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Fondos de renta fija: estas son las apuestas de los selectores para 2023
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Fondos de renta fija: estas son las apuestas de los selectores para 2023

Descubre cuáles son los fondos de inversión de renta fija presentes en las carteras de los selectores españoles en el entorno actual de mercado.
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15 NOV, 2022

Por Leticia Rial de RankiaPro

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2022 no está siendo un buen año para la renta fija. Aunque se trata de uno de los activos que más está sufriendo en lo que llevamos de año, los expertos de la gestión de activos apuestan por los fondos de renta fija. Y es que se dan dos circunstancias que pueden hacer posible lograr rendimientos en renta fija similares a los de la renta variable. Por un lado, unos redimientos más altos y, por otro, unos diferenciales de crédito más amplios.

¿Cuáles son los fondos de renta fija preferidos por los selectores en el entorno actual?

En este contexto, siete selectores nos han propuesto un fondo de renta fija en el Especial de la Revista RankiaPro de octubre. Además, explican las características que le hacen diferente y los motivos por los que apuestan por dicho vehículo de inversión.

Fondo de inversiónCategoríaRentabilidad YTDRentabilidad
a 3 años*
ISIN
AXA IM FIIS US Short Duration High YieldRF Otros-7,93%-1,67%LU0292585626
BGF European High Yield Bond FundRF Bonos Alto Rendimiento EUR-13,40%-1,62LU1191877379
BSF Sustainable Fixed Income StrategiesRF Flexible Global-EUR Cubierto-2,16%+0,41%LU0438336777
Flossbach von Storch - Bond OpportunitiesRF Flexible Global-EUR Cubierto-9,53%-0,82%LU1481584016
Invesco Euro Corporate BondRF Deuda Corporativa EUR-12,01%-3%LU0955863922
Muzinich Enhancedyield Short-TermRF Flexible Global-EUR Cubierto-6,80%-1,11%IE00BYXHR262
T. Rowe Price Dynamic Global BondRF Flexible Global-EUR Cubierto+2,34%+3,25%LU1216622487

Fuente: datos obtenidos de Morningstar a 14 de noviembre de 2022. * Rentabilidad anualizada.

Beatriz Guerra Pérez-Maffei, responsable de selección de fondos de terceros en Alantra WM

Recomendar una inversión en renta fija en estos momentos puede ser de las cosas más complicadas que, en mi opinión, me pueden pedir hoy en día. Tradicionalmente, la renta fija se percibía como un activo con bajo riesgo por lo que los clientes conservadores solían tener una parte importante de sus carteras en el activo. Dado el entorno macroeconómico en que nos encontramos, marcado principalmente por el cambio de políticas monetarias de los bancos centrales, la renta fija es de los activos que más esta sufriendo este año; y por ello, los clientes conservadores. De ahí, la dificultad en la recomendación.

Dicho esto, mirando el espectro de la renta fija me decantaría por un fondo de crédito de alta calidad crediticia. Los altos niveles de spreads en los que se encuentra el crédito, tanto en investment grade como en high yield, hacen que sea un buen momento de entrada para el crédito corporativo. Además, el fuerte movimiento de tipos que ya hemos experimentado nos hace pensar que ya la mayor parte está metida en precio; por lo que el componente de duración que hay intrínseco en el crédito de alta calidad crediticia no debería sufrir mucho más. Sin olvidar, la protección que te ofrece este componente en caso de ampliaciones de spreads; que en el caso del high yield es mucho menor. Vemos valor también en los bonos corporativos híbridos y en bonos subordinados financieros.

Por tanto, ¿qué fondo seleccionaría para invertir en este activo? El Invesco Euro Corporate Bond. Se trata de un fondo de renta fija corporativa de alta calidad crediticia con la capacidad de invertir hasta un 30% en crédito de baja calidad crediticia y en deuda gubernamental. Lo más destacable del fondo es el largo histórico con rentabilidades consistentes y un equipo gestor estable y experimentado. Además, es interesante el proceso de inversión del vehículo ya que parte de una visión top-down, sustentada por el equipo Henley de Invesco, seguido de un análisis bottom-up. En función de la visión del equipo, ponderan en mayor o menor medida las distintas partes de la cartera (liquidez, defensiva y agresiva). Este tipo de fondos suelen ser bastante rígidos con políticas muy pegadas a los índices. Aspecto que hace que se diferencie el Invesco Euro Corporate Bond porque cuenta con una gran flexibilidad para adaptar la cartera con rapidez a las distintas condiciones de mercado.

