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¿Cómo ha evolucionado el mundo de las inversiones en la última década ?
Perspectivas de mercado

¿Cómo ha evolucionado el mundo de las inversiones en la última década ?

Mayor diversificación, activos alternativos y mayor demanda de información, son parte de los cambios que ha tenido la industria.
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31 ENE, 2023

Por Constanza Ramos de RankiaPro LATAM

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Mayor diversificación, activos alternativos, mayor demanda de información sobre el impacto medioambiental y social, y posible riesgo de que la gestión activa desaparezca, son parte de los cambios que ha tenido la industria de los fondos de inversión en la última década, según la visión de cuatro profesionales del sector: Susana Gutierrez, (HMC Capital), Gabriela Gurovich (Banchile AGF), Oscar Niño de Zepeda (Criteria Wealth Management) y Fernando Gómez (DVA Capital).

Susana Gutierrez, Head of Strategy & Research en HMC Capital

En la última década, la industria de fondos de inversión ha experimentado cambios relevantes. Desde la Crisis Financiera del 2008, la cual es considerada la recesión y caída del mercado más notable en los últimos tiempos, se ha priorizado la inversión en instrumentos que brinden mayor diversificación, y que a su vez ofrezcan un rendimiento atractivo ajustado al riesgo.

Dado el ambiente de bajas tasas de interés que se vivió a nivel global después de la Crisis, los inversionistas favorecieron la inversión en aquellos fondos que entregaran mayores retornos absolutos, como es el caso de activos alternativos que incluso han demostrado resiliencia en ambientes de turbulencia. Lo anterior, ha permitido que la industria crezca en importancia y madure, al mismo tiempo que su evolución ha estado acompañada de mayores exigencias por parte de los inversionistas, entre las cuales se encuentra la transparencia y mayor demanda de información sobre el impacto social y ambiental que tienen las inversiones subyacentes de sus fondos de inversión. De igual manera, se ha visto un apetito más alto por parte de los dueños de las compañías para permitir la entrada de capital privado y así fortalecer sus negocios, o incluso protegerlos en época de crisis dada la posibilidad de inyección de capital adicional.

A lo largo de los años, los planes de creación de valor también han tomado cada vez más protagonismo en las estrategias de inversión, lo que ha demostrado ser un impulsor de los rendimientos sobresalientes de la industria. Asimismo, los gestores de estos vehículos se han centrado progresivamente en sectores que proporcionan un alto rendimiento del capital, o que se enfocan en segmentos estables y en crecimiento.

En este contexto, la industria ha crecido en tamaño y en sofisticación, y seguirá evolucionando con el apoyo de los inversionistas que han encontrado en dichos fondos, una solución complementaria para sus portafolios.

Gabriela Gurovich, Gerente General de Banchile Administradora General de Fondos

La industria de fondos de inversión en Chile se ha convertido en un actor relevante en el mercado de capitales en los últimos 30 años. La promulgación en el 2014 de la Ley Única de Fondos, que unificó y perfeccionó diversos cuerpos normativos, sentó un marco que propició el gran crecimiento de la industria en el país en los últimos 10 años. Mientras en el 2013 la industria administraba activos por alrededor de US$5 mil millones al tercer trimestre de 2022 estos alcanzaron US$32 mil millones, un crecimiento anualizado de más de 16%[1].

Los fondos de inversión han ampliado el acceso a clases de activos en las que antes solo participaban inversionistas muy sofisticados. Este tipo de activos tienen rentabilidades esperadas atractivas y ayudan a diversificar los portafolios, mejorando los retornos ajustados por riesgo. Es así como hoy en día la oferta de fondos disponibles permite invertir en una gran variedad de activos subyacentes: activos inmobiliarios, capital privado, deuda privada, forestal y agrícola o de infraestructura y energía.

La flexibilidad del marco regulatorio ha permitido además estructurar fondos que contribuyen al desarrollo sostenible de nuestro país. Por ejemplo, en Banchile Inversiones tenemos un fondo de inversión de desarrollo inmobiliario que construye viviendas sociales bajo el esquema de un subsidio del Ministerio de Vivienda y un fondo de inversión que desarrolla y opera parques fotovoltaicos de tamaño pequeño. Ambos con foco social, de impacto país y que entregan retornos atractivos a los inversionistas.

Los fondos de inversión son una gran herramienta para generar valor a nuestros clientes y al mismo tiempo aportar al crecimiento de nuestro país, a través de estrategias de inversión ingeniosas que acerquen recursos a los nuevos desafíos de nuestros tiempos.

