8 AGO, 2018
Por Leticia Rial de RankiaPro
Ha llegado el momento de presentar a nuestro nuevo Gestor del mes. Para la ocasión hemos tenido el placer de contar con James Ross, gestor de fondos del equipo European Equities en Janus Henderson Investors. Anteriormente James ha sido gestor de fondos del UK Equities Team, donde co-gestionaba un fondo de acciones del Reino Unido. Comenzó su carrera con Henderson en 2007. James se graduó con un BA (Hons) en economía de la Universidad de Durham. Posee la designación de Analista Financiero Colegiado y tiene 11 años de experiencia en la industria financiera.
Como muchas cosas en esta vida, sucedió casi por casualidad. Un profesor de economía del colegio, una persona muy inspiradora para mí, me llevó a decantarme a última hora por este ámbito, y me gustó tanto que decidí seguir estudiándolo en la universidad. Esta base académica me animó a querer ampliar mis conocimientos sobre el ámbito empresarial y, en concreto, a comprender cuáles son las características que hacen que un negocio funcione o no. La gestión de fondos resultó la opción más lógica para mí, y nunca me he arrepentido de mi decisión.
Más allá de mi trabajo, intento pasar tanto tiempo al aire libre como sea posible. Pasear, la pesca con mosca o irme de acampada son algunos de mis pasatiempos preferidos. También disfruto con la cocina, la lectura...y con que mis dos hijas me saquen de quicio.
Los últimos meses, hemos identificado varios datos que parecen indicar que el actual periodo de crecimiento económico superior a lo esperado podría estar tocando a su fin. En primer lugar, las tendencias de la oferta monetaria —que históricamente han constituido un indicador principal bastante fiable de la actividad económica— apuntan de forma inequívoca a una ralentización del contexto económico mundial. En segundo lugar, los índices PMI a escala global reflejan una moderación del crecimiento tras dos años especialmente positivos. No se trata de algo que afecte a una región en concreto, sino que parece tener un alcance mundial.
Cabe destacar que dedicamos mucho más tiempo al análisis fundamental ascendente y a estudiar la calidad de las propias empresas que a los factores macroeconómicos. Sin embargo, consideramos que ha llegado la hora de modificar nuestra estrategia de cara a distanciarnos aún más de las áreas más sensibles al plano económico (cíclicas) y priorizar firmas que destaquen por su calidad, unas rentabilidades elevadas y un carácter más defensivo que encajen mejor con nuestra estrategia de inversión principal.
Cuando analizo una compañía, lo primero que me viene a la mente y trato de evaluar es la rentabilidad del capital invertido (en inglés, ROIC). Inmediatamente después, me fijo en su valoración. Mi objetivo es identificar firmas que generan rentabilidades elevadas y sostenibles o empresas que actualmente arrojan unas rentabilidades muy reducidas pero que ofrecen un claro potencial de mejora. Esos son los pilares principales de mi enfoque de inversión.
Como mencionaba antes, nos centramos en las rentabilidades y buscamos empresas que generan rentabilidades elevadas y sostenibles o firmas cuyas rentabilidades actuales no son especialmente elevadas, pero donde apreciamos un potencial real de mejora que no está descontado en el precio de la acción. Maersk constituye un buen ejemplo de ello. El sector de transporte de contenedores atraviesa actualmente un periodo complicado. Debido a estas difíciles condiciones, Maersk cotiza en una horquilla de valoración que, en nuestra opinión, refleja un valor de su negocio principal de transporte de contenedores considerablemente inferior al valor del capital invertido.
La disminución de las ampliaciones de capacidad y el actual proceso de consolidación del sector nos llevan a pensar que las rentabilidades deberían mejorar en los próximos años. Si el sector es capaz de volver a generar las suficientes rentabilidades como para cubrir el coste del capital, la cotización de Maersk podría experimentar un marcado repunte con el tiempo.
Siempre hay que centrarse en las empresas, dado que las turbulencias económicas y políticas a corto plazo se disipan con el paso del tiempo.