Javier Navarro, Asset Management en Abante Asesores

El fondo Muzinich Enhancedyield Short-Term es un fondo de crédito global a corto plazo que puede invertir en Europa, Estados Unidos y mercados emergentes (hasta un 20% máximo en crédito emergente, solo en hard currency y generalmente investment grade). Desde nuestro punto de vista, el hecho de que sea global nos aporta una herramienta valiosa para construir carteras diversificadas. Un elemento que no suele ser común en fondos de crédito a corto plazo. 

La duración máxima de la cartera tendrá que ser siempre inferior a dos años. Está compuesta por bonos de corta duración exclusivamente y, puntualmente, se pueden utilizar derivados como cobertura para controlar la volatilidad. 

El fondo no toma apuestas de divisa, de tal manera que esta siempre está cubierta a la divisa de la clase de acción. 

Su rating medio es de investment grade, con la posibilidad de invertir en high yield (hasta un máximo del 40% y con un enfoque en ratings BB/B). Una flexibilidad que, unida a la dilatada trayectoria del equipo de gestión, nos aporta una gran ventaja. 

Muzinich es una gestora estadounidense independiente especializada en renta fija corporativa. Gestiona alrededor de 40.000 millones de dólares exclusivamente en estrategias de crédito. La gama abarca desde estrategias que invierten en mercados públicos, tanto investment grade, high yield, renta fija emergente e incluso retorno absoluto; así como en mercados privados, como son los préstamos sindicados y la deuda privada directa a compañías.

Muzinich se caracteriza por su sesgo conservador y de preservación de capital para las inversiones con un enfoque de protección de capital, buscando minimizar las caídas en entornos de volatilidad. 

Lanzado en noviembre de 2003, el fondo tiene 20 años de track record. Cuenta con 10.000 millones de dólares de activos bajo gestión, gestionado por Tatjana Greil Castro junto con Ian Horn y un equipo de más de 30 analistas. 

El retorno de la categoría del fondo en el año está siendo muy negativa. A pesar de ello, el fondo está consiguiendo un rendimiento relativo bueno que lo sitúa en el primer cuartil frente a sus competidores. La consistencia de sus resultados lo hacen una propuesta muy atractiva frente a sus comparables. 

En el entorno en el que vivimos actualmente, de subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales y que ha cambiado el paradigma que habíamos vivido en los últimos años en los que no había alternativa de inversión a excepción de la renta variable, un fondo con características investment grade corto plazo, de reconocido prestigio, con una gestión activa, es una alternativa muy interesante para las carteras.

Miguel Pérez, analista de soluciones de inversión de atl Capital

El complicado entorno económico actual ha derivado en uno de los peores años de la historia para la renta fija, donde el repunte de los tipos de interés ha provocado caídas en los precios de los bonos.

En lo que llevamos de año, los diferenciales de crédito de baja calidad crediticia en Europa han aumentado hasta niveles de 600 pb. Esto, añadido a la vuelta a la rentabilidad positiva de los bonos de gobierno de máxima calidad, nos deja al activo con una rentabilidad a vencimiento cercana al 8%. Nivel muy por encima de la que encontrábamos a principios de año del 3% y significativamente superior a la media de los últimos 10 años, que se ha situado en el 4,5%.

En estos niveles, el high yield europeo vuelve a mostrar atractivo para aquellos inversores que con tolerancia a la volatilidad y un horizonte temporal lo suficiente amplio, se puedan aprovechar de un activo cuyos fundamentales siguen siendo solidos y cuyas valoraciones están reflejando gran parte de una desaceleración económica y la actuación de los bancos centrales.

