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Concurso Rankia de Carteras Modelo: ¿market timing en tiempos de volatilidad?
Perspectivas de mercado

Concurso Rankia de Carteras Modelo: ¿market timing en tiempos de volatilidad?

Muchos concursantes de la V Edición del Concurso Rankia de Carteras Modelo antes de empezar este segundo trimestre decidieron hacer unos reajustes en sus carteras para conseguir remontar la rentabilidad.
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10 MAY, 2022

Por Pablo Álvarez

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Después de este primer trimestre protagonizado por la volatilidad en los mercados y unos elevados niveles de inflación en todo el mundo poniendo a los bancos centrales en el punto de mira, muchos concursantes de la V Edición del Concurso Rankia de Carteras Modelo antes de empezar este segundo trimestre decidieron hacer unos reajustes en sus carteras para conseguir remontar la rentabilidad.

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En el lado de la gestión activa, Alkimia Capital ha logrado la mayor rentabilidad en renta variable durante este mes de Abril, seguida muy de cerca por Sapphire Capital; mientras que Avantage Capital lo conseguía en la parte de renta fija. Por el contrario, dentro de la gestión indexada, GPM  se hace con el primer puesto en renta variable mientras que Capitalia Familiar mantiene su puesto en renta fija. Puedes ver cómo se ha comportado cada una de las carteras de los participantes aquí.

Desde el Concurso Rankia de Carteras Modelo podemos ver qué carteras van en cabeza y qué activos debemos tener en el radar para conseguir la máxima rentabilidad posible en un entorno como el actual.

Marc Leutscher, Private Wealth Management Specialist en gCapital WM

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La volatilidad es reflejo de la incertidumbre y nace a partir de circunstancias inesperadas. Cualquier inesperado es por definición impredecible, por lo que, aunque la volatilidad sea más fácil de predecir que la rentabilidad, en principio el market timing es un ejercicio de elevado riesgo.

Si se opta por el market timing, que sea de forma moderada. Uno de los principios básicos de la gestión activa es no infligir un daño irreparable a las carteras. Si nos basamos en la premisa de que los mercados de renta variable tienen un sesgo de rentabilidad positiva, un market timing extremo (100% cash) conlleva sacrificar una prima de mercado positivo a largo plazo. Además, en el market timing nos enfrentamos a dos decisiones; ¿Cuándo salir y cuando volver a entrar? La segunda decisión suele ser la más complicada y se suele tomar tarde, perdiendo toda la ventaja (y a veces más) que la ganancia obtenida por acertar en el momento de reducir nuestras posiciones.

La mayoría de las fuentes de rentabilidad presentan persistencia (momentum) en el corto plazo y reversión a la media en el largo plazo. Por ello, el enfoque de market timing que seguimos en gCapital WM es doble, pero siempre de forma moderada. Para minimizar el impacto negativo que se pueda derivar de un market timing erróneo, uno de los métodos es procíclico, siendo el otro anticíclico jugando con los efectos que tiene cada uno en diferentes plazos de la asignación táctica. Realizamos market timing con rotación de factores de riesgo por un lado y sobre/infraponderación por valoraciones de zonas geográficas por otro.

Para los factores de riesgo utilizamos la prociclicidad, es decir apostamos por factores que presenten mejor comportamiento en un plazo histórico reciente. Como ocurrió recientemente, el factor de mínima volatilidad entró en escena. Es decir, desde algunas semanas estamos sobreponderados entre otros al factor mínima volatilidad. El market timing que se realiza aquí consiste pues en sobreponderar las acciones con menos volatilidad e infraponderar las acciones con más volatilidad. Para el market timing de zonas geográficas nos basamos en modelos de valoración y tomamos posiciones contrarias al mercado, es decir intentamos comprar barato y vender caro. Como ejemplo, para una cartera de renta variable podríamos mantener una posición de equilibrio de 80% invertido, y 20% en efectivo. Manejamos un rango de 60 a 100% de inversión en renta variable. Ponderamos en la cartera cada zona geográfica por su capitalización bursátil, aumentando esta ponderación si el mercado está barato y viceversa.

