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Reunión de la Fed esta semana: ¿qué podemos esperar?
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Reunión de la Fed esta semana: ¿qué podemos esperar?

Este martes y miércoles se reúne la Fed. Un encuentro en el que se espera que el banco central de los Estados Unidos mantenga en su posición actual y no suba los tipos de interés. Eso si, habrá que estar atentos a las previsiones económicas de Jerome Powell este miércoles. A continuación, te dejamos con […]
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24 JUL, 2023

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Este martes y miércoles se reúne la Fed. Un encuentro en el que se espera que el banco central de los Estados Unidos mantenga en su posición actual y no suba los tipos de interés. Eso si, habrá que estar atentos a las previsiones económicas de Jerome Powell este miércoles.

A continuación, te dejamos con las perspectivas que manejan las gestoras de fondos nacionales e internacionales de cara a la reunión de esta semana de la Reserva Federal.

Geir Lode, director de renta variable global de Federated Hermes

La tendencia a la desinflación que venimos observando sigue siendo dominante a pesar del modesto repunte de las cifras de inflación estadounidenses de ayer, que superaron las previsiones. En combinación con más pruebas de un debilitamiento del mercado laboral, creemos que lo más probable es que la Fed no suba los tipos la próxima semana y que la renta variable estadounidense repunte a corto plazo. Sin embargo, a medida que la subida de los tipos de interés empiece a hacer mella, también prevemos presiones sobre los beneficios empresariales estadounidenses en algún momento del próximo año y, posiblemente, una leve recesión. Por lo tanto, los inversores deberían estar preparados para posicionar sus carteras de forma más defensiva a medida que se desvanezca el repunte a corto plazo.

Eric Winograd, economista jefe de AllianceBernstein

No creo que la decisión del BCE del pasado jueves influya en la decisión de la Reserva Federal de esta semana, en la que sigo esperando que no se produzca ninguna subida.

También dudo que la Reserva Federal proporcione el mismo tipo de orientación explícita que el BCE proporcionó la semana pasada. Dicho esto, el actual gráfico de puntos de la Fed refleja su expectativa de que habrá una subida de tipos adicional este año; un cambio en esa expectativa sería una señal significativa de que el ciclo ha terminado, incluso si no es tan explícito como el lenguaje utilizado por el BCE.

Incluso si los puntos bajan, espero que la Fed mantenga la puerta abierta a futuras subidas. La economía estadounidense cobró impulso en verano, incluso cuando la economía europea se ralentizó. Por ello, aun en caso de pensar que esa aceleración es temporal, como hago yo, tiene más sentido ser cauto que claro respecto al recorrido futuro, y eso es lo que espero que haga la Fed.

Cristina Gavín, jefa de renta fija de Ibercaja Gestión

Tras la reunión del BCE del pasado 14 de septiembre, esta semana le toca el turno a la Reserva Federal. Tras la subida de 25 pb que presenciamos en julio, y a pesar del tono más hawkish que se transmitió en el Jackson Hole de finales de agosto, el mercado da por hecho que no veremos movimientos de tipos en esta reunión.

Los datos de inflación americana que conocíamos este pasado jueves no han despejado demasiado el camino al tener un carácter mixto, con una inflación general que repuntaba más de lo esperado, y una subyacente más moderada de lo que anticipaba el mercado.

En este sentido, la clave vuelve a estar en el mensaje que transmita Powell sobre sus previsiones de cara a la parte final de año. No obstante, nosotros no esperamos que Powell haga cambios sustanciales en relación a anteriores mensajes, reconociendo que la actividad económica continúa expandiéndose de forma modesta, sin giros de guión tampoco en lo referente a salud del mercado laboral y evolución de precios.

Bajo esta premisa, el interés radica en anticipar cuándo veremos un cambio de rumbo en el sesgo de la Reserva Federal y podremos empezar a esperar bajadas en el tipo de intervención. A día de hoy, bajo nuestro escenario, este momento se retrasa para mediados de 2024 como muy pronto.

James McCann, economista jefe adjunto de abrdn

Casi con toda seguridad, la Reserva Federal se cruzará de brazos y mantendrá los tipos sin cambios, tras haberlos subido en once de las doce últimas reuniones de política monetaria. Tras este rápido ajuste, es evidente que el banco central desea actuar con más cautela para entender mejor la reacción de la economía ante la subida de los tipos de interés. Hasta ahora las noticias han sido positivas, con una clara desaceleración de la inflación, un mercado laboral sano y un crecimiento optimista. De hecho, la Reserva Federal se muestra cada vez más optimista sobre la posibilidad de que se produzca un aterrizaje suave.

