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Gestoras reaccionan tras decisión del BCE de reducir el alza de tasas de interés
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Gestoras reaccionan tras decisión del BCE de reducir el alza de tasas de interés

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, teme que la inflación se mantenga elevada por un largo periodo
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4 MAY, 2023

Por Constanza Ramos de RankiaPro LATAM

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El BCE ha vuelto a subir las tasas de interés en 25 puntos básicos, situando el precio del dinero en el 3,75%. Esta subida es ligeramente menor que en reuniones anteriores, donde se incrementó en 50 puntos básicos en tres ocasiones consecutivas.

El Banco Central Europeo ha justificado su decisión de continuar con las subidas de tasas argumentando que persisten las presiones inflacionarias. Aunque se ha registrado una disminución de la inflación en los últimos meses, el organismo destaca que las presiones subyacentes "siguen siendo fuertes".

Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International

En su reunión de mayo, el BCE subió los tipos en 25 puntos básicos, en línea con los precios de mercado, reduciendo el ritmo de subidas al menor incremento desde el inicio del ciclo de subidas en julio de 2022. Habida cuenta de un cierto enfriamiento, aunque muy moderado, de la inflación subyacente en marzo y del rápido endurecimiento de las condiciones de los préstamos bancarios, como se desprende de la última encuesta sobre préstamos bancarios del BCE, esta decisión parece estar en consonancia con la evolución de la economía. La declaración de política monetaria tuvo un tono moderado, señalando que el endurecimiento de la política monetaria ya se está transmitiendo “enérgicamente” a las condiciones financieras y monetarias.

Seguimos creyendo que el grado de endurecimiento de la política aplicada por el BCE hasta la fecha ya es suficiente para provocar una recesión. El efecto de una política más restrictiva se está haciendo más evidente en EE.UU., donde la Fed ha señalado una posible pausa en su reunión de mayo, en gran parte porque comenzó su ciclo de subidas cuatro meses antes que el BCE. Dados los retrasos en el mecanismo de transmisión, la economía real de la zona euro aún no ha sufrido el impacto. Incluso sin nuevas tensiones agudas en el sistema bancario europeo, las restrictivas condiciones crediticias están aquí para quedarse, lo que en última instancia conducirá a la contracción del crédito y a la recesión. Las renovadas tensiones bancarias en EE.UU. añaden otra capa de incertidumbre a unas perspectivas ya de por sí complejas. Fundamentalmente, con la Fed en pausa, la divergencia de políticas entre EE.UU. y el espacio económico europeo no puede ir muy lejos. Seguimos insistiendo en que es muy probable que el BCE se encuentre ya en un área de error en sus políticas que, en última instancia, requiera una rápida corrección del rumbo en los próximos meses.

Silvia Dall’ Angelo, Economista Senior en Federated Hermes

El BCE ha ralentizado su ritmo de endurecimiento en la reunión de hoy, subiendo su tipo de interés de depósito 25 puntos básicos, hasta el 3,25%, en línea con las expectativas de la mayoría de los analistas. Sin embargo, la declaración fue de línea dura, ya que la orientación futura del BCE apunta a un mayor endurecimiento en el futuro, tanto por la subida de los tipos como por la continua reducción del balance. El comunicado sugería que los tipos serían “suficientemente restrictivos” y se mantendrían así “mientras sea necesario”, transmitiendo una perspectiva de tipos “más altos durante más tiempo”. En cuanto al balance, el BCE espera ahora que las reinversiones del programa de compra de activos (APP) se detengan en julio, lo que probablemente fue clave para que los halcones del Consejo de Gobierno aceptaran una subida menor de los tipos de interés en esta reunión.

En conjunto, el resultado de hoy parece un compromiso razonable, dado que los datos recientes han mostrado que la inflación y la evolución del crédito van en direcciones opuestas, lo que subyace a las tensiones fundamentales entre los objetivos de estabilidad de precios y financiera. Por otra parte, dado que el actual ciclo de subidas ha sido el más rápido de la historia del BCE y que la política monetaria funciona con largos desfases, los argumentos para ralentizar el ritmo de endurecimiento en la reunión de hoy eran sólidos: el BCE está ahora en mejores condiciones de evaluar el impacto del ciclo de endurecimiento en el sistema financiero y en la economía real.

