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Perspectivas en LATAM para 2024
Inversión en Emergentes

Perspectivas en LATAM para 2024

¿Qué les depara a las principales economías de LATAM para 2024?
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25 MAR, 2024

Por Sara Giménez de RankiaPro LATAM

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La inflación y la política monetaria fueron determinantes en el desempeño de los mercados durante el 2023, principalmente en activos como la renta fija internacional, que se vieron afectados ante la resiliencia de la economía y el mercado laboral en EE. UU., y por ende las decisiones de la Reserva Federal (Fed).

De cara al 2024, se espera que por el contrario, el protagonista sea el crecimiento económico. Bajo este panorama, los mercados esperan un primer recorte entre marzo y mayo de 25 puntos básicos por parte de la Fed.

Conocemos con Silvia Fernández (Blackrock), Daniel Velandia (Credicorp Capital) y Arun Sai (Pictet AM) cuáles son las perspectivas económicas en las principales regiones de LATAM para este año.

Silvia Fernández, Country Head de BlackRock Chile

En el panorama económico global, la volatilidad se ha convertido en la nueva normalidad, con indicadores macroeconómicos oscilando frente a una multitud de factores. Esta incertidumbre creciente ha permeado los mercados en todo el mundo. En este contexto, América Latina se encuentra navegando con una mezcla de resiliencia y cautela.

El entorno actual en América Latina refleja la tendencia global de mayor volatilidad macro y de mercado, requiriendo un cambio de paradigma en los enfoques de inversión. Ya no pueden los inversores confiar únicamente en estrategias pasivas o proyecciones a largo plazo; en cambio, la necesidad para los inversores es adoptar una gestión de cartera más granular y tomar las adecuadas decisiones de riesgo. Este no es el momento de activar el piloto automático de inversión, necesitamos un enfoque más ágil y receptivo para la gestión de carteras.
Sin embargo, es importante resaltar que en medio de los desafíos yacen oportunidades. América Latina, a pesar de sus complejidades, ofrece terreno fértil para inversores astutos dispuestos a navegar por las sutilezas de la región. Factores estructurales como la transición hacia una economía baja en carbono presentan vías para el crecimiento y la innovación, mientras que los cambios geopolíticos remodelan el panorama de oportunidades y riesgos. Reconocer estas dinámicas diversas es esencial para los inversores que buscan capitalizar el potencial de la región mientras mitigan los riesgos.

Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital

El 2024 llega con una reducción de eventos políticos relevantes en LatAm, en comparación con los dos años anteriores, en los que tuvimos las elecciones presidenciales de Brasil, Colombia y Argentina, el proceso constitucional en Chile y un cambio convulsionado de gobierno en Perú. Así, la mayor parte de la atención está puesta en las elecciones en México. Más allá del potencial resultado, lo cierto es que el optimismo sobre esta economía sigue en aumento en medio de las tendencias generadas por el nearshoring, lo que mantiene expectativas favorables sobre su crecimiento. Tras haberse expandido 3.6% en 2023, el PIB mexicano crecerá un aún saludable 2.7% este año. 

Por su parte, Brasil registrará una expansión de 1.3% en 2024, tras un crecimiento más fuerte de lo esperado en 2023 (2.8%), que fue explicado por una cosecha agrícola récord y menor incertidumbre política. La desaceleración este año reflejará el efecto acumulado de las altas tasas de interés, la incertidumbre fiscal y el impacto del fenómeno de El Niño. Por el contrario, se prevé una recuperación de las economías Andinas este año

Arun Sai, estratega multiactivos en Pictet AM

Más de dos docenas de bancos centrales de economías emergentes, incluyendo Brasil, Chile, Uruguay, Colombia y Perú, recortaron sus tipos de interés en 2023, adelantándose a las economías desarrolladas.  De hecho, han gestionado la situación macroeconómica mucho mejor que en crisis anteriores y comenzado a controlar la inflación antes.  Es el caso de Brasil, donde la inflación es del 4,6 %, muy por debajo del 12 % en que llegó a estar.

El caso es que las rentabilidades a vencimiento en deuda en América Latina siguen altas (más del 10% en Brasil, México y Colombia) y pueden reducirse más.  De hecho, esperamos que los bancos centrales de Brasil, Chile y Perú continúen recortando sus tipos con la moderación de la inflación. Otros bancos centrales latinoamericanos pueden seguir su ejemplo, especialmente el de México, que ha mantenido su tipo de referencia en 11,25% desde marzo y puede recortar antes de las elecciones presidenciales de junio.

Por tanto, para 2024 los bancos centrales de economías emergentes están en mejores condiciones de respaldar el crecimiento con políticas monetarias más flexibles, con potencial para superar a las economías desarrolladas, ampliando la brecha favorable de crecimiento respecto a las economías desarrolladas, un buen augurio para los bonos de mercados emergentes y sus monedas, especialmente dada la esperada debilidad del dólar con la desaceleración estadounidense y probables recortes de tipos de la Reserva Federal en 2024 - esperamos que el dólar entre en un período de caída lenta pero sostenida, de al menos del 5% frente a su cesta de monedas en 2024-.

Actualmente las rentabilidades a vencimiento de los bonos de mercados emergentes son las mayores entre bonos soberanos y están por encima de su media de diez años. Pero esperamos un ligero estrechamiento de diferenciales, lo que, junto a una menor rentabilidad a vencimiento de la deuda de EEUU, puede traducirse en una rentabilidad total de alrededor de 10% este año en deuda soberana emergente en moneda local y de 8% en moneda fuerte.  De hecho, los argumentos a favor de los bonos de mercados emergentes son especialmente sólidos en América Latina, región que tiende a ser el principal beneficiario de la debilidad del dólar.  Es un deudor neto con alta inflación, mientras que Asia acreedor neto con baja inflación.  Brasil tiene importantes necesidades de financiación externa, pero fuerte disposición a pagar.  En concreto sobre ponderamos deuda de Brasil y México, cuyos bancos centrales están adelantados en el ciclo de flexibilización monetaria. Aunque somos conscientes de los riesgos políticos, vemos valor en la deuda de Brasil, donde los tipos interés siguen altos. Además, el real brasileño y el peso mexicano se encuentran entre nuestras principales posiciones sobre ponderadas en divisas.

También sobre ponderamos la renta variable brasileña.  De hecho, los recortes de tipos en Brasil están haciendo su sector de consumo más atractivo. Aparte de eso, México es uno de los principales beneficiarios de la relocalización de la producción, lo que impulsa el crecimiento de muchas de sus empresas y también sobre ponderamos las acciones en México.

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