Actualmente las ratios de default se encuentran en unos niveles históricamente bajos y no se espera un aumento muy significativo. Sin embargo, aunque se diese esa situación, hay que recordar que el mercado europeo de high yield tiene un tamaño cercano a los 600.000 millones de euros. A diferencia del americano, cuenta con una estructura de calidad crediticia más estable; debido a que más del 60% de los bonos tiene un rating de BB mientras que en USA es inferior al 50%. Por su parte, el porcentaje de bonos con un rating CCC o inferior en Europa no llega al 10% mientras que en USA ronda el 15%. A su vez, en el caso de que el entorno económico siguiese empeorando, los bonos de baja calidad ofrecen altos cupones que actúan de colchón a la volatilidad del precio.

Por lo tanto, en atl Capital recomendamos invertir en el activo a través de un fondo con una amplia diversificación (tanto por emisores como por sectores) para evitar el riesgo de concentración y pérdidas de difícil recuperación. En este caso, queremos destacar el fondo BlackRock European High Yield como una opción interesante para invertir en el activo.

El fondo BGF European High Yield invierte en bonos corporativos europeos de alto rendimiento. Se trata de una cartera ampliamente diversificada: alrededor de 400 bonos de 200 emisores de diferentes sectores. El fondo incorpora tanto el análisis top down como bottom up en su proceso de inversión con el objetivo de optimizar el binomio de rentabilidad/riesgo de cada inversión. Además, tiene en cuenta los criterios de sostenibilidad ESG en su proceso de selección de emisiones y es artículo 8 por SFDR. 

La gestión del fondo está a cargo del equipo de crédito europeo de BlackRock. James Turner ocupa el puesto de director del equipo de crédito. Cuenta con más de 25 años de experiencia en la gestión de fondos de inversión.

Sergi Biosca, selector de fondos y gestor de carteras en Caja de Ingenieros

Después de unos años donde la rentabilidad esperada en los activos de renta fija no compensaba el riesgo asumido, dicha situación se ha revertido: los activos de renta fija han recuperado su atractivo. Paulatinamente volverán a tener la relevancia que se merecen en el proceso de construcción y gestión de carteras.

Sin embargo, la volatilidad e incertidumbre del entorno económico y geopolítico actual,  junto al adiós repentino del “forward guidance” por parte de los bancos centrales, nos exige mantener un elevado grado de flexibilidad y seguir abogando por mantener un núcleo dominado por emisiones de elevada calidad crediticia. En este sentido, el fondo FvS - Bond Opportunities cumple con ambos requisitos. La estrategia, gestionada por Frank Lipowski desde su lanzamiento y Wilhelm Wildschütz desde 2021, actualmente mantiene un fuerte sesgo en emisiones de máxima calidad crediticia. Aproximadamente el 40% de la cartera se posiciona en emisiones AAA, algo prácticamente insólito en la historia del fondo. En la misma línea, también destaca la baja exposición al crédito corporativo, que se sitúa a niveles conservadores en relación al promedio histórico del fondo.

La flexibilidad es otro pilar fundamental en el riguroso proceso de inversión de la gestora alemana Flossbach von Storch. El fondo es gestionado sin tener en consideración ningún índice de referencia y solamente cuenta con un único límite: la divisa no euro no puede superar el 15% del total de la cartera. ¿Qué significa flexibilidad? Es una herramienta que permite a la estrategia gestionar los riesgos y al mismo tiempo capitalizar las diferentes fuentes de rendimiento que ofrece el mercado de renta fija, desde el cupón y el paso del tiempo, hasta las pendientes de las curvas, los diferenciales de crédito, la duración y las divisas. En un entorno de incertidumbre y volatilidad como el actual, donde las oportunidades de hoy pueden quedar obsoletas mañana, es muy importante mantener un elevado grado de dinamismo y poder posicionar la cartera en el segmento de mercado que ofrezca mayores oportunidades en relación al binomio rentabilidad riesgo.

Por último, en una situación de mercado como la actual es muy importante que los profesionales en que delegamos la gestión de los activos cuenten con holgada experiencia, con los recursos necesarios y que sean capaces de gestionar el producto sin perder el objetivo de generar valor para los inversores a largo plazo. En este caso, el fondo se beneficia de la elevada experiencia de Frank Lipowski, gestor principal del fondo desde su lanzamiento en junio de 2009. Cuenta con el apoyo de Wilhelm Wildschütz (cogestor de la estrategia) y un equipo de más de 30 analistas encargados de evaluar de forma continua tanto las compañías como el entorno económico, político y monetario.

