7 OCT, 2021
Por Leticia Rial de RankiaPro
En un contexto de tipos cero, de volatilidad, de incertidumbre y de presión por la subida de los costes energéticos y el encarecimiento de las materias primas esenciales derivados de un contexto inusual por la pandemia, el inversor reclama más orientación que nunca. ¿Va a cambiar la situación a corto o medio plazo? ¿Qué mercados van a despegar cuando la vacunación sea una realidad global? ¿Dónde será más importante invertir? Los asesores financieros repiten insistentemente: “ni lo sabemos ni lo pretendemos”.
Salvo La Porta, Director Comercial de Banco Mediolanum.
Salvo La Porta es el director comercial de Banco Mediolanum y el responsable de la red de Family Bankers, los asesores financieros personalizados de la entidad.
Siempre insistimos a los clientes que no existe tal cosa. Las finanzas se llevan mal con la futurología. De lo que se trata, y eso es lo que hacemos, es de acompañar a las familias en sus inversiones desde una visión serena. Nuestra actividad se centra en elaborar junto a los ahorradores una estrategia financiera con base en sus objetivos reales y recordarles, y mucho más en tiempos inciertos, la importancia de no desviarse de la hoja de ruta trazada.
Algo que las encuestas y nuestra propia experiencia se encargan de desmentir constantemente. Hace poco, una encuesta de asesoramiento a millennials en la era digital, llevada a cabo por MFS Investment Management, decía que el 45% de los inversores millennials españoles ha manifestado una mayor necesidad de asesoramiento financiero en los últimos 12 meses.
Así es. Y una de las mayores preocupaciones que tienen, por poner un ejemplo, es contar con los ahorros suficientes para la jubilación y prácticamente siete de cada diez declaran que desearían tener más conocimientos de inversión. El papel del asesor, junto con la facilidad que nos proporcionan las herramientas digitales, se encauza perfectamente como impulsor de las finanzas de cualquier ahorrador, tenga la edad que tenga. Al contrario, siempre decimos que el factor tiempo es el mejor aliado de la inversión.
Ese es nuestro mayor reto. Estamos ante una oportunidad única de acercarnos tanto a las generaciones actuales como a las siguientes, entender cuáles son exactamente sus necesidades y proporcionar la experiencia de cliente adecuada para tratar de alcanzar juntos las metas de ahorro e inversión.
Se trata, en realidad, de diferenciar inversión de especulación. De tener claro nuestros objetivos reales de inversión. Para qué ahorramos e invertimos. Y en ese punto los asesores financieros profesionales desaconsejamos modas especulativas por la volatilidad y el riesgo que conllevan. En el pasado hemos visto ejemplos de gente que ha sufrido las consecuencias de inversiones que prometían rentabilidades seguras para todo el mundo. No se trata de demonizar ningún producto, sino de encontrar las soluciones que más nos convienen. Nuestra obligación es insistir en la planificación y en el valor de la diversificación a largo plazo para huir del deseo tan humano de querer cambiar nuestra vida en un instante.
Sin duda. Hemos entrado en lo que llamamos la Edad de Oro del asesoramiento financiero porque es una profesión con buenas perspectivas, tanto por la satisfacción que proporciona a los clientes como por el desarrollo de los propios profesionales. Hay cada vez más demanda de profesionales independientes y formados que nos ayuden a aterrizar y a familiarizarnos con conceptos económicos básicos del día a día y, a la vez, a trazar las líneas que nos permitan cubrir necesidades de ahorro e inversión desde hoy para garantizar un futuro mejor. Por ejemplo, nosotros estamos en un creciente proceso de selección de profesionales para atender esa demanda.