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¿Qué esperar del BCE en su primera reunión del año?
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¿Qué esperar del BCE en su primera reunión del año?

Las gestoras de fondos esperan que el Banco Central Europeo continúe insistiendo en la dependencia de los datos.
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23 ENE, 2024

Por Leticia Rial de RankiaPro

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El jueves 25 de enero tendrá lugar la primera reunión del BCE de 2024. El consenso de mercado espera que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo mantenga los tipos de interés sin cambios, dado que los datos cruciales sobre el desempeño económico, como el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre, y la tasa de inflación en enero, no se darán a conocer hasta el 30 de enero y el 1 de febrero, respectivamente.

A continuación, puedes conocer la opinión de las gestoras de fondos nacionales e internacionales ante lo que esperan que suceda en la reunión del Banco Central Europeo de este jueves.

Cristina Gavín, jefa de renta fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión

Las declaraciones de Lagarde en Davos la semana pasada hablando de un recorte de tipos en verano ha supuesto la primera declaración donde un miembro del BCE pone fecha al inicio del proceso de bajada de tipos.

El mercado, que hasta ahora se había mostrado muy agresivo en sus predicciones y descontaba la primera bajada para marzo de este año, ha retrasado en gran medida sus expectativas de bajadas. No obstante, sigue manteniendo una trayectoria de bajada muy agresiva donde asistiríamos al menos a cinco bajadas antes de cierre de año.

Nosotros anticipamos un BCE mucho menos agresivo de lo descuenta el mercado, las declaraciones del Christine Lagarde nos rearfiman en nuestras previsiones de que no veremos una bajada en el tipo de intervención antes de junio de este año.  Por otro lado, creemos que el número de bajadas va a estar determinado por la evolución de los precios que veamos de cara a los próximos trimestres, donde podemos ver datos negativos al hilo de las tensiones geopolíticas a las que estamos asistiendo y anticipamos que no serán tantas como a día de hoy marcan los tipos implícitos con esas cinco bajadas que mencionábamos.

Konstantin Veit, portfolio manager en PIMCO

Prevemos que el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales en la reunión de enero y reiterará su enfoque dependiente de los datos. Es probable que la reunión de marzo, en la que se presentarán las nuevas proyecciones macroeconómicas de los expertos, ofrezca más información.

Se espera que el crecimiento a corto plazo sea más débil de lo previsto. Sin embargo, las perspectivas de inflación de diciembre se basaban en la senda de tipos de interés indicada por los datos del mercado a 23 de noviembre de 2023. Estos datos sugerían recortes de tipos de alrededor de 75 puntos básicos para 2024. Desde entonces, las condiciones financieras se han relajado significativamente, y en la reunión de marzo del BCE se publicarán proyecciones actualizadas.

Actualmente, las predicciones del mercado sugieren aproximadamente 140 puntos básicos de recortes de tipos para este año, comenzando alrededor de abril, y un tipo terminal cercano al 2% en 2025. Nos preguntamos si el BCE aplicará recortes de tipos tan pronto debido a las inciertas perspectivas de inflación. Es probable que el BCE siga vigilando de cerca la inflación sin declarar prematuramente su éxito.

Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM

Mientras que el mercado nos parece un poco demasiado entusiasta sobre la continuación de la rápida desinflación en los EE.UU., hay al menos un elemento que no hemos discutido y que podría fomentar una "desinflación casi indolora" en 2024, y es la productividad.  En el tercer trimestre de 2023, la productividad por hora se situaba en EE.UU. un 5,3% por encima de su nivel anterior a la crisis de Covid, y tras una lenta recuperación en 2022, los avances se han acelerado en 2023. Esto ha permitido que los costes laborales unitarios empiecen a desacelerarse. Lamentablemente, nada de esto está ocurriendo en la zona euro, donde, por el contrario, la productividad en el verano del año pasado (último dato disponible) apenas superaba su nivel anterior a la crisis y ha empezado a descender de nuevo.  Esto explica en gran parte el nerviosismo del BCE en cuanto a la trayectoria de la inflación en el futuroDe hecho, la zona euro se enfrenta a un doble problema: el crecimiento de los salarios sigue siendo muy robusto, y las características institucionales del mercado laboral europeo podrían hacerlo más propenso a un comportamiento prolongado de equiparación de precios y salarios, mientras que el descenso de la productividad aumentaría aún más la presión inflacionista al elevar los costes laborales unitarios incluso más deprisa que los salarios.

