
Por Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM
Aunque seguimos previendo un descenso de la inflación en EE.UU., creemos que para ello será necesario que la política monetaria siga siendo restrictiva en 2023 y que la economía se ralentice aún más.
La inflación medida por el IPC se ha ajustado a las expectativas, situándose en enero en el 0,5% intermensual (general) y el 0,4% intermensual (subyacente). En términos anuales, la inflación general bajó ligeramente del 6,5% al 6,4%, y la subyacente del 5,7% al 5,6%. Los precios de la energía y los alimentos subieron un 2% y un 0,5% respectivamente durante el mes. Tras la revisión de datos, la tendencia desinflacionista, que podría haberse iniciado en el último trimestre de 2022, se ha hecho mucho menos evidente. De hecho, la inflación subyacente ha evolucionado a un ritmo anualizado de entre el 4,5% y el 5,5% en los últimos 1 a 12 meses, siendo la vivienda su mayor contribuyente.
La vivienda representa la mayor parte de la inflación subyacente

De cara al futuro, el impulso desinflacionista o deflacionista de los bienes básicos podría no ser tan fuerte como se esperaba. Los precios de la energía, que repercuten rápidamente en los precios de los bienes, podrían aumentar, y no caer como sugieren los mercados de futuros, si la recuperación económica de China cobra impulso y Rusia reduce el suministro de petróleo. Además, los precios de los vehículos de ocasión, que han restado 0,05 puntos porcentuales la inflación subyacente en los últimos meses, parece que volverán a subir (ver gráfico).
La inflación de la vivienda debería bajar en el segundo semestre de 2023

La inflación de la vivienda debería alcanzar pronto su punto máximo, ya que los nuevos contratos de alquiler más bajos se reflejarán gradualmente en la cesta del IPC. Sin embargo, nuestros modelos sugieren que podrían pasar entre 6 y 12 meses antes de que la inflación de la vivienda alcance su punto máximo y baje de forma más decisiva. También cabe señalar que la ponderación asignada al Alquiler Equivalente de Propietario ha aumentado alrededor de 1 punto porcentual en enero, lo que también significa que la elevada inflación de los alquileres en los próximos meses pesará algo más en el agregado general.
La única buena noticia es que los servicios básicos, excluidos la energía y la vivienda, se han moderado. Esto es importante, ya que la Reserva Federal considera que esta categoría está muy relacionada con la situación de estancamiento económico. Aun así, no nos haríamos muchas ilusiones, pues su homólogo en el PCE (Índice de precios del gasto en consumo personal subyacente, la medida favorita de la Reserva Federal) muestra que los precios en esta categoría han crecido a una tasa anualizada de alrededor del 4% en los últimos 3, 6 y 12 meses. Estas cifras sugieren que la economía sigue funcionando a un ritmo excesivo y deberían seguir presionando a la Fed para que mantenga su política monetaria restrictiva durante más tiempo.