Está siendo un otoño bastante agitado y los mercados de deuda subordinada se han visto sometidos a una presión cada vez mayor, ya que los temores a la alta inflación y a la recesión mundial siguen aumentando. De hecho, en las últimas semanas, el mercado de deuda subordinada se ha visto fuertemente afectado por un tono muy duro por parte de los bancos centrales mundiales, lo que ha provocado una mayor volatilidad en los tipos soberanos.

En primer lugar, el BCE anunció una subida de los tipos de interés de 75 puntos básicos, situando su tipo de depósito de referencia en el 0,75%, y revisó al alza sus expectativas de inflación hasta una media del 8,1% en 2022. La FED subió los tipos en 75 puntos básicos y anunció que prevé llevar a cabo un nuevo endurecimiento del 1,25% antes de finales de año y redujo sus previsiones de crecimiento. La mayor sorpresa la dio el Banco de Inglaterra, que decidió subir los tipos 50 puntos básicos, pero sobre todo el Gobierno británico, que propuso un paquete de estímulo fiscal radical de 161.000 millones de libras. Estas medidas anunciadas por el Gobierno británico provocaron un aumento de la volatilidad del Gilt (con variaciones de 100 puntos básicos en un día para el Gilt a 30 años, por ejemplo).
No obstante, la atención se ha centrado de nuevo en la macroeconomía que impulsa todos los mercados mundiales. Durante el mes de septiembre, el índice de deuda AT1 CoCos € registró un rendimiento negativo del -7,29%. Su equivalente en dólares es muy parecido, con un rendimiento del -5,52% en agosto. Las demás clases de deuda subordinada también terminaron el mes de septiembre en terreno negativo: El índice iBoxx de deuda Tier 2 cayó un 3,62%, el índice iBoxx de deuda subordinada de seguros un 5,50% y el iBoxx de híbridos corporativos un 4,02%.
El mercado primario se activó a principios de septiembre, pero se ha tranquilizado al aumentar la volatilidad. En el mercado de Tier 2, Raiffeisen Bank International emitió un Tier 2 de 500 millones de euros con un cupón del 7,375% (10,25NC5,25). Nykredit también emitió un Tier 2 de 500 millones de euros con un cupón del 5,5%. Por su parte, BPER Banca lanzó un Tier 2 de 400 millones de euros con un cupón del 8,625%. Por parte de las aseguradoras, Coface ha anunciado el lanzamiento de un Tier 2 bullet 2032 con un cupón del 6%. Tras un largo silencio en el mercado de los híbridos corporativos, dos emisores han regresado. En efecto, Telia (empresa sueca de telecomunicaciones) reabrió el mercado con un híbrido de 600 millones de euros al 4,65% (60,25NC5,25). Además, KPN (un operador de telecomunicaciones holandés) emitió un híbrido verde de 500 millones de euros con una estructura Perpetual Non-Call 5,25 con un cupón del 6%. Al mismo tiempo, el mes de agosto ha estado marcado una vez más por el tema de las calls y no-calls sobre los AT1 y la deuda bancaria de nivel 2. Bank of Nova Scotia (banco canadiense) decidió no ejercer la call sobre su AT1 al 4,65% (US064159KJ44). Se trata de la segunda prórroga del AT1 este año, después de que Aareal Bank no retirara su AT1 por tercera vez (el bono es amortizable cada año). En el nivel 2, el Banco BPM retiró su bono de 500 millones de euros con un cupón del 4,375% el último día de la ventana de compra.
Las últimas semanas también han sido agitadas para Credit Suisse. En primer lugar, el Financial Times informó de una posible división de su negocio en tres partes: los activos de asesoramiento del grupo, un “banco malo” que se liquidará y el resto del negocio. Además, Reuters informó de que el banco había sondeado a los inversores para una posible ampliación de capital y sugirió que Credit Suisse estaba considerando abandonar el mercado estadounidense, lo que el banco “negó categóricamente”. Credit Suisse emitió un comunicado indicando que estaba “estaba trabajando en su revisión estratégica integral, incluyendo potenciales desinversiones y ventas de activos”. Todo ello sin contar con la avalancha de rumores sobre la salud financiera del banco en Twitter a finales de mes. De hecho, se ha especulado mucho a raíz de los movimientos de los diferenciales de los CDS (a pesar de que Credit Suisse cotiza al mismo nivel que los bancos italianos) y de la valoración de las acciones (recuerde: las valoraciones de las acciones bancarias son un indicador poco fiable de una posible quiebra).
El consejero delegado respondió asegurando a los empleados y a los inversores que su posición de capital y liquidez era sólida y que los movimientos del precio de sus acciones no reflejaban la salud financiera del banco. De hecho, a pesar de los recientes malos resultados, Credit Suisse sigue estando bien capitalizado (con un ratio CET1 del 13,5% en el segundo trimestre de 2022) y tiene abundante liquidez (235.000 millones de CHF de activos líquidos de alta calidad). Sin embargo, las acciones y los bonos reaccionaron con bastante violencia en la jornada del 3 de octubre. Esto nos recuerda a los rumores que rodearon a Société Générale en 2012 o a Deutsche Bank en 2016. Esto podría desencadenar anuncios de reestructuración mayores y antes de lo esperado, posiblemente acompañados de una ampliación de capital. El banco anunciará su estrategia junto con sus resultados del tercer trimestre de 2022 el 27 de octubre. No tenemos ninguna posición en Credit Suisse en nuestros fondos de deuda subordinada desde el 31 de agosto de 2021.
Al margen del sector financiero, EDF ha anunciado que sus objetivos para 2023 serán objeto de revisión una vez que se concreten las condiciones regulatorias para el próximo año. Este anuncio se produjo tras el discurso de la primera ministra, Elisabeth Borne, sobre la ampliación del blindaje tarifario para 2023 con un tope de subida de las tarifas eléctricas reguladas del +15% a partir del próximo mes de febrero. La compañía energética francesa ha anunciado en un comunicado que las pérdidas vinculadas a la caída de su producción (corrosión, operaciones de mantenimiento) serán probablemente mayores de lo previsto. En efecto, EDF ha indicado que, sobre la base de la información de que dispone, el impacto estimado de la caída de la producción en el EBITDA del grupo para 2022 se ha reevaluado en unos -29.000 millones de euros, frente a la estimación anterior de -24.000 millones de euros.