Aunque entendemos por qué el BCE está preocupado por el riesgo de una segunda ola de inflación impulsada por los costes laborales, hay una fuerza igual que puede jugar en la otra dirección: el impacto amortiguador de las mediocres condiciones del lado de la demanda sobre los beneficios. El BCE está más centrado en lo primero que en lo segundo porque espera una recuperación económica en algún momento de 2024. Nosotros somos más prudentes. Lo que queremos decir es que nos preocupan menos los riesgos de inflación en la zona euro que en Estados Unidos, precisamente porque esperamos un crecimiento mediocre en Europa. Desde un punto de vista normativo, esto nos haría simpatizar con el recorte de marzo, pero desde un punto de vista predictivo, dadas las decisiones analíticas tomadas por el BCE, seguimos sin esperar ese movimiento antes de junio.

Ulrike Kastens, Economista para Europa de DWS

En la última conferencia de prensa de diciembre de 2023, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, todavía pudo decir que es pronto para hablar de recortes de los tipos de interés. Sin embargo, se trata de un tema que domina ahora todos los comentarios de los gobernadores de los bancos centrales de la zona del euro. Para algunos, en general, es demasiado pronto; para otros, se necesitan más datos o ya no ven riesgos por el lado de los salarios. En la actualidad, existe una gran variedad de opiniones en el seno del Consejo de Gobierno.

Es poco probable que la reunión del 25 de enero cambie mucho las cosas, ya que los datos realmente importantes sobre la evolución económica (crecimiento del PIB en el cuarto trimestre) y la inflación en enero no se publicarán hasta el 30 de enero y el 1 de febrero, respectivamente. Por tanto, es probable que el BCE siga insistiendo en su dependencia de los datos en la conferencia de prensa, pero también que se abra a recortes de tipos en un futuro próximo.

Incluso aunque no se comprometa con una fecha, creemos que hay razones de peso para un primer recorte en junio de 2024, momento en el que los datos sobre la evolución salarial del primer trimestre también deberían estar disponibles y habrá más claridad sobre la tendencia de la inflación en 2024. Aún no compartimos el optimismo de muchos participantes en el mercado de que el BCE vaya a recortar los tipos muy rápida y significativamente. Como el BCE quiere evitar errores a toda costa, mantenemos nuestra opinión de recortes graduales de los tipos en 2024.

John Taylor, experto en renta fija europea de AllianceBernstein

Nuestra hipótesis de base sigue siendo una desaceleración significativa del crecimiento en las principales economías, y los datos recientes -en la zona del euro en particular- son coherentes con esa expectativa. Aunque está claro que la inflación se está desacelerando, aún no se sabe con certeza si volverá a caer hasta los objetivos de política de los bancos centrales.

Creemos que los principales bancos centrales han finalizado sus ciclos de endurecimiento, aunque es probable que sigan atentos a los riesgos de inflación durante varios meses. La Reserva Federal es la que tiene más probabilidades de subir los tipos, y el BCE la que menos. Sin embargo, los bancos centrales querrán preservar la máxima flexibilidad mientras las perspectivas de inflación a largo plazo sigan siendo inciertas. Así que, al menos por ahora, esperamos que continúe la dependencia de los datos y que se ponga fin a la era de la forward guidance. Esto significa que tenemos que prepararnos para un periodo sostenido de tipos de interés elevados, aunque las economías sigan desacelerándose.

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