Aunque es probable que el BCE no haya terminado, el pico máximo está cerca. Es probable que el BCE suba los tipos un poco más hasta un máximo del 3,5-3,75% para el tipo de depósito y que acelere el ritmo de corrección del balance en julio (como se sugiere en el comunicado de hoy). La inflación general y la subyacente siguen siendo incómodamente altas y ya han superado las previsiones de marzo del BCE. Y lo que es más importante, la inflación salarial ha tendido al alza (superando el 5% en el cuarto trimestre del 22), y las negociaciones salariales apuntan a presiones adicionales a corto plazo. Es cierto que la dependencia de los datos y el enfoque de reunión por reunión siguen siendo elementos clave de la estrategia del BCE. La reaparición de tensiones en los mercados financieros -que apuntan a un mayor deterioro de las condiciones crediticias, continuando e intensificando la reciente tendencia que se desprende de la Encuesta sobre Préstamos Bancarios del BCE- trastocaría los planes de endurecimiento del BCE tanto en lo que respecta a los tipos de interés como al balance.

Ulrike Kastens, Economist Europe para DWS

El Banco Central Europeo no ha defraudado hoy las expectativas del mercado. Tras la decisión de ayer de la Reserva Federal, ralentizó su ritmo y subió todos los tipos de interés oficiales sólo 25 puntos básicos. Sin duda, el endurecimiento de la política monetaria está empezando a surtir efecto. Las condiciones de financiación se están deteriorando y es probable que la demanda de crédito siga disminuyendo en los próximos meses. Hasta ahora, sin embargo, los efectos aún no han llegado a la economía real. Pero mientras la economía se mantenga relativamente fuerte y, sobre todo, el tenso mercado laboral sugiera nuevos y fuertes aumentos salariales, el BCE no puede quedarse al margen, porque la tasa de inflación y la tendencia subyacente de los precios son, y seguirán siendo, demasiado altas y fuertes para ello. El BCE lo ha dejado inequívocamente claro. El BCE aún no ha llegado al final de sus subidas de tipos de interés. La presidenta Lagarde habló en este contexto de un viaje: “aún no hemos llegado”. Esperamos más subidas de tipos en los próximos meses.

Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac

Los elementos prospectivos del comunicado dejan entrever el final de la senda alcista, con otros dos aumentos de 25 puntos básicos. Junto con la reducción del Programa de Compra de Activos, que llegará a su fin en julio.

La luz al final del túnel del fin de las subidas debería ser favorable para los mercados de renta fija en general. Aunque se espera que el fin de las reinversiones en el marco del programa de compras de activos ejerza una presión al alza sobre los rendimientos de los emisores soberanos que más se han beneficiado del programa, es decir, los denominados países periféricos, sobre todo porque hasta ahora no han dado muestras de estrés por el endurecimiento cuantitativo.

Miguel Ángel Rico, Portfolio Manager de Creand AM

El Banco Central Europeo ha cumplido con las expectativas, anunciando una subida de los tipos de interés un 0,25%, para dejar la tasa de depósito en el 3,25%. Pero el comentario que han hecho sobre las estimaciones que manejan sobre la inflación ha sido muy llamativo: esperan que la inflación sea demasiado alta durante demasiado tiempo.

Además, el BCE reconoce que la inflación todavía tiene riesgo de sorprender al alza. Ese comentario hace pensar que el organismo va a ser más restrictivo durante más tiempo. De hecho, desde que el año pasado comenzasen con las subidas de tipos, el banco central siempre fue más restrictivo de lo que el mercado esperaba. Sin embargo, el BCE ahora se adentra en un entorno complicado, en el que tendrá que moverse entre un crecimiento a la baja, una banca bajo lupa en su base de depósitos tras el terremoto de Credit Suisse, y una inflación todavía demasiado alta y lejos de su objetivo del 2%.

Lagarde ha reconocido que observan divergencias en la economía, con el sector manufacturero sufriendo, pero con un sector servicios todavía fuerte. Esta fortaleza puede haber influido a la hora de anunciar que ya no reinvertirán el programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés) -no se esperaba ese anuncio en esta reunión-, signo de que estamos en un proceso de QT. Aunque, para compensar, no da estimaciones de futuras subidas de tipos, claramente dice que el ciclo de subidas de tipos no ha terminado en Europa, el viaje continúa independientemente de lo que haga la Fed, pero no han querido dar una guía sobre cuanto más subirán los tipos. Esto último es lo que ha presionado algo a la baja la rentabilidad de los bonos a 2 años y al euro.

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