[1] En base a datos de ACAFI (Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión).

Oscar Niño de Zepeda Director de Inversiones de Criteria Wealth Management

No hay dudas respecto a que la oferta de fondos se ha ampliado profundamente desde que el mercado comenzó a olvidar los peores momentos post Crisis 2008, buscando llenar espacio cada vez más reducidos en las distintas clases de activos.

La aparición del concepto “Mercados Frontera” en Renta Fija y Variable, la irrupción de nichos tecnológicos incluyendo cripto monedas, y estrategias alternativas de diversa fuente, solo por nombrar algunos ejemplos, han venido a complementar los ejes estructurales de una industria poblada de opciones de inversión, donde afortunadamente en muchos casos se ha generado recompensa versus inversiones pasivas.

Dado lo anterior, la selectividad mantiene un rol fundamental, no solo por la competencia natural, si no también por las diversas vicisitudes de mercado que habitualmente ocurren. Las estrategias “Core” mantienen su lugar de privilegio (Renta Fija Grado de Inversión de corto duration y yield atractiva, Renta Variable Global Blend, por nombrar quizá dos de los ejes más utilizados), mientras que todas las “novedades” que han inundado la oferta de fondos deben ser responsablemente evaluadas, no olvidando que los perfiles de riesgo y objetivos de inversión siempre están por encima de cualquier deseo de querer participar en dichas novedades (el reciente colapso de FTX nos ayuda a tenerlo presente).

Al final del día, el crecimiento de la industria ha sido benigno y fructífero, tanto para los que tenemos la labor de evaluar y seleccionar fondos como para los inversionistas finales, con el permanente desafío de captar de la forma más eficiente posible las nuevas tendencias, convertidas en estrategias activas. Por ende, es cada vez más relevante conocer los equipos detrás de ellas, y estar en contacto permanente.

Fernando Gómez, CEO DVA Capital

Sin duda la mayor tendencia dentro de la industria de administración de fondos durante la última década ha sido el crecimiento de los fondos pasivos, especialmente en renta variable. Hace 10 años en EE.UU. los activos manejados por estrategias activas de fondos accionarios era más del doble que la de sus pasivas. Sin embargo, en abril de 2019 se logró la paridad entre ambas estrategias llegando cada una a tener US$4,3 billones. 

Los flujos hacia estrategias activas han sido negativos prácticamente en cada uno de los últimos 10 años, mientras que para estrategias pasivas estos han ido creciendo progresivamente. 

La principal fuerza detrás de esta tendencia es que en general los fondos pasivos son más baratos, y que aproximadamente solo un 40% de los fondos activos obtienen mejores retornos que el promedio de sus equivalentes pasivos.

Lo anterior ha llevado al gran debate si con el tiempo la administración activa va a desaparecer. 

¿Tiene sentido invertir en un fondo que en general es más caro y, tal vez por lo mismo, tiene una menor probabilidad de superar en retorno a su equivalente pasivo?

Primero, si recurrimos a la lógica, podemos llegar a la conclusión que si todos los fondos fueran pasivos menos uno lo más probable es que ese fondo tendría mejores retornos. ¿Por qué? Una de las funciones más importantes de los fondos activos es que ayudan a la formación de precio, algo que los pasivos solo toman. Visto así, es simple imaginar cómo ese fondo podría aprovechar la información pública casi como si fuera privada. 

Segundo, cada vez hay más evidencia que en los años de caídas de mercado, un mayor número de fondos activos le ganan a sus pares pasivos. En parte porque los primeros generalmente tienen un porcentaje mayor de caja, pero también porque se protegen más rápido ante eventos adversos.

Tercero, durante los últimos 40 años hemos visto caer las tasas, en gran medida por la caída de la inflación, lo que ha ayudado de forma muy importante al crecimiento de los activos de renta variable. En un entorno así las estrategias pasivas han tenido una gran ventaja. 

Lo anterior dejó de ser cierto el 2022, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿el cambio a un entorno de mayor inflación, y por ende mayores tasas, no implicará a su vez un cambio en los retornos relativos entre estrategias pasivas y activas? El prestigioso Mohamed El-Erian, académico, y asesor de grandes managers, piensa que sí y lo expresa de forma muy didáctica en un artículo recientemente publicado en el Financial Times.

No cabe duda que este debate va a continuar, y si bien creo que el manejo activo no va a desaparecer, la dura competencia que presenta la administración pasiva, va a llevar a que permanezcan los mejores.

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