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El panorama inversor: tres áreas de atención para 2023
Perspectivas de mercado

El panorama inversor: tres áreas de atención para 2023

Natasha Brook-Walters, codirectora de estrategia de inversión de Wellington Management, analiza las áreas del mercado en las que conviene tener la vista puesta este año.
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12 ENE, 2023

Por Wellington Management

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Por Natasha Brook-Walters, codirectora de estrategia de inversión, Wellington Management

iStrat es el grupo de estrategia y soluciones de inversión de Wellington. Somos gestores e inversores, como nuestros clientes. Así pues, ¿dónde creemos que debe centrarse la inversión en 2023? Destacamos tres áreas que son prioritarias:

1. Mitigar las pérdidas, ya que la correlación entre la renta variable y la renta fija sigue siendo inestable

Durante las últimas décadas, la correlación negativa entre la renta variable y la renta fija ha proporcionado un excelente equilibrio a muchos inversores. El año pasado, ambos mercados bajaron, y esta correlación positiva hizo que la relación entre la renta variable y la renta fija pasara de mitigar el riesgo a potenciarlo.

El cambio de correlación fue impulsado por la evolución del entorno económico. Durante la última década, los mercados acabaron asumiendo que los bancos centrales responderían a cualquier deterioro de las condiciones macroeconómicas recortando los tipos de interés y haciendo, como dijo una vez el expresidente del BCE Mario Draghi, "lo que sea necesario". Esto ayudó a mantener la correlación negativa: una economía en dificultades es negativa para la renta variable, pero positiva para la duración cuando la respuesta es la bajada de tipos.

Pero ahora los bancos centrales se enfrentan a un aumento de la inflación, lo que plantea la posibilidad de una difícil elección: relajar la política monetaria si las perspectivas económicas empeoran o subir los tipos para frenar la inflación. Los bonos tendrán dificultades en este entorno, especialmente si se percibe que los bancos centrales van por detrás en la lucha contra la inflación.

Creemos que la inflación seguirá siendo un reto (aunque no esté en los máximos actuales de 40 años) y los bancos centrales y los gobiernos se verán obligados a lidiar con esta disyuntiva de crecimiento/inflación. Aunque los bonos pueden seguir desempeñando un papel importante en las carteras por su potencial para aumentar los ingresos, la liquidez y la rentabilidad total, este régimen de alta inflación puede limitar su función de diversificación y protección contra las caídas. Para prepararse, los gestores pueden considerar estrategias que complementen el papel protector de los bonos, como, por ejemplo:

2. Planificación para la incertidumbre cíclica y la volatilidad macro

En la nueva realidad económica descrita, en la que los bancos centrales ya no pueden centrarse exclusivamente en mantener un crecimiento estable, nuestro equipo de estrategas macroeconómicos ha argumentado que volveremos a ver un ciclo económico tradicional con movimientos distintos y posiblemente más frecuentes de una fase a otra. También esperamos una mayor divergencia cíclica entre los países, a medida que los responsables políticos tomen decisiones diferentes sobre el equilibrio entre crecimiento e inflación y a medida que la globalización se vaya deshaciendo. La volatilidad cíclica se traducirá probablemente en un aumento de la volatilidad de los activos macroeconómicos, incluidos los tipos y las divisas. Esto puede crear retos, pero también oportunidades que hay que tener en cuenta:

3. Mirando a través de la volatilidad: ¿cómo deben evolucionar las carteras a largo plazo?

Creemos que estamos en medio de un cambio de régimen, es decir, que los cambios económicos que estamos presenciando son probablemente estructurales y no cíclicos. Teniendo esto en cuenta, creemos que 2023 será un año para que los gestores se aseguren de estar posicionados para el cambio.

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