Nicolas Jacob, gestor del fondo ODDO BHF Green Planet.
En 2022, el uso de vehículos eléctricos de dos ruedas debería permitir evitar el consumo de unos 900.000 barriles de petróleo, o el equivalente a 100 millones de toneladas de CO2. Por tanto, los vehículos eléctricos de dos ruedas tienen el potencial, más allá de Asia y a medio plazo, de convertirse en una solución ideal en términos de micromovilidad.
En 2021, las ventas mundiales de vehículos de dos ruedas alcanzaron los 82 millones de unidades, de las cuales 31 millones (37%) fueron bicicletas o scooters eléctricos. En la actualidad y hasta 2025, alrededor del 90% de las ventas se concentran en China, un mercado impulsado por las nuevas medidas de lucha contra la contaminación en muchas megaciudades. La India es el segundo mercado más importante, con 230.000 unidades vendidas en 2021, por delante de Vietnam, Indonesia y Tailandia. A pesar de un crecimiento del 25% en 2021, Europa sigue estando muy rezagada con respecto a Asia en cuanto a la penetración de los vehículos eléctricos de dos ruedas. En cuanto a Norteamérica, Australia y Japón, el mercado es todavía incipiente y se centra esencialmente en las bicicletas eléctricas.
En su “Escenario de Transición Económica”, teniendo en cuenta las regulaciones existentes o anunciadas, Bloomberg NEF estima el tamaño del mercado accesible en 80 millones de unidades para 2040, lo que representa una tasa de crecimiento anual media de alrededor del 8%. Mientras que el mercado chino, que ya está muy bien equipado, se prevé que se estanque entre 2030 y 2035, la India y el Sudeste Asiático impulsarán el crecimiento hasta 2040, alcanzando tasas de penetración de alrededor del 75%. En un escenario Net Zero 2050 (supeditado a un endurecimiento la regulación más pronunciado y a la eliminación progresiva de los vehículos de gasolina entre 2035 y 2040), la tasa media de crecimiento anual, excluyendo a China, alcanzaría el 20% en 2050.
Más allá de la regulación, hay otros catalizadores que probablemente favorezcan el crecimiento del mercado de los vehículos eléctricos de dos ruedas:
- La facilidad de recarga, ya que la mayoría de las recargas pueden hacerse en la red eléctrica de baja potencia existente, a diferencia de los vehículos eléctricos de 4 ruedas que dependen del despliegue de una infraestructura específica;
- La evolución tecnológica de las baterías pequeñas, desde las de plomo-ácido hasta las de iones de litio, que tienen una mayor vida útil, mejor densidad energética y menor peso;
- La creciente oferta de productos con un número cada vez mayor de fabricantes en China (Yadea, AIMA, NIU, Tailling, Luyuan) y los actores tradicionales de las dos ruedas japonesas que aceleran su transición. En Europa y América del Norte, la oferta sigue siendo muy limitada por el momento y se concentra en la gama alta.
Por último, el desarrollo del mercado de las dos ruedas eléctricas (suponiendo que sustituya a los vehículos de cuatro ruedas para los desplazamientos de corta distancia) puede ser beneficioso para la explotación y la disponibilidad de los recursos naturales necesarios para la fabricación de baterías. Por ejemplo, la cantidad de litio necesaria para una batería pequeña es de 90 veces menos (patinete eléctrico) a 180 veces menos (bicicleta eléctrica) que la necesaria para una batería de coche.
