El atractivo de los bonos nórdicos en el entorno actual de inestabilidad en los mercados y la economía ha aumentado significativamente, según la gestora nórdica Evli.

“En un entorno de tipos de interés a corto que ya han subido de forma considerable y tienen poco margen para seguir haciéndolo, y de diferenciales ya elevados, pueden ser una oportunidad de inversión”
Juhamatti Pukka, jefe de Renta Fija de Evli.
Los bonos nórdicos pueden aportar de forma consistente un rendimiento adicional de entre 50 y 150 puntos básicos frente al resto de bonos europeos comparables denominado en euros, según Juhamatti Pukka. Y, actualmente, su diferencial frente a los bonos de calidad grado de inversión europeos es elevado, mayor que antes del coronavirus.
Clase de activo única
El experto opina que los bonos nórdicos “son una clase de activos única, que requiere un enfoque local. Más la mitad de las empresas de los países nórdicos no tienen calificación, y existen muchos bonos del segmento ‘crossover’ (con calificaciones BBB y BB) que suelen ofrecer una mayor rentabilidad ajustada al riesgo, comparable a la de los eurobonos”.
También es única porque el mercado nórdico no cuenta con referencias para los inversores internacionales de gestión pasiva, puesto que no existen índices de referencia. Además, predominan los inversores locales con una visión ‘buy and hold’.
Por ello, la volatilidad del activo es normalmente baja en términos relativos. Además, en el caso de Noruega y Suecia, mercados con moneda local (no euro), la mayoría de bonos corporativos nórdicos son de tipo flotante, por lo que apenas aportan duración a la cartera en comparación con un bono corporativo europeo de referencia.
Segmento crossover
La estrategia se caracteriza por invertir mayoritariamente en bonos del segmento crossover (calificación situada en la frontera entre Investment Grade y High Yield). Según Juhamatti Pukka, invertir en este activo requiere un intenso análisis fundamental de las compañías, lo que permite obtener una prima, al aprovechar las ineficiencias de valoración en el segmento crossover. Un segmento en el cual algunos inversores institucionales no pueden invertir, dado que no es considerado estrictamente ni Investment Grade ni High Yield.
En la práctica, el crossover es una ‘tierra de nadie’ ineficiente donde la gestión activa puede añadir mucho valor, por su capacidad de identificar el nivel óptimo de riesgo crediticio. Y en el caso de los bonos nórdicos, como no hay inversores de gestión pasiva, no hay referencia. Además, en los últimos diez años ha habido muy pocas compras de bonos corporativos nórdicos por parte del BCE, al quedar fuera de su programa de compras los mercados de bonos noruegos y suecos. Por último, las tasas de impago en los países nórdicos son muy bajas.
Mejor acceso a financiación
Las compañías nórdicas se han financiado tradicionalmente mediante acciones y préstamos bancarios, y más recientemente en los mercados públicos de bonos corporativos. La mayoría de los inversores, tanto en renta variable como en el mercado de bonos, son inversores institucionales con un horizonte de largo plazo, y conocen muy bien las empresas en la que invierten. Un motivo para no tener que solicitar calificaciones crediticias para captar liquidez.
Sin embargo, cada vez más empresas nórdicas de gran tamaño operan a nivel internacional, y lanzan con regularidad grandes emisiones de bonos corporativos, superiores a 500 millones de euros. Estas compañías sí solicitan calificación crediticia para financiarse. Aún así, todavía el 35% de la capitalización total del mercado de bonos nórdicos no dispone de calificación crediticia, que es la causa principal por la que este activo aporta entre 50 y 150 puntos básicos adicionales al rendimiento de sus comparables europeos.
Según la gestora nórdica Evli, este diferencial no obedece a una menor liquidez, algo que se percibió en el punto álgido de la pandemia de la covid. Por último, las empresas nórdicas aportan mucha información al mercado, en especial las que cotizan en bolsa. En general, la calidad y la transparencia de los datos es una prioridad para las compañías nórdicas.
Mercado grande y diversificado
A finales de 2021, la capitalización del mercado, excluyendo el sector financiero, era de 290.000 millones de euros (en 2015, 192.000 millones) y sigue creciendo. En comparación, los mercados de High Yield e Investment Grade en euros tienen una capitalización cercana a 390.000 millones de euros y 1.815.000 millones de euros, respectivamente.
Los emisores han crecido desde 430 en 2015 a 525 en 2021, con una gran diversificación por sectores y tamaños. Las emisiones superiores a 250 millones representan alrededor del 60% del mercado, y las ‘medianas’ entre 100 y 250 millones de euros, alrededor del 20%, excluyendo la deuda pública y el sector financiero. También hay variedad en los vencimientos, aunque la mayoría de los bonos disponibles presentan vencimientos entre 1 y 3 años. Así como diversificación en cuanto a las divisas: monedas de cuatro países.