Por Brice Prunas, gestor de Inteligencia Artificial en Oddo BHF AM
En la actualidad, el tratamiento más utilizado y eficaz contra el cáncer (especialmente para tumores sólidos) es una forma de inmunoterapia llamada PD1, también conocida como inhibidor del punto de control inmunitario. El fármaco más vendido de esta categoría es Keytruda, de laboratorios Merck US. Aunque el 75% de los pacientes se curan tras un año de este tratamiento, existe riesgo de una posible recaída.
Por ello, la vacuna personalizada contra el cáncer (o PCV, por sus siglas en inglés) debe considerarse como un refuerzo para cumplir dos objetivos para los pacientes con cáncer: Por un lado, aumentar la tasa de curación (o pausa en la progresión de la enfermedad) del 75% a una tasa superior (más allá del 80%). Por otro, permitir el seguimiento del sistema inmunitario del paciente y prevenir un rebrote de la enfermedad. Así, la firma estadounidense Moderna, y la alemana BioNTech ya han puesto en marcha un programa para desarrollar esta vacuna.
¿En qué fase de desarrollo se encuentra el tratamiento?
La vacuna de Moderna se encuentra actualmente en la segunda fase de desarrollo y los resultados deberían publicarse muy pronto .
Por su parte, Merck US, líder mundial en el tratamiento del cáncer, que ha tenido acceso a los datos del estudio público de la segunda fase de Moderna, ha decidido invertir 250 millones de dólares en dicha compañía. La inversión, que tiene por objeto fomentar el desarrollo y comercialización de la vacuna, constituye una señal considerablemente positiva sobre las posibilidades de éxito de la vacuna.
Es fundamental comprender que el estudio Moderna se está llevando a cabo en casos adyuvants (es decir, sólo en casos en los que el tumor ya ha sido extirpado quirúrgicamente), lo cual es un factor que aumenta enormemente las posibilidades de éxito del estudio Moderna. El futuro dirá si una vacuna de este tipo tendrá éxito en un “entorno metastásico”; esto será más difícil, pero hay esperanzas una vez que comprendamos la esencia del método del ARN mensajero. Por último, esta vacuna personalizada debería ofrecer un resultado positivo aún mayor en los casos de melanoma en comparación con otros cánceres de tumores sólidos.
¿Cómo está ampliando los límites de la ciencia la combinación de ARN mensajero (arnm) e inteligencia artificial?
Hasta ahora era muy difícil identificar los marcadores tumorales (es decir, las proteínas que produce el propio tejido canceroso o, a veces, el organismo en respuesta a la progresión del cáncer) porque eran indetectables por el sistema inmunitario. Por tanto, la eficacia de la PD1 (una forma de inmunoterapia) tocó techo, lo que complicó bastante cualquier avance en la lucha contra el cáncer.
En respuesta a este obstáculo, el innovador enfoque de Moderna consiste en tomar una muestra del tumor de cada paciente, secuenciarla, utilizar algoritmos elaborados para detectar la mutación tumoral única de cada paciente y, a continuación, utilizar ARN mensajero para marcar estas secuencias mutantes (al parecer, hay 34 en total). Además, el proceso reintroduce el ARN mensajero en el tumor canceroso para generar esta proteína que marcará el tumor. De este modo, los marcadores tumorales se hacen visibles para el sistema inmunitario y los anticuerpos PD1 pueden eliminar más eficazmente las células cancerosas.
Los beneficios de este enfoque serían deshacerse de los tumores de forma rápida y permanente, lo que llevaría a una curación más permanente de los pacientes, es decir, reduciendo el riesgo de recaer en la enfermedad.