En definitiva, se trata un fondo de armario que nos permitirá navegar tranquilamente por el entorno actual. Y al mismo tiempo participar de las diferentes oportunidades que nos ofrece el mercado de renta fija.

Alberto Loza, Senior Manager y Socio de Norwealth Capital

Estamos atravesando un periodo complicado para recomendar un fondo de renta fija. El importante incremento de la inflación, las subidas de tipos de interés de los últimos meses y las perspectivas de subidas adicionales por parte de los principales bancos centrales ponen mucha presión a esta clase de activo.

En este incierto panorama, desde Norwealth Capital proponemos a los lectores que se planteen incluir en sus posiciones, siempre que la cartera resultante encaje dentro de su perfil de riesgo, el fondo T. Rowe Price Dynamic Global Bond. Entendemos que reúne una serie de características que aportan valor a una cartera diversificada y bien construida.

Es un fondo con calificación media investment grade, actualmente se sitúa en AA- y mayoritariamente invertido en bonos de gobierno. Con un tamaño cercano a los 10.000 millones de euros. Registrado en España y traspasable.

Entrando en el detalle de su estrategia de inversión, destacamos en primer lugar la eficiente gestión activa de la duración que históricamente han conseguido. Siempre ha sido uno de los pilares principales del fondo y les ha ayudado a obtener unos rendimientos mejores a los comparables en momentos de estrés. Tiene un margen de movimiento de [-1, +6] que utiliza en su totalidad. En tres ocasiones desde su lanzamiento hace 7 años ha estado en duraciones máximas. Y han sido numerosos los momentos donde la duración total del fondo se ha situado en terreno negativo.

Lo siguiente que destacaría es la búsqueda activa de una correlación muy baja o incluso negativa con los principales índices de acciones. Esto que parece una obviedad, la descorrelación entre un fondo de renta fija y la renta variable es algo que en los últimos tiempos ha sido prácticamente imposible de conseguir. Este es uno de los pocos fondos de renta fija que pueden presumir de seguir teniendo un comportamiento no directamente relacionado con el equity.

La suma de estas dos ideas, junto con un equipo amplio y experimentado, ha hecho que el fondo tenga un track record histórico en el que se puede apreciar una rentabilidad consistente a lo largo del tiempo, con una excelente gestión del riesgo (no en vano el comportamiento en los principales acontecimientos adversos de los mercados de renta variable, e incluso en épocas de subida de tipos, ha sido muy destacado) y una baja correlación a activos de riesgo.

En relación con las divisas, los gestores cubren de forma sistemática cualquier exposición a las monedas no euro. Tan solo, en algunos momentos pueden dejar abierta alguna divisa de manera táctica.

Históricamente un 60% del alpha del fondo ha venido de la gestión de la duración. Otro 20% de la divisa y el restante 20% del crédito.

La volatilidad objetivo del fondo está entre el 2% y el 5%, situándose en el 3,08 desde su lanzamiento en 2015.

Por todo ello, en nuestros análisis nos encaja muy bien en casi todas las carteras. Reduce la volatilidad total de las mismas y mejora el perfil rentabilidad-riesgo y la frontera eficiente.

María Idarreta, análisis y selección de fondos de Singular Bank

En Singular Bank llevamos ya más de un año posicionados en duraciones cortas y renta fija de calidad. Eso nos ha permitido defender las carteras en la primera parte del año. Aún no vemos que sea el momento de aumentar duraciones, al menos hasta que haya más visibilidad sobre los bancos centrales. Aunque consideramos que el punto de inflexión para volver a incrementar duración está cerca. Por eso creemos que hay que ir tomando posiciones en activos muy sobrevendidos como es el crédito high yield americano. Esto lo hacemos a través del AXA US Short Duration High Yield. Un fondo que invierte en bonos por debajo de grado de inversión de vencimientos no superiores a los 5 años. No utiliza derivados para reducir la duración y tampoco tiene préstamos en cartera. Más de la mitad de la cartera está en el tramo BB y un tercio de la misma tiene opción de amortización anticipada, lo que reduce aún más su duración efectiva.

