Gestionando riesgos y oportunidades en el dinámico mundo de los semiconductores

En un mundo donde la tecnología evoluciona a un ritmo frenético, el mercado de semiconductores se mantiene en el epicentro de la innovación y el cambio constante. En una entrevista exclusiva, Dorian Terrel, analista y gestor del equipo de inversiones de LONVIA Capital, nos ofrece una visión única sobre cómo abordan los riesgos y oportunidades en este sector en constante transformación.

Desde cuestiones de soberanía hasta el impacto de la pandemia de COVID-19 en la cadena de suministro de semiconductores, Terrel comparte su experiencia en la evaluación de inversiones en tecnología y hardware. Además, explora cómo LONVIA Capital se enfoca en la selección de empresas "best-in-class" con un enfoque en la innovación y el crecimiento a largo plazo en un entorno cambiante y desafiante.

El mercado de semiconductores es altamente competitivo y está en constante evolución. ¿Cómo gestionas los riesgos y oportunidades en este sector en constante cambio?

Como inversores de largo plazo, damos una gran importancia a las reuniones con expertos sobre la evolución futura de los segmentos en los que invertimos. El objetivo es aumentar nuestra comprensión de las dinámicas a largo plazo, garantizar que podamos anticiparnos a los cambios y resaltar los intercambios que tenemos con los equipos directivos.

Identificamos tres catalizadores estructurales para el sector que permitirán a las empresas europeas con liderazgo tecnológico beneficiarse de un fuerte crecimiento en los próximos años, dentro de mercados que se caracterizan por una fuerte expansión impulsada en particular por una multiplicación de los usos: cuestiones de soberanía, de inteligencia artificial y de transición energética.

¿Cuáles son algunos de los desafíos más significativos que has enfrentado como analista de inversiones en semiconductores y cómo los superaste?

Como resultado de la pandemia del COVID, el mundo entero se ha dado cuenta de la dependencia de la economía de la disponibilidad de los componentes electrónicos. Varias partes de la economía se han visto obstaculizadas por la escasez de semiconductores, ya sea en fábricas de automóviles, en la aeronáutica e incluso en servicios públicos como los hospitales. Fue suficiente para que la industria de los semiconductores volviera al centro de todas las miradas, incluidas las políticas, dando lugar a cuestiones de soberanía.

La pandemia del COVID ha puesto de manifiesto la dependencia de todos los países de Asia y, en particular, de Taiwán, que alberga el ecosistema microelectrónico más grande y desarrollado del mundo. La isla, que concentra cerca de dos tercios de la producción mundial en subcontratación, es especialmente la sede de TSMC. Este gigante tecnológico es hoy el único actor capaz de producir en volumen los chips más avanzados del mundo para clientes de prestigio como Nvidia o Apple, pero también para aplicaciones de seguridad, en particular militar o la ciberseguridad.

Esta descripción del panorama no estaría completa sin mencionar el hecho de que para producir estos chips avanzados, TSMC necesita equipos muy específicos. Sin embargo, el desarrollo de algunos de estos equipos solo lo dominan un puñado de jugadores, principalmente europeos, americanos y japoneses, cada uno especializado en herramientas destinadas a una etapa específica de la producción.

LONVIA Capital se enfoca en inversiones estratégicas. ¿Cuáles son los criterios clave que utilizas para evaluar las oportunidades de inversión en tecnología y hardware?

Lo primero de todo es que tenemos un proceso de inversión analítico centrado exclusivamente en la selección de empresas capaces de crear valor con una óptica de la inversión a largo plazo.

Siempre nos hemos enfocado en conocer, comprender, y entender bien los modelos económicos de nuestras compañías, la calidad de sus mercados y sus estrategias de crecimiento. Nuestra selección de valores se centra exclusivamente en las empresas "best-in-class" que se encuentran en una posición de producto, tecnología o servicio de mayor calidad. Esto les da un perfil operativo y de crecimiento único que les ha permitido continuar su desarrollo a través de ciclos económicos inherentemente fluctuantes y salir fortalecidos año tras año, independientemente de si el entorno es favorable o adverso.

Nuestras empresas cuentan con un posicionamiento estratégico, de producto y tecnológico más imprescindible que nunca. Un posicionamiento centrado en la innovación y el crecimiento en un entorno de crecimiento potencialmente más moderado (posiblemente más inflacionista, además) parece adecuado. La innovación es fuente masiva de eficiencia, productividad y ahorro de costes.

La sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa son temas cada vez más importantes en la inversión. ¿Cómo consideras estos aspectos al tomar decisiones de inversión en el sector de semiconductores?

En primer lugar, siempre hemos tenido en cuenta el impacto de nuestras empresas en la sociedad. La integración de criterios ESG ha sido, es y será fundamental para nuestro proceso de inversión.

