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Las expectativas del mercado ante la primera reunión de la Fed del año
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Las expectativas del mercado ante la primera reunión de la Fed del año

La Reserva Federal realizará su primer encuentro del 2023 este martes y miércoles. Las gestoras entregan su visión al respecto.
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30 ENE, 2023

Por Constanza Ramos de RankiaPro LATAM

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¿Qué espera el mercado del primer encuentro del año de la Reserva Federal? ¿Qué impacto generará? Las gestoras de activos como Carmignac, DWS, Muzinich & Co y PIMCO, al menos tienen claro que el banco central de Estados Unidos bajará las subidas de las tasas de interés a 25 puntos básicos.

Tiffany Wilding, economista para América del Norte en PIMCO

Semana importante con el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) y las nóminas. Esperamos ver algunos impulsos temporales detrás de otro sólido informe de nóminas, mientras que los datos de inflación salarial se vigilarán de cerca para calibrar las perspectivas de la Fed. En la reunión del miércoles del FOMC esperamos que la Fed ralentice el ritmo de subidas de tipos a 25 puntos básicos (pb), mientras Powell aprovecha la rueda de prensa para señalar que la lucha contra la inflación aún no ha terminado.

Muzinich & Co

Existen signos suficientes para que la FED justifique la ralentización del ritmo de endurecimiento a 25 puntos básicos en su próxima reunión“. Entre esos signos, señalan algunos datos macro, como “el Índice de Precios de Producción, cuya caída intermensual del 0,5% fue el dato económico más destacado de Estados Unidos, y el Índice de Precios al Consumo (IPC) y de los salarios” y otros relacionados con los mercados de renta fija corporativa que, según comentan desde la gestora “siguieron viendo subidas en sus precios, impulsados por unos sólidos datos técnicos, y vimos cómo se deshacían las posiciones defensivas a través de unos elevados balances de efectivo y unas mayores entradas en la clase de activos en lo que va de año”.

Desde Muzinich & Co comentan también que “hay indicios de que los temores a la inflación a corto plazo están disminuyendo”, e indican, entre ellos, “el ligero descenso de las rentabilidades de los bonos gubernamentales, con la curva de Estados Unidos cada vez más pronunciada”.

Christian Scherrmann, economista de EEUU en DWS

En diciembre, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) redujo su ritmo de subidas de tipos de 75 puntos básicos a 50 puntos básicos, insistiendo al mismo tiempo en la necesidad de seguir aplicando una política monetaria mucho más restrictiva. En febrero parece que se repetirá la misma jugada: es probable que la Fed reduzca esta vez su subida de tipos a 25 puntos básicos, pero seguirá insistiendo en que la política va a endurecerse. Considerar que esta menor subida es un giro pesimista sería interpretar mal las cartas que juega la Reserva Federal.

Sigue habiendo muchas razones por las que la Reserva Federal debe mantenerse hawkish; a pesar de algunos avances en la reducción de la inflación, con la sexta caída mensual consecutiva del IPC en diciembre, hasta el 6,5%. Por encima de todo, los mercados laborales siguen siendo obstinadamente robustos. En diciembre, la tasa de desempleo volvió a situarse en el 3,5%, el nivel más bajo tras la pandemia, ya que la afluencia de mano de obra se vio compensada con creces por la fuerte demanda de trabajadores. Esto significa que el crecimiento salarial sigue siendo elevado, aunque se ha producido una pérdida de impulso. La Fed parece esperar que el robusto mercado laboral persista a corto plazo, aunque se espera que el impulso económico se enfríe aún más y las grandes empresas estén comunicando los primeros despidos.

La fórmula mágica para los miembros del FOMC sigue siendo, por tanto, subir los tipos por encima del 5%  para ser “suficientemente restrictivos”. Con el tipo de referencia actualmente entre el 4,25% y el 4,50%, esto parece estar al alcance de la mano. La principal tarea del presidente de la Fed, Jay Powell, en la próxima reunión que concluye el 1 de febrero es, por tanto, convencer a los mercados de que los tipos se mantendrán altos durante un periodo prolongado, algo que la Fed ha mencionado con frecuencia. Y este es el punto en el que los mercados no están aceptando el argumento. En la actualidad, los mercados prevén un tipo de interés terminal cercano al 5%, pero luego prevén recortes de tipos ya a mediados de 2023.