AXA fue de las primeras gestoras en unir high yield y duración corta, una combinación que optimiza el ratio sharpe. Atendiendo a la clase de activo, tiene una asimetría de distribución de rentabilidades positiva. Esto, unido a la duración corta, hace que podamos estar expuestos a una yield to worst muy atractiva incluso quitando el coste de cobertura, pero con mucho menos riesgo por la pata nominal. Por la parte del crédito, AXA cuenta con un equipo que centra sus esfuerzos en el análisis fundamental de las compañías. Con ello han conseguido que en sus más de 20 años de histórico solo haya tenido dos defaults en cartera. Esto también es gracias a los vencimientos de los bonos, ya que la visibilidad de los flujos de las compañías de aquí a 5 años es mucho mayor que en las emisiones a más largo plazo. 

Actualmente, la yield más probable ronda el 7%-8% en dólares, con la mayoría de los bonos bajo par. Pero en un activo en el que generalmente el 80% de los mismos vence de forma anticipada, obtendríamos una rentabilidad más alta cuando se vaya normalizando la situación. En cuanto a los defaults, el equipo gestor opina que puede subir la tasa de impago pero no más allá de la media histórica del 3,5%. En todo caso, no sería un problema sistémico, si no idiosincrático de cada emisor; ya que el mercado de high yield tiene ahora mayor calidad que en crisis anteriores, las compañías están menos endeudadas y tienen más caja.

Ignasi Carbonell, Portfolio Manager de Solventis

Como en el cuento del patito feo, la renta fija ha pasado de ser el activo con menos protagonismo en las carteras a ser el preferido del año. Las subidas de tipos por parte de los diferentes bancos centrales y su consecuente castigo a los bonos, ha dejado atrás la era de los tipos cero para dar lugar a oportunidades muy atractivas en este tipo de activo. Este castigo ha sido generalizado, y hemos visto como fondos de renta fija eran el principal lastre de carteras de perfil conservador.

Por este motivo, el fondo BSF Sustainable Fixed Income Strategies ha sido la elección de este año. Es un fondo de renta fija flexible, lo que le permite tener un asset allocation muy dinámico. Esta estructura de la cartera surge de dos estrategias diferentes: visión top-down y selección bottom-up. De la primera se encarga el equipo gestor, implementando una asignación de activos en función de su visión del entorno macroeconómico. La segunda, si bien los responsables son los gestores, se toman las ideas generadas por los especialistas sectoriales, que es el equipo encargado de la selección de valores, siempre apoyado en el análisis y control del riesgo.

Dentro de la categoría de fondos flexibles toma especial relevancia, sobretodo en un entorno como el actual, el poder tomar duraciones nulas o negativas, algo que ha sido el principal contribuidor a la rentabilidad del fondo este año. Siendo su rango de -3 a +3, el equipo gestor se ha situado en duraciones inferiores o cercanas a 0 durante todo el año.

El fondo toma posiciones en seis subestrategias:

  • Liquidez: el rango de actuación va del 0 al 30% del patrimonio del fondo. El objetivo es la preservación de capital.
  • Estrategias gubernamentales: el rango objetivo oscila entre el 20% y el 50%. Esta estrategia se centra en la sensibilidad de tipos.
  • Estrategias corporativas: se invierte entre el 15% y el 40% del fondo. Los principales instrumentos utilizados son bonos corporativos y CDS.
  • Titulizaciones: rango de 10% a 40%. Con ABS y MBS, el equipo gestor toma posiciones de valor relativo.
  • Divisa: es la sub-estrategia de menos peso, oscilando este entre 0% y 5%.
  • Otros: con un peso de 0% a 25%, aquí se toman posiciones con algo más de volatilidad, como la deuda emergente y crédito high yield.

Dado el perfil defensivo del fondo, el equipo gestor siempre mantendrá una posición mínima del 30% en liquidez o bonos gubernamentales. Adicionalmente, la calidad media del crédito se sitúa en A, siendo así una cartera de alta calidad crediticia.
En esta nueva normalidad, la flexibilidad es un factor clave, por eso debemos estar siempre buscándola, tratando así de proteger nuestras carteras de los vaivenes del mercado.

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