Por su naturaleza, la digitalización conlleva un menor impacto físico en el planeta, y la digitalización también resulta clave para avanzar en los objetivos sociales relacionados con el intercambio de conocimiento y el fortalecimiento y desarrollo económico.

Invertimos en empresas movidas por la innovación, pues pensamos que la gestión del capital humano es un activo clave (factor social) para la creación de valor a largo plazo.

Creemos que las empresas que ayudan a resolver los problemas de la sociedad y el planeta están en una posición ideal para un crecimiento constante en las próximas décadas, y ahí se encuentran los semiconductores.

Somos conscientes de la función de las empresas en los planos medioambiental y social, y seleccionamos aquellas con estrategias de crecimiento duraderas, un aspecto inherente a nuestra visión de inversión a largo plazo.

En un mundo cada vez más digitalizado, ¿cuáles son las tendencias más emocionantes que ves en el horizonte para la industria de semiconductores y cómo estás posicionando a LONVIA Capital para aprovecharlas?

Los datos digitales ahora están en todas partes, están en el corazón de la innovación en fábricas y almacenes, en todos los procesos de producción, ventas y marketing. Está en el corazón de la movilidad conectada, los coches eléctricos y las redes de telecomunicaciones de próxima generación. Está en el corazón de las necesidades masivas de potencia informática de la inteligencia artificial, que se está desarrollando a gran velocidad en muchas áreas, incluida la atención médica, como hablamos anteriormente. 

Al final, todo son sensores, datos digitales, procesos de cálculo, y todo esto no sería posible sin semiconductores. Una vez más, Europa tiene el privilegio de contar con actores líderes a lo largo de toda la cadena de valor de los semiconductores, que deberían seguir ofreciendo un perfil de crecimiento sólido durante los próximos años.

Los semiconductores van a impulsar el crecimiento de la economía mundial durante los próximos diez años en un mundo cada vez más ávido de datos, al igual que el petróleo impulsó el auge de las economías industriales en el último siglo.

El sector de los semiconductores es por definición un sector de crecimiento. En primer lugar, porque su actividad va ligada directamente al desarrollo de las tecnologías y en segundo porque la carrera por conseguir un procesador cada vez más rápido y cada vez más pequeño es una constante en este negocio.El crecimiento viene apoyado por el boom de demanda que va a continuar procedente de muchos sectores diferentes de tecnología tradicional (telefonía móvil, ordenadores portátiles, tabletas, consolas, TV en streaming) como de nuevos segmentos tecnológicos en claro desarrollo (coche eléctrico/autónomo, Inteligencia Artificial, electrificación, Robótica, la nube, etc.).

¿Puedes compartir alguna inversión o proyecto reciente en el que hayas estado involucrado y que te haya entusiasmado particularmente?

El segmento de los semiconductores sigue impulsado por necesidades en términos de inteligencia artificial, almacenamiento de datos (centros de datos), potencia informática y transición energética, que constituyen vectores de crecimiento a largo plazo. 

Para reforzar su peso en el escenario mundial, Europa desea desarrollar este ecosistema y apunta a una cuota de mercado del 20% en la producción de semiconductores para 2030, es decir, el doble de la cuota de mercado actual en la zona. Para ello, Europa ha desplegado un plan de incentivos de 43.000 millones de euros, gran parte del cual está destinado a apoyar a los fabricantes en sus proyectos de construcción de fábricas para la producción de semiconductores.

En Europa, actualmente tenemos un ecosistema fuerte con empresas como ASM International, Besi, Soitec, Aixtron o Inficon.

Finalmente, ¿cuál es tu visión a largo plazo para el papel de los semiconductores en la sociedad y cómo crees que LONVIA Capital contribuirá a dar forma a ese futuro?

Los semiconductores van a jugar un papel determinante en la Inteligencia artificial, la transición energética, y en cuestiones de soberanía y geopolítica. Los políticos están muy concienciados sobre lo que está en juego en la industria de los semiconductores.

Europa muestra una voluntad clara de aumentar su peso en el tablero mundial de los semiconductores, y se está dotando de los medios para hacerlo, pero no es la única. Hemos identificado iniciativas similares en otras regiones del mundo. En total, los gobiernos están ofreciendo apoyar a las empresas del sector con una financiación considerable de alrededor de 66.000 millones de euros distribuidos anualmente durante los próximos 5 años.

La innovación en semiconductores está en el centro de la transición energética. Un elemento llamativo es la atención de todos los stakeholders a la transición energética y al posicionamiento de la industria de los semiconductores en este objetivo común. Esto requiere inversión en medios de producción para satisfacer la demanda, pero también en innovación con el desarrollo de nuevos componentes destinados a optimizar la gestión energética, ya sea para la producción de electricidad verde o su consumo a bordo de vehículos eléctricos, por ejemplo.