Por ejemplo, si el mercado de EEUU tiene una capitalización del 60,69% de la capitalización global, su ponderación de equilibrio sería de 0,8x0,6069=48,55%. Ahora imaginemos que este mercado está infraponderado en un 12%. En ese momento estaríamos invirtiendo en EEUU por el 1,12*0,4855=54,38%. Con ello realizamos un market timing modesto sobreponderando la renta variable de EEUU en 583 puntos básicos. Este ejercicio lo realizamos de la misma manera para los demás mercados (Europa, Mercados Emergentes, Japón, Asia Pacífico desarrollado), pudiendo llegar a una mayor granularidad si lo deseamos (Mercados emergentes globales, vs mercados emergentes Europa, Asia, Sud América y Mercados frontera, Europa vs Europa ex_UK/; por países individuales, etc.)

Carlota Corral, gestora y desarrolladora en Indexa Capital

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En Indexa Capital pensamos que hacer market timing, es decir, intentar predecir los movimientos del mercado y en función de la situación decidir si invertir o no, no es una buena idea porque, en media, resta rentabilidad a nuestras inversiones en cualquier situación de mercado.

Uno de los mayores miedos que tenemos como seres humanos es el «miedo a la pérdida»: nos da mucho más miedo la probabilidad de perder 100€ que placidez nos da la probabilidad de ganar 100€. Esto es un mecanismo natural de defensa. Nuestro cerebro nos bombardea constantemente con potenciales peligros para conseguir sobrevivir un día más.

A la hora de invertir este miedo se traduce en el «sesgo por comportamiento»: cuando vamos a realizar una inversión en lo primero que pensamos, por instinto, es en el miedo que nos da perder ese dinero y luego ya pensamos en las potenciales ganancias de la inversión. Por ello el inversor medio tiende a invertir cuando observa rentabilidades pasadas positivas, ya que piensa que es más probable que sigan siendo positivas, y desinvertir cuando observa rentabilidades negativas porque para él lo más probable es que sigan siendo negativas. Como consecuencia, el inversor medio tiende a comprar caro y vender barato.

En varios estudios se ha cuantificado la diferencia de rentabilidad real por este sesgo y aproximadamente el inversor medio pierde entre un 1% y un 1,5% anual siguiendo rentabilidades pasadas. Por ello en Indexa recomendamos no elegir cuando inviertes o desinviertes, ya que probablemente nos equivoquemos.

Para evitar este sesgo, nuestra recomendación es que intentes aportar a tu cartera una cantidad fija mensual. Invertir periódicamente una cantidad fija es sencillo de programar desde tu banco y además te evitarás entrar en el mejor o peor momento reduciendo así el sentimiento de culpa si el mercado no va a tu favor.

Por otro lado, en caso de que se haya recibido una cantidad impórtate de dinero, también recomendamos invertir todo de golpe si tu perfil de riesgo te lo permite. La evidencia nos dice que el tiempo es el mejor aliado para la rentabilidad y que nos beneficiamos más del efecto del interés compuesto cuanto más tiempo tengamos nuestro dinero invertido.

Otra forma de evitar este sesgo es que mientras mantengas tu inversión, el momento de invertir es poco relevante en el largo plazo. Esto se ilustra muy bien comparando la rentabilidad de un inversor con muy buena suerte que invierte cada año en el mejor momento del año 10.000 €, con otro con muy mala suerte que invierte cada año en el peor momento. Si no venden y hacen esto durante 42 años, el resultado final es que la rentabilidad anual es muy parecida (7,9% vs. 7,1%).

En Indexa, gestor automatizado independiente líder en España, estas recomendaciones han ayudado a nuestros clientes a realizar aportaciones netas que no siguen el mercado. El 78% de nuestros más de 55 mil clientes realizan aportaciones periódicas que no dependen de la evolución del mercado y eso les ha ayudado a no caer en el sesgo por comportamiento y a mejorar su rentabilidad.

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