Olivia Lankester, Directora de Inversiones Responsables y Sostenibilidad de Federated Hermes Limited
Se espera que India sume 3.3 billones de dólares a su PIB en los próximos siete años, una cifra que anteriormente había tardado 31 años en alcanzar y con la que, probablemente, supere a países como Japón, Alemania y el Reino Unido para convertirse en la tercera economía más grande del mundo en 2030.
India se encuentra en el lugar correcto en el momento adecuado
Siendo la quinta economía y la segunda población más grande del mundo, India siempre ha sido una fuerza a tener en cuenta. Pero, en esta ocasión, los astros se están alineando a su favor por tres razones.
La primera razón es la presencia de un gobierno federal estable que en los últimos años ha introducido reformas y cambios estructurales centrados en impulsar la inversión y la creación de empleo. Las reformas clave incluyen políticas en torno a la inclusión financiera, transferencias directas de beneficios y electricidad para todos; reformas económicas de gran alcance como un impuesto nacional de bienes y servicios para crear un mercado doméstico unificado y una ley de regulación inmobiliaria. También prioridades fiscales amigables para el mercado, como el esquema de Incentivos Vinculados a la Producción, que otorga incentivos de fabricación a quince sectores clave que incluyen el hidrógeno verde, las baterías y los vehículos eléctricos.
La inversión en carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos está en niveles récord, y a diferencia de otros países donde dominan las redes digitales privadas, el gobierno indio ha construido una infraestructura digital pública en la que continúa invirtiendo: la Interfaz Unificada de Pagos de India (UPI, por sus siglas en inglés) que es, actualmente, la red de pagos en tiempo real más grande del mundo, con transacciones que alcanzaron el billón de dólares el año pasado.
Se esperan más reformas en los próximos años, ya que es probable que el Gobierno sea reelegido en las elecciones generales de 2024 debido a las buenas valoraciones y la alta aprobación del Primer Ministro Narendra Modi.
En segundo lugar, la población india, una población en crecimiento que sumará 10 millones de trabajadores locales cada año, contribuyendo a una disminución de la tasa de dependencia, cuenta con una demografía que el mundo desarrollado sólo puede envidiar. Sin embargo, el crecimiento de la población no es su único atributo. El dinamismo de su talento ha dado lugar a un próspero ecosistema de startups que ha producido con éxito más de 100 unicornios, según los últimos datos.
Y en tercer lugar, un nivelador geopolítico en forma de “China +1”, un impulso para que las empresas diversifiquen su cadena de suministro más allá de China, debido a las tensiones entre Estados Unidos y el país asiático. Por eso, gracias a su gran cantidad de mano de obra cualificada de bajo coste, así como un gran mercado interno, India se presenta como una opción muy atractiva en comparación con otros países como Vietnam, México y Malasia.
Los desafíos de ESG ofrecen oportunidades
Desde un punto de vista de sostenibilidad, satisfacer las demandas de energía para un crecimiento acelerado sin duda conllevará un coste en términos de ESG. En la actualidad, India depende en gran medida de los combustibles fósiles y es el tercer importador de petróleo más grande del mundo. Sin embargo, en los próximos siete años, veremos una transición hacia la energía verde en línea con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Cumplir con los ambiciosos compromisos de cambiar la mitad de su capacidad eléctrica instalada a fuentes no fósiles e invertir en la producción de energía solar e hidrógeno verde a corto plazo, generará una mayor independencia energética a largo plazo para India.
No obstante, además de la responsabilidad ambiental, abundan las oportunidades de inclusión social, como ampliar la cobertura de seguros de salud para la creciente clase media de India y llegar a quienes no tienen acceso a servicios bancarios y necesitan ayuda para superar barreras socioeconómicas.
Inversión centrada en ESG, una buena posición para aprovechar el auge económico
El aumento de los niveles de ingresos a partir de una base actual de 2.500 dólares per cápita, la urbanización y el cambio de empleos agrícolas a empleos mejor remunerados, auguran un buen camino para el gasto discrecional de los consumidores y los niveles de penetración de bienes y servicios. Aunque la inversión nacional en los mercados financieros está en aumento, señalando una ampliación de la base del mercado; solo el 5% del patrimonio neto de los hogares indios invierte actualmente en acciones, lo que presenta un gran espacio para el crecimiento.
Se espera que la Junta de Bolsa y Valores de la India (SEBI) continúe presionando para obtener más avances en materia de ESG. El rápido crecimiento del país aumenta el riesgo de cambios disruptivos en los balances corporativos en esa búsqueda de la descarbonización, o el riesgo de producción derivado de la necesaria diligencia en derechos humanos que, cada vez más, acompañará a la contratación de mano de obra barata.
En la reciente encuesta de Preparación ESG de India realizada por Deloitte, se refleja que el 88% de las empresas encuestadas esperan que las regulaciones de ESG afecten a sus negocios en el futuro. En consecuencia, la inversión centrada en ESG, con un ojo en una sólida gestión y otro en la mitigación de riesgos corporativos, situaría a los inversores en acciones indias en una buena posición para aprovechar el auge económico en la próxima década.