En medio de la presión regulatoria, los riesgos y oportunidades reputacionales, el aumento de la conciencia pública y la atención de los medios de comunicación, la inversión sostenible ha ascendido progresivamente en los propósitos de los inversores institucionales.

En Willis Towers Watson creemos desde hace tiempo en la importancia de la inversión sostenible, la defendemos y la impulsamos. También en que la integración de este concepto en todo el proceso de inversión, desde el establecimiento de la misión y los objetivos a través de la asignación de activos hasta la monitorización y la presentación de informes, pasando por la construcción de la cartera y la selección de los gestores, es la mejor manera de obtener todo su valor. Debería, así, estar este factor completamente integrado en las soluciones que se ofrezcan a todo inversor en la industria financiera, entre la que el inversor institucional destaca por la exigencia de mayor detalle y recursos.
La gestión fiduciaria y las soluciones por las que apostamos, basadas en una exhaustiva y previa investigación, tratan de proporcionar el acceso a las mejores ideas e implementación de inversiones sostenibles. Porque la inversión sostenible requiere que los propietarios de activos puedan:
- Ampliar e implementar sus conocimientos sobre inversión y administración sostenibles.
- Desarrollar creencias, políticas y estrategias de inversión sostenible.
- Integrar las consideraciones de ESG en la toma de decisiones de selección e inversión.
- Encontrar soluciones dentro del capital público y privado, el crédito y los productos alternativos.
- Asignar capital a estrategias temáticas.
- Supervisar e informar sobre la integración de criterios ESG y los posibles gestores especialistas en cartera.
- Evaluar e informar sobre la resistencia de las carteras de activos a problemas clave de sostenibilidad, incluido un análisis detallado de ESG y exposiciones al riesgo de carbono.
- Cumplir con los requisitos reglamentarios y la guía de mejores prácticas recomendadas.
La sostenibilidad como criterio clave en el mundo de la inversión no es una moda pasajera. Es algo que ganará peso, por lo que es fundamental ofrecer claridad y confianza hoy para un mañana más sostenible.
Hacia un futuro más sostenible
Como gerente fiduciario, subyace la responsabilidad de actuar en el mejor interés de los inversores y los clientes. Básicamente, esto significa buscar los mejores rendimientos ajustados al riesgo aplicados a sus contextos de inversión individuales, lo que incluye considerar todos los riesgos materiales (actuales y futuros), muchos de los cuales consideramos relacionados con la sostenibilidad.
Dentro del amplio alcance de la inversión sostenible, hemos identificado el cambio climático como una prioridad crítica y sistémica, dado el riesgo que representa para las inversiones de nuestros clientes, para la resiliencia continua del universo del ahorro y para el planeta en su conjunto.
La medición de nuestro progreso y del de todao el mercado inversor hacia la gestión de la transición a una economía resistente al clima y de cero emisiones es un tema importante. No existe una única métrica definitiva que pueda usarse para medir el progreso; y los datos y análisis en el espacio climático están evolucionando rápidamente. Por ello es clave que todas las partes interesadas, presentes y futuras, estén interconectadas: clientes, empleados, accionistas, la sociedad en general y el planeta.
Los mejores resultados requieren cambios, de nosotros como individuos, pero también como empresas y como industria. Es indispensable ser conscientes de la importancia que tiene el mejorar la inversión desde todos sus ángulos; y el papel del gestor fiduciario es imprescindible en este contexto.
Dada nuestra prioridad en torno al clima, esta es también un área clave de enfoque del proceso de construcción de la cartera. En particular, para comprender las exposiciones al riesgo climático de nuestras carteras y reducirlas a lo largo del tiempo, así como identificar e invertir de manera efectiva en oportunidades relevantes. Esto se lleva a cabo tanto a través de la identificación y el análisis detallado de los sectores afectados por el clima, como de la contribución de cada gestor especialista. Ejemplos de acciones en cartera que tomamos para reflejar lo anterior incluyen:
- Examinar las credenciales y actividades de inversión sostenible de los gestores especialistas en cartera.
- Participar y ejercer voto proactivo en gran parte de las compañías dentro de nuestras carteras delegadas.
- Gestionar la exposición de la cartera a los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad.
- Realizar un cribado negativo (por ejemplo, aplicar exclusiones a ciertos activos que no cumplan las exigencias sostenibles establecidas).
- Evaluar oportunidades alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS).
- Realizar pruebas de estrés para determinar la materialidad de los temas y tendencias de sostenibilidad en términos de impacto en el rendimiento y la exposición de la cartera.
- Acometer la proyección y el cálculo del impacto esperado de los temas y tendencias de sostenibilidad a largo plazo en la cartera.
- Efectuar un análisis del mapa de emisiones de CO 2 de la industria.
- Hacer la modelización / análisis de los posibles escenarios climáticos.
- Elaborar informes sobre el clima de la cartera. Tenemos la firme convicción de que el compromiso y la gestión de las inversiones de forma sostenible son importantes para dar al mercado inversor una voz más fuerte y mejorar los resultados para todos los participantes.
El papel del gestor fiduciario es clave para impulsar mercados financieros y de inversión sólidos, resilientes y que funcionen a largo plazo; para promover, en definitiva, una industria de inversiones que evolucione a mejor, con más altos estándares y mayor efectividad.