Esto podría significar que la próxima reunión genere decepción en los mercados. La Fed ya han señalado que se sienten incomprendidos. Las actas de la reunión del FOMC de diciembre de 2022 revelan que la Fed considera que una percepción errónea de su función de reacción podría complicar sus esfuerzos por restablecer la estabilidad de precios.  Y la Fed ha señalado la enorme brecha existente entre sus previsiones de tipos y la actual valoración del mercado. De hecho, las condiciones financieras se han vuelto aún más acomodaticias desde la reunión de diciembre. Por lo tanto, aunque las expectativas del mercado de una subida de 25 puntos básicos en la próxima reunión son sólidas como una roca, existe una ligera posibilidad de que la Fed sorprenda con una subida de 50 puntos básicos.

En definitiva, parece que hay sobre la mesa dos visiones contrapuestas de cómo evolucionará la economía. Por un lado, la Reserva Federal prevé un aterrizaje suave (con un riesgo creciente de recesión leve), lo que le permitirá mantener los tipos más altos durante más tiempo. Por otro lado, los mercados prevén una recesión económica más grave, lo que obligaría a la Reserva Federal a bajar los tipos rápidamente. Nosotros nos mantenemos en una posición intermedia. Esperamos una recesión leve que no provoque un gran aumento del desempleo. En parte por ello, es probable que las presiones inflacionistas sean persistentes, lo que significa que la Fed seguirá luchando contra la inflación hasta 2023. Por tanto, mantendrá los tipos altos y no se apresurará a reducirlos.

Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac

En Estados Unidos, el nivel al que se espera que la Reserva Federal sitúe los tipos de interés (también conocido como tipo terminal) se ha mantenido obstinadamente estable, en torno al 5%, desde el pasado mes de noviembre, cuando la inflación subyacente empezó por fin a recuperarse. En efecto, el hecho de que la Fed dependa más de los datos significa que todas las miradas estarán puestas en las cifras que se publiquen y, sobre todo, en el inminente Índice de Coste del Empleo (ICE), que proporciona una evaluación más fiable y completa de la dinámica salarial y, por tanto, de la dinámica de la inflación subyacente.

Por ello, nuestras expectativas para la reunión del FOMC del 1 de febrero se derivan de nuestras propias previsiones para el ICE (publicadas el martes 31 de enero).

Nuestro análisis apunta a un ICE del +1,2% para el cuarto trimestre de 2022 (es decir, un +4,9% interanual, inferior al 5% del tercer trimestre de 2022, que ya era inferior al del segundo trimestre de 2022).

Si bien tal impresión apunta a una dinámica de desaceleración de la inflación salarial y, por tanto, a un menor riesgo de espiral salarios-precios, sigue siendo contraria (o incómodamente superior) al nivel del 4% de inflación salarial sugerido por las ganancias medias por hora recientemente publicadas.  

A la luz de esto, de las últimas publicaciones sobre la inflación general y de los datos económicos duros que también sorprenden a la baja, se reivindica la tendencia a la desinflación. Esto significa que la Fed debería subir a un ritmo más lento a partir de ahora y proceder esta semana con una subida “normal” de 25 puntos básicos, situando los Fed Funds al borde de la línea de meta de los tipos terminales. Y la persistencia de la inflación salarial implica que los tipos de depósito se elevarán más de lo previsto o que se mantendrán en el nivel terminal durante más tiempo de lo esperado.

Implicaciones para los mercados de renta fija: la próxima reunión de la Fed deja poco margen para la sorpresa. En las reuniones de marzo y junio podrían producirse dos subidas adicionales de 25 puntos básicos (es decir, más de lo que se descuenta hoy). Del mismo modo, en la zona euro, el riesgo sobre los tipos de interés a corto plazo se inclina al alza. Por el contrario, los rendimientos de los vencimientos a más largo plazo podrían bajar. De hecho, han recuperado su valor de protección, ya que los tipos de interés reales han vuelto a ser positivos y cada vez se tienen más en cuenta las buenas noticias.

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