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Guerra en Ucrania cumple un año: ¿Cómo ha impactado a los inversionistas?
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Guerra en Ucrania cumple un año: ¿Cómo ha impactado a los inversionistas?

Expertos de distintas gestoras entregan su visión sobre cuáles podrían ser los efectos económicos en el corto y largo plazo.
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24 FEB, 2023

Por Constanza Ramos de RankiaPro LATAM

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El anuncio de una "operación militar especial" por parte de Vladímir Putin en el sur de Ucrania en febrero de 2022 ha llevado a un año de conflicto liderado por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

Además de la tragedia humana, la guerra ha provocado una crisis energética sin precedentes en Europa. Según Mabrouk Chetouane y Nicolas Malagardis, estrategas globales de Natixis IM Solutions, el conflicto ha puesto de relieve la necesidad de abordar las debilidades estructurales de las alianzas occidentales. Esto requerirá una inversión significativa para abordar los desafíos relacionados con la seguridad energética y la resistencia de la cadena de suministro, lo que podría desencadenar un nuevo superciclo de inversión y hacer frente al argumento del estancamiento secular.

Para Hervé Mangin, gestor del fondo AXA WF Framlington Sustainable Europe, la crisis energética es una llamada de atención para Europa, que se ha dado cuenta de su excesiva dependencia del gas ruso. Ahora es necesario acelerar la transición energética, aumentar la capacidad de las energías renovables e invertir en nuevas tecnologías para almacenar mejor la energía. La construcción de parques solares y eólicos se acelerará, y se acortará la fase de concesión de permisos para construir capacidades de energía verde. También se impulsará la inversión en hidrógeno para hacer frente a la crisis energética provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Efecto económico

El conflicto en Ucrania ha tenido un impacto devastador en la economía del país, disminuyendo su PIB en más de un 30% y aumentando el costo de la reconstrucción a más de un billón de dólares debido a los daños a la infraestructura crítica. Las sanciones contra Rusia antes no tuvieron gran impacto, pero a largo plazo, la disminución de la renta extranjera del país afectará sus finanzas. El gasto militar de Rusia ha aumentado mientras que los ingresos de las exportaciones de petróleo y gas han disminuido, lo que ha resultado en un fuerte deterioro de sus finanzas públicas. Además, la fuga fiscal y de capital humano y las sanciones a las importaciones de tecnología pueden afectar seriamente la capacidad de Rusia para diversificar su crecimiento y reactivar las inversiones.

En Europa, la crisis energética inicial ha afectado su PIB en un 4% y ha contribuido al aumento de la inflación. Se han utilizado medidas fiscales para amortiguar el impacto, pero se necesitará una nueva combinación energética para preservar la competitividad internacional de los sectores de alto consumo energético. La reducción de la dependencia de los combustibles fósiles llevará de 10 a 15 años, pero la guerra puede acelerar la agenda climática de la región y sus objetivos de Net Zero.

Escenario de la guerra

Un año de conflicto que ha creado oportunidades y riesgos para los inversores

Se subestiman tanto los mejores como los peores escenarios para el conflicto, pero los inversores se enfrentan a un nuevo panorama geopolítico global caracterizado por cadenas de valor más cortas, un mayor proteccionismo y una mayor inflación. La independencia energética y la diversificación de las cadenas de suministro seguirán siendo temas clave a largo plazo, así como la carrera por los semiconductores, la inteligencia artificial y las biotecnologías.

En un entorno complejo, las materias primas pueden ser atractivas, mientras que para la renta variable, es necesario un enfoque bottom up. La renta variable europea ofrece una visión más allá de la actual "ilusión monetaria". En cuanto a los mercados emergentes, la guerra implica centrarse en los países específicos en lugar de los mercados emergentes como clase de activos. Los bancos centrales desempeñarán un papel fundamental en la repensar sus asignaciones de reservas a la luz del equilibrio geopolítico.

A más largo plazo, la incertidumbre sobre el precio y el suministro de la energía exigirá que la política monetaria sea más proactiva y esté impulsada más por los datos que por las orientaciones futuras de los bancos centrales. La lección de la guerra en Ucrania es que la incertidumbre geopolítica puede crear grandes oportunidades para los inversores, pero también puede generar riesgos que deben ser gestionados cuidadosamente.

Si la guerra no hubiera ocurrido, la inflación habría sido mucho menor en la zona del euro

El aumento repentino de la demanda de servicios después de la pandemia, junto con la reducción del empleo durante la misma, creó una situación en la que la oferta no pudo satisfacer la demanda. Además, los cierres de las cadenas de producción internacionales también contribuyeron a la escasez y al aumento de precios. El aumento en los precios del petróleo también tuvo un impacto significativo en la inflación. Antes de la invasión rusa, se esperaba que el precio del petróleo alcanzara los 79 euros por barril Brent para junio de 2022, pero la invasión rusa provocó una crisis de precios y el precio real del petróleo alcanzó los 116 euros por barril Brent en junio de 2022. Según algunos cálculos, el efecto del aumento del precio de la energía solo agregó 2 puntos porcentuales a la inflación anual de la zona del euro.

Además, los precios de los alimentos aumentaron debido a la disminución de la oferta de cereales ucranianos. En comparación con el año anterior a la guerra, la contribución de los alimentos a la inflación fue de alrededor del 1,5%. Aunque es difícil evaluar el verdadero impacto de la guerra en la inflación, se estima que si no hubiera ocurrido, la tasa de inflación anual en la zona del euro habría sido entre el 5% y el 6% en 2022, en lugar del 8,4% que se registró. En general, se estima que la inflación habría sido entre 2,5 y 3,5 puntos porcentuales menor sin la invasión rusa, lo que significa que la tasa máxima de inflación anual habría sido ligeramente superior al 7%, en lugar de superar el umbral de los dos dígitos.

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