Los inversores tienden a asociar la innovación con empresas tecnológicas digitales con capitalizaciones de miles de millones de dólares, normalmente situadas en la costa oeste de Estados Unidos o en China. Pero, aparte de lo que creo que son FAANG sobrevalorados y abarrotados, está Europa, que cuenta con florecientes clústeres de innovación que a menudo pasan desapercibidos. Tenemos, por ejemplo, la industria 4.0 en Alemania, las renovables en el sur y el norte del continente o las ciencias de la vida y la industria farmacéutica en Suiza.

En el Aperture European Innovation Fund intentamos ver la innovación en términos amplios. En mi opinión, el rápido avance y la ubicuidad de la tecnología que difumina la línea que separa los valores tecnológicos de otros sectores se está volviendo borrosa y ya no tiene sentido mirar sectores o temas individuales que tengan exposición a la innovación, como la robótica y la tecnología financiera, por ejemplo. Por eso apuesto por un proceso de selección de valores fundamental y ascendente, que nos permita identificar empresas europeas que son líderes en innovación a escala mundial y que se encaminan hacia un crecimiento duradero, con independencia de su sector.
Vendedores de picos y palas
En términos generales, Europa puede describirse como un continente manufacturero, en el que se encuentran muchas de las empresas más antiguas del mundo. Y eso puede importar cuando evaluamos la innovación ya que, aunque sean las empresas emergentes y disruptivas las que acaparan los titulares, en realidad son los «dinosaurios» del mundo empresarial los que tienen el músculo necesario para adquirir y adoptar esas tecnologías disruptivas a gran escala. Por otra parte, muchas empresas de Europa fabrican componentes que emplean los grandes nombres de Silicon Valley.
Sirva como ejemplo el sector de los semiconductores. Si pensamos que, en estos momentos, la penetración de los vehículos eléctricos en todo el mundo es de apenas el 1%, la conclusión es que se trata de un campo muy prometedor que aún se encuentra al principio de una espiral masiva de innovación. Cuando surge una nueva tecnología, normalmente la adopción es tímida hasta un punto en el que empieza a crecer exponencialmente, cuando llega a los mercados de masas. Estos “vendedores de picos y palas” son la infraestructura crítica que tiene la llave de la revolución tecnológica.
Como experto en selección de valores con un enfoque fundamental, en la asignación intentaré contemplar tanto las empresas consolidadas como las emergentes. Por ejemplo, Stellantis, resultante de la fusión entre Peugeot y Fiat Chrysler en este mismo año, es el fabricante de equipos originales más rentable de la industria del automóvil de masas a nivel mundial y uno de los más baratos en términos de valoración. Además, también marca el paso en soluciones de movilidad sostenible gracias a su apuesta por la electrificación, la conectividad, la conducción autónoma y la propiedad compartida.
La innovación sigue siendo una fuerza deflacionista
Llevamos casi una década y media de tipos de interés bajos, en la que la innovación y la inventiva se han beneficiado del acceso barato a la financiación. Ahora que entramos en una fase inversa de tapering y tipos más elevados, la adopción de la innovación debería mantener el ritmo. A más largo plazo, más allá de la disrupción actual, nuevas tecnologías como la cadena de bloques tendrán la capacidad de “desatascar” las cadenas de suministro, al proporcionar conectividad instantánea y una mayor transparencia logística.
Aunque cada vez son más las voces preocupadas por una inflación galopante, la adopción de múltiples innovaciones que se aceleran de manera inexorable seguirá actuando como una fuerza deflacionista, en este caso como un contrapeso del aumento de los costes. En los primeros nueve meses de 2021, las fábricas y usuarios industriales estadounidenses encargaron un número sin precedentes de robots: 29.000 unidades con un valor de 148.000 millones de dólares. Esta cifra supera el pico prepandémico de 2017, según datos recopilados por la Association for Advancing Automation.
Valoraciones: P/E frente a EV/Ventas
La inflación y la subida de los tipos suele afectar especialmente a los valores “growth”. Dentro de este grupo, el problema es aún mayor para los valores que financian el crecimiento de los ingresos con resultados y/o flujos de caja negativos, especialmente si necesitan más financiación para establecer márgenes sostenibles. Lo que podemos llamar el segmento «growth» es un área en la que Europa resulta especialmente asequible, ya que menos del 15% del índice MSCI Europe IMI Growth corresponde a valores en pérdidas, frente al 60% de los valores del índice Russell 3000 Growth estadounidense.