Sin embargo, aunque el presidente Powell reconozca estas tendencias alentadoras, una parte de su mensaje será que el trabajo aún no está hecho. Ciertamente, aún queda camino por recorrer antes de que la Reserva Federal pueda confiar en que la inflación está volviendo al objetivo de forma sostenible, y no es el momento de cantar victoria. De hecho, el gráfico de puntos actualizado, que muestra las previsiones de tipos de interés de cada uno de los miembros del FOMC, probablemente siga mostrando que la mediana de dichos integrantes espera subir los tipos una vez más este año. Algo que rebate la idea de que una pausa en septiembre anuncia el final del ciclo de subidas.

El presidente Powell transmitirá un mensaje más matizado: la Fed sigue dependiendo de los datos. La evolución reciente ha dado margen al banco central para ver cómo se comporta la economía, y sus próximos pasos dependerán de cómo se perfilen la inflación y el crecimiento en los próximos meses. Nuevas buenas noticias en el frente de la inflación podrían significar que no es necesaria una subida final, pero sospechamos que una racha más fuerte de datos de inflación, junto con una actividad aún robusta, harán que se justifique un movimiento final a finales de este año.

Dejando a un lado los ajustes, el mercado estará atento a las señales en torno a la política monetaria en 2024 y a la opinión de la Fed sobre la situación de los tipos a largo plazo. Es probable que la Reserva Federal continúe señalando cierta relajación el año que viene, aunque probablemente por debajo de los 100 puntos básicos de recorte que se habían previsto en la reunión de junio, dada la fortaleza de la actividad este año. Este mensaje de “más alto por más tiempo” supondría un revés para los mercados, que actualmente están valorando una relajación aún mayor en 2024.

Es posible que la opinión de la Reserva Federal sobre los tipos a largo plazo -aquellos que mantienen la economía a un ritmo constante de crecimiento e inflación- haya aumentado. Pero dada la gran incertidumbre que rodea a los denominados tipos neutrales, no estamos convencidos de que la Reserva Federal vaya a cambiar de opinión en este momento. De hecho, sus opiniones se han mantenido notablemente estables desde 2019, probablemente reflejando esta incertidumbre. Un cambio al alza sería una señal de halcones para la trayectoria a corto y largo plazo de los tipos de interés.

Christian Scherrmann, economista de EEUU para DWS

La presión para aumentar los tipos de interés parece haber disminuido un poco antes de la próxima reunión de la FED. Comentarios recientes de los banqueros centrales de EE.UU. sugieren que su evaluación del riesgo puede haberse desplazado un poco, desde un enfoque exclusivo en la inflación hacia una visión más equilibrada que incluye riesgos a la baja por el impulso económico. Datos recientes ya sugieren que la rigidez del mercado laboral se está aliviando (poco a poco) y que la actividad económica finalmente se está moderando, después de un verano muy intenso.

Además, la inflación central relevante para la política continúa enfriándose poco a poco, a pesar de una sorpresa al alza en la inflación general, impulsada por los precios de la energía en agosto. Es poco probable que estos datos sorprendentes lleven a la Fed la semana que viene a aumentar las tasas en contra de las expectativas, pero destaca el riesgo continuo en torno a la inflación. Si los precios de la energía siguen subiendo por más tiempo, las presiones emergentes sobre la inflación central podrían de forma eventual influir en la reacción “dependiente de los datos” de la Fed en el futuro. Por lo tanto, los banqueros centrales permanecerán vigilantes. Lejos de declarar la victoria sobre la inflación, es muy probable que la Fed mantenga su conocida postura agresiva y de tasas en niveles más altos por más tiempo.  

Esta agresiva inclinación también es probable que se refleje una vez más en sus proyecciones económicas actualizadas. En cuanto a las revisiones, es probable que haya cambios significativos en la perspectiva de crecimiento para 2023, tal como hemos visto en los pronósticos de consenso de Wall Street. Además, es muy probable que los participantes  en la reunión sigan hablando de un escenario de aterrizaje suave, con la inflación regresando cerca del objetivo en 2025.

Esperamos que Jay Powell reitere la narrativa de que la actual postura de la política monetaria podría ser suficientemente restrictiva y que, dadas las demoras más largas de lo esperado en la política monetaria, podrían ser necesarias tasas más altas durante más tiempo para llevar la inflación a un camino sostenible hacia el objetivo del 2%. También es probable que vuelva a mencionar los riesgos al alza para la inflación, lo que mantendrá a la Fed dependiente de los datos. Esto es probable que mantenga las expectativas del mercado altas para otro aumento de tasas en la reunión de noviembre. Por otro lado, no esperamos que la Fed continúe aumentando los tipos y anticipamos el primer ajuste a la baja en el segundo trimestre de 2024.

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