clientes minoristas.

Los últimos 10 años han sido vertiginosos en muchos aspectos y creemos que la próxima década va a seguir suponiendo una evolución importante en los fondos de inversión con una mayor irrupción de factores como la digitalización y nuevas generaciones de inversores que demandarán un desarrollo especifico de la industria.

Martina Álvarez, Country Head de Janus Henderson para Iberia

La última década es especialmente interesante, ya que puede ser la que mayor cambio ha supuesto para la industria de fondos de inversión en España.

La industria de fondos a más que duplicado sus activos durante este periodo (de 175.000 millones de euros a 555.000 millones de euros). No sólo ha aumentado el número de partícipes de forma exponencial, si no que hemos visto una mayor penetración de las gestoras internacionales que representan ahora el 45% del mercado español.

Este crecimiento viene acompañado de tres tendencias estructurales:

  1. Un mayor abanico de soluciones de inversión, en particular, el auge de los fondos perfilados o las carteras de gestión discrecional. Este cambio ha venido impulsado por MiFID y, sobre todo, la labor de los distribuidores y asesores en la definición del perfil de riesgo de los inversores.
  2. Nuevas propuestas de inversión a través de fondos temáticos, soluciones sostenibles o, más recientemente, fondos a vencimiento o con rentabilidad objetivo. Hemos visto una proliferación de nuevos fondos que invierten en megatendencias como tecnología, salud o biotecnología. Más recientemente, la implementación de SFDR ha permitido que se lanzaran fondos con un claro objetivo en inversiones sostenibles.
  3. Enorme profesionalización del sector en general. Por una parte, los equipos de gestión han incrementado sus universos de inversión analizando nuevos instrumentos financieros y han invertido en nuevos sistemas de gestión para optimizar sus procesos de inversión. Por otra parte, se han formado los asesores financieros y los partícipes. Esa mayor educación financiera ha llevado a mayor tiempo de permanencia en productos de ahorro, lo que lleva a mejores rentabilidades financieras.

Mirando hacia el futuro, tengo la convicción de que la industria continuará evolucionando. Por un lado, el número de partícipes seguirá aumentando, ya que los retos a los que nos enfrentamos como ahorradores e inversores harán cada vez más indiscutible el hecho de que el fondo de inversión es el vehículo más eficiente. Por otro lado, habrá una mayor personalización tanto en las soluciones de inversión como en los servicios asociados.

Espacio publicitario