Al mirar hacia 2019, las principales economías se encaminan hacia vías de crecimiento divergentes, en marcado contraste con el crecimiento global sincronizado que mostraban a principios de 2018. A medida que Estados Unidos avanza a un ritmo saludable, el crecimiento se está desacelerando, especialmente en China y en Europa. Esta divergencia agrega una medida de incertidumbre al panorama económico global.
El Fondo Monetario Internacional proyecta una tasa de crecimiento global razonablemente sólida del 3,7% en 2019
Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional proyecta una tasa de crecimiento global razonablemente sólida del 3,7% en 2019. Con todo, a los inversores les surge una pregunta ¿Dónde estamos en el ciclo económico?
Con el desempleo en su nivel más bajo en 49 años, la aceleración del crecimiento de los salarios, el aumento de las presiones inflacionarias y la política de ajuste de la Reserva Federal, Estados Unidos ha entrado en un territorio final de ciclo. La mayoría de las economías desarrolladas parecen estar también en este momento o muy cerca.
Sin embargo, los mercados emergentes no se encuentran en una fase tan homogénea. En China, donde la política del gobierno tiene una gran influencia en la economía, la desaceleración del crédito, las salidas de capital y una moneda más débil también indican que el ciclo se encuentra en la etapa final.
