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Entrevista a Jaime Lázaro, Director General de BBVA AM
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Entrevista a Jaime Lázaro, Director General de BBVA AM

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10 ENE, 2023

Por Sara Giménez de RankiaPro LATAM

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El día de hoy entrevistamos a Jaime Lázaro, Director General de BBVA AM. Jaime es licenciado en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una Maestría en Finanzas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y otra Maestría en Liderazgo Positivo en el TECMILENIO, un Diplomado en Estructuras Intertemporales de Tasas de Interés y Derivados por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Santa Fe, además de contar con la Certificación CFA (Chartered Financial Analyst), desde Septiembre del 2005.

Inició su carrera financiera en 1995 como Asesor de la Banca Privada en la Casa de Bolsa BBVA y en el 2002 inicia su carrera en Asset Management BBVA, como Subdirector de Gestión Especializada de Portafolios. Se ha se desempeñado como Director Gestión de Portafolios Corporativos e Institucionales 2004 – 2008, Director Renta Fija y Derivados 2008 – 2010, así como CIO (Chief Investment Officer) Asset Management México del 2010 al 2012.

Jaime Lázaro, Director General de BBVA AM

Entrevista a Jaime Lázaro, Director General de BBVA AM

¿Cuáles son los criterios que sigue el equipo de BBVA AM para seleccionar un nuevo fondo de inversión en las carteras modelo?

En BBVA AM tenemos un equipo dedicado a analizar los fondos y ETFs que forman parte de las carteras. Se realiza un análisis cuantitativo que incluye métricas de rentabilidad y riesgo, más un análisis cualitativo del equipo gestor, activos bajo administración, entre otras cosas. Primero, se hace una investigación sobre la gestora del fondo para posteriormente revisar cada fondo que puede ser objeto de inversión. Se requiere un monto mínimo de activos más un historial mínimo de 5 años

¿En qué se centran a la hora de realizar el análisis cuantitativo del fondo? y en lo que respecta al análisis cualitativo, ¿cómo identifican a un buen gestor?

Como punto de inicio establecemos los lineamientos generales del fondo, respondemos a la pregunta ¿qué es lo que queremos del fondo en función de riesgo-rendimiento? Nos enfocamos en las medidas de riesgo que queremos que el fondo siga: VaR, Draw Down, Volatilidad, Tracking Error, liquidez, etc. En este paso tomamos en cuenta las restricciones de inversión que pudieran existir. Respecto al desempeño que esperamos hacemos un análisis de los rendimientos en función del horizonte de inversión que se busca. Por último, evaluamos el valor que este fondo agregará al total del portafolio ya sea un aumento en rendimiento, la correlación tendrá con los demás instrumentos, etc.

Desde el punto de vista cualitativo, ¿cómo es el contacto directo con el gestor del fondo seleccionado? ¿Qué otros aspectos influyen en la toma de las decisiones?

La relación con la gestora es fundamental, más allá de las reuniones recurrentes donde se revisa el comportamiento del fondo y se evalúa su desempeño, buscamos tener un diálogo abierto respecto a  sus posturas de mercado. Este ejercicio es muy enriquecedor para ambas partes. Desde una perspectiva cualitativa, no vale con “creerse” lo que las gestoras nos dicen que hacen. Hay que comprobarlo. Se visita a la propia gestora para comprobar los aspectos más importantes. No sólo analizamos el fondo y la gestora, también el custodio y el administrador. Todos ellos deben superar nuestros filtros dentro del proceso de selección. Por ejemplo, nos interesa contestar las siguientes preguntas: ¿Son independientes los equipos de riesgos y de gestión? ¿La gestora cuenta con demandas legales? ¿Con qué infraestructura tecnológica cuenta? ¿El equipo gestor cuenta con la capacidad técnica necesaria para administrar el fondo?

¿Puede darnos un ejemplo de fondo de inversión de terceros incorporados recientemente a las carteras?

El fondo JPMorgan US Liquidity lo incorporamos de manera reciente en nuestra oferta de producto dolarizado. Se trata de un fondo que da acceso al mercado monetario en dólares, a través de una cartera diversificada, con un proceso centrado en el control de los riesgos y de la mano de un equipo que cuenta con una gran experiencia en este universo de inversión. Por tanto, resulta un vehículo muy interesante para inversores interesados en este segmento.

