
La biodiversidad está en el punto de mira hoy en día. A medida que reflexionamos sobre nuestra relación con la naturaleza, nos damos cuenta de que, a pesar de nuestros avances tecnológicos, dependemos completamente de ecosistemas saludables para satisfacer nuestras necesidades básicas, como agua, alimentos, medicinas, ropa, combustible, refugio y energía.
Para preservar todo esto, debemos respetar, proteger y restaurar nuestra diversidad biológica. Este año es especialmente importante para la conservación de la biodiversidad debido a un acuerdo histórico llamado el Marco Mundial Kumming-Montreal de la Diversidad Biológica. Este acuerdo, firmado en diciembre de 2022, establece metas y acciones específicas para detener y revertir la pérdida de la naturaleza antes de 2050. Por lo tanto, el tema del Día Internacional de la Diversidad Biológica es “Del acuerdo a la acción: reconstruir la biodiversidad“, según La Organización de las Naciones Unidas.
¿Qué es exactamente la biodiversidad y por qué es importante?
El término se refiere a la variedad de vida vegetal y animal o a un hábitat específico, y es vital para el funcionamiento de nuestros ecosistemas y la sociedad. Proporciona una gran cantidad de beneficios, desde la protección de los recursos hídricos y la mejora de la fertilidad del suelo hasta la absorción de las emisiones de carbono y la garantía de la estabilidad del clima. Muchas empresas dependen directa o indirectamente de estos servicios de los ecosistemas, por ejemplo, para la producción de materias primas y las cadenas de suministro.
Jean-Philippe Desmartin, director de inversión responsable en Edmond de Rothschild AM
Actualmente hay 8.000 millones de seres humanos habitando el planeta Tierra, este es un nuevo récord alcanzado a finales de 2022, que someterán los recursos del planeta a una presión cada vez mayor. El aumento de la población mundial -se ha cuadruplicado en menos de un siglo- es un gran reto para la biodiversidad.
La buena noticia es que detrás de una COP lleva a otra. A finales de 2022, los logros de la COP 15 sobre Biodiversidad celebrada en Montreal cogieron a muchos por sorpresa, a diferencia de la COP 27 sobre Cambio Climático celebrada anteriormente en Charm el-Cheikh. Gracias al éxito de la COP15, que fijó objetivos tangibles y ambiciosos después de 10 años decepcionantes, 2023 es el año de la biodiversidad. Por parte de los gobiernos, todos los países podrán elaborar o alinear sus planes de biodiversidad con el acuerdo de Kunming-Montréal.
Para las empresas y los inversores, la versión 1.0 de la hoja de ruta de la Taskforce on Nature-related Financial Disclosures (TNFD por sus siglas en inglés) debería presentarse a finales de 2023. En Edmond de Rothschild AM, consideramos que esto establecerá un lenguaje común en torno a la biodiversidad para el sector privado, al igual que el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD por sus siglas en inglés) hizo para el cambio climático en 2017. Para los inversores, creemos que esto implicará innovar y construir una hoja de ruta común sobre cambio climático y biodiversidad a partir de los marcos TCFD y TNFD, ambos compatibles.
Un anuncio concreto podría tener una gran repercusión en la mejora de la eficacia de estas cumbres: la celebración de COPs paralelas sobre cambio climático y biodiversidad. Todas las partes interesadas están de acuerdo en que los retos medioambientales y sociales están entrelazados, tanto en términos de problemas como de soluciones. Una mejor coordinación permitiría lanzar definitivamente las COP sobre biodiversidad, al tiempo que se apoyan las COP sobre el cambio climático. Este anuncio sorpresa (y positivo) podría hacerse en la próxima COP 28, que se celebrará en Dubai del jueves 30 de noviembre al martes 12 de diciembre de 2023.
Citando al filósofo Henri Bergson: “El futuro no es lo que nos sucederá, sino lo que haremos de él“.
El 50% del PIB mundial depende de la naturaleza y sus servicios
Gabriel Micheli, CFA, gestor de Pictet ReGeneration
50% del PIB mundial depende de la naturaleza y sus servicios, incluyendo la polinización y ciclos del agua y el aire. Al respecto, la biodiversidad es una buena medida del estado de salud de la Tierra. En los últimos 50 años hemos perdido aproximadamente 70% de las especies animales vertebradas. . Incluso en Alemania se ha reducido 75% la población de abejas. Arrecifes de coral, selvas tropicales y numerosas moléculas están desapareciendo.