¿Qué tan importante es la tecnología en su labor de análisis y selección de fondos?

En BBVA AM tenemos un equipo especializado en análisis cuantitativo que utiliza herramientas como machine learning, accelerating momentum, análisis por factores, etc. Este análisis lo utilizamos para conformar tanto las carteras estratégicas como diferentes modelos tácticos con los que recogemos los movimientos de mercado para ajustar los portafolios ya sean de inversiones en directo o a través de fondos. 

De cara a los próximos años, ¿hacia qué tipología de fondos de inversión cree que se está dirigiendo el mercado de inversión de México?

Diría que la tendencia del inversionista mexicano se dirige hacia incorporar criterios sustentables dentro de su cartera. Existe una tendencia mundial para hacer de las inversiones una manera de expresar aquellas preocupaciones en materia medio ambiental, social y de gobernanza corporativa. El mercado en México ha recogido esta tendencia, y lo ha reflejado con la creación de vehículos basados en los principios de inversión responsable.

Otros vehículos que están ganando popularidad entre los inversionistas en México y en el mundo son aquellos denominados “temáticos”. Esto es, fondos especializados en alguna tendencia como pueden ser las nuevas tecnologías, los recursos naturales o la energía.

Por último, la exposición a los llamados activos digitales, así como a las tecnologías tipo blockchain que los soportan será algo que, sin duda, buscarán los inversionistas.

¿Cuál es su opinión sobre la gestión pasiva vs. la gestión activa? ¿Tienen cabida ambos tipos de inversión en una cartera?

La gestión pasiva ha ganado popularidad en los últimos años. Un reflejo de esto es la enorme cantidad de dinero que se ha dirigido a los fondos cotizados o ETFs, o bien, a fondos de inversión que replican un determinado índice. El argumento principal para invertir en este tipo de vehículos es el bajo costo que tienen, así como la exposición que brindan a determinado mercado o activo. No obstante, lo anterior, para aquel inversionista que busca un rendimiento mayor al que obtendría replicando un índice, existen los fondos de gestión activa. Estos fondos buscan batir a su marca de referencia (o benchmark) a través de un análisis de diferentes variables, tanto económicas como financieras, con la finalidad de lograr dicho objetivo. En resumen, existe el espacio en el mercado para que cada tipo de inversionista elija la opción que más se adecue a sus necesidades y perfil de riesgo.

Ahora bien, un inversionista puede complementar su cartera con ambos tipos de vehículos, es decir, unos de gestión activa y unos de gestión pasiva. Esto le proporcionará, en principio, una mayor diversificación a un menor costo.

¿Qué tan importante es la inversión sostenible para los inversores profesionales?

La inversión sostenible es, y continuará siendo, muy importante para los inversionistas profesionales. Cada vez la demanda por vehículos de inversión que incorporen estos criterios será mayor y esto se deberá traducir en la oferta de productos que los incorporen. A esto se agregará el mayor peso regulatorio que seguramente tendrá el incorporar criterios sostenibles al proceso inversor de los grandes inversionistas institucionales tales como las Afores, las aseguradoras y, por supuesto, los fondos de inversión.

¿Cree que aplicar criterios ISR a las inversiones implica una reducción de la volatilidad de la cartera?

No necesariamente. Si bien es cierto que un enfoque de exclusión de emisores que no cuenten con una escala mínima en la incorporación de estos criterios, o bien, que se encuentren en alguna industria que no se encuentre alineada con los principios de inversión responsable, hará que el universo inversor se reduzca, la rentabilidad esperada ajustada por riesgo deberá ser, al menos, tan buena como la de un portafolios sin criterios ISR.

El énfasis en la rentabilidad ajustada por riesgo es muy relevante. El riesgo de una empresa que contamina o que tiene un mal gobierno corporativo es un riesgo real que debe reflejarse en el peso que se le dé en las carteras y, eventualmente, en el precio de la acción o de la deuda de dicha empresa. 

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