De manera que recientemente, la COP 15 de Naciones Unidas en Montreal sobre biodiversidad ha acordado proteger 30% de la tierra, agua y zonas costeras para 2030, frente a solo 17% en tierra y 10% del agua actualmente. Incluso en la UE hay una propuesta de directiva para la restauración de la naturaleza y China, que representa 30% de las emisiones globales de carbono, cuenta con un Plan nacional de Conservación de la Biodiversidad.
La naturaleza es un problema humano
El caso es que diferentes estrategias de inversión ambientales tienen vínculo con la biodiversidad, que siempre ha sido una dimensión a tener en cuenta.
Por nuestra parte, hemos empleado en los últimos diez años el esquema de nueve límites planetarios del Centro de Resiliencia de Estocolmo. Aunque la Tierra tiene capacidad de regeneración, mantenerse fuera de un límite demasiado tiempo tiene consecuencias imparables, lo que incluye la pérdida de biodiversidad, que por sí misma una buena manera de combinar dimensiones ambientales.
Ahora bien, es difícil de medir, pues incluye diferentes especies, genéticas y ecosistemas. Aunque hay índices, no son suficientemente completos. De manera que hemos desarrollado métricas basadas en el análisis input/output aplicado al ciclo de vida de los productos y servicios de cada empresa para la estimación de su impacto. Por ejemplo, para una pantalla de TV, 98% del impacto está relacionado con su fabricación.
A esto se añade la base social, ya que es imposible tratar de restaurar el planeta sin cuidar las personas. Ello se ve facilitado con el acceso a la educación e inclusión económica. Así, un restaurante puede contar con preparación artesanal y agricultores locales de alimentos naturales, que necesitan suelo, agua y polinización. Podemos ayudar a levantar ese negocio. De hecho las comunidades locales probablemente no participen si no se les brinda ayuda, especialmente en economías emergentes. La naturaleza es un problema humano.
Economía degenerativa, sostenible y regenerativa
El caso es que actualmente la economía es degenerativa, con impacto ambiental negativo. Puede ser más eficiente y tratar de tener impacto neto cero, mediante la economía circular. El siguiente paso es la economía restaurativa. En agricultura, implica mejorar el almacenamiento de carbono, retención de agua y la calidad de los alimentos, con un impacto positivo similar al de los bosques, que crean diversidad con el tiempo. Es el modelo de la naturaleza, más que el extractivo actual. En concreto los principios de la regeneración incluyen producir “más eficientemente”, “menos” -alquilar en lugar de comprar-, “en bucle” -economía circular-, renovando -energía, recursos biológicos- y potenciando a las personas.
Así que establecemos cinco medidas principales de mayor impacto: uso de la tierra, eutrofización, acidificación, cambio climático y estrés hídrico.
Proveedores de soluciones
De manera que podemos invertir anticipadamente en empresas que aportan soluciones. Pueden crecer más que el resto del mercado. Además, las empresas con mala huella de biodiversidad necesitan soluciones para reducir emisiones y residuos, que son proporcionadas por estas empresas. En cualquier caso, conviene fijarse en negocios establecidos de alta calidad, que están proporcionando flujo de efectivo.
Es el caso de Dassault Systemes, que dispone de software para crear nuevos productos teniendo en cuenta el ciclo de vida. Contribuye a una economía circular desde la concepción del producto, para reducir recursos y ser reciclable. Tiene una huella baja en sí misma, con una posición financiera muy fuerte. Por su parte, Copart compra automóviles averiados y revende las piezas en una plataforma, extendiendo la vida útil. Tomra fabrica máquinas de reciclado, las cuales, cuando proporcionan cierta compensación, aumentan drásticamente el nivel de reciclaje. Además, empresas forestales, como la norteamericana Weyerhaeuser cuentan con millones de hectáreas de bosques, cortan y replantan árboles, cuidando estas áreas que capturan carbono y generan biodiversidad, con impacto positivo en el cambio climático. En cuanto aspectos sociales destaca Bank Bri, el mayor prestamista de microcréditos en Indonesia, uno de los mayores puntos calientes de biodiversidad del planeta, empoderando a las mujeres. Se trata de un negocio en crecimiento. La empresa cuenta con pautas claras sobre préstamos y un balance conservador.