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Colapso de SVB: impacto en la política monetaria, la economía y los mercados
Perspectivas de mercado

Colapso de SVB: impacto en la política monetaria, la economía y los mercados

Es probable que desencadene una mayor prudencia de la Fed en el ámbito de la política monetaria; a muy corto plazo, va a ser difícil para la Reserva Federal ignorar el episodio de Silicon Valley Bank.
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14 MAR, 2023

Por Leticia Rial de RankiaPro

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El pasado viernes el Silicon Valley Bank, banco estadounidense centrado en financiación a venture capital en tecnológicas, se convirtió en el mayor banco en quebrar desde la crisis financiera de 2008. Después del colapso del Silicon Valley Bank, muchas son las voces que se preguntan cuáles serán las consecuencias no solo para otros bancos, sino también para la economía en general, la política monetaria y, especialmente, los inversores. A continuación, los expertos del sector nos dan su opinión tras lo acontecido en estos días.

Ion zulueta, director de análisis de iCapital

La quiebra de una empresa no es un evento agradable. Dicho esto, pecando de optimistas, podemos centrarnos en los aspectos positivos del (o)caso de Silicon Valley Bank. Su desafortunado final ha servido para, probablemente, poner el punto y final al último “bear market rally”. Al mismo tiempo, debería servir como recordatorio de lo importante que es ejercer la diligencia debida previo a acometer una inversión o incluso, elegir un depositario. La tercera lección versa sobre lo habituada que está la sociedad en su conjunto a convivir en un entorno de tipos ultra acomodaticio y cómo un endurecimiento de las condiciones de financiación expone los desequilibrios que permanecen ocultos dentro del anterior régimen.

Sin querer elaborar una lista infinita, no se pueden obviar otras cuestiones como es el hecho de que tanto el negocio de SVB como el de Signature Bank tenían fuertes lazos con dos sectores muy “calientes”, tecnología y cripto divisas, que han formado parte de la burbuja especulativa formada en diferentes mercados. Ni tampoco que parece que algunos de los clientes de SVB (profesionales a cargo de fondos y start ups) habían olvidado el concepto básico de la diversificación y habían concentrado un riesgo excesivo en este banco. Suerte para ellos que ha llegado a su rescate el Gobierno Americano.

Dicho lo anterior, este evento tiene consecuencias y una de las principales es que los bancos van endurecer las condiciones de sus préstamos. Esto va a tener un impacto negativo en una economía que ya venía desacelerándose.

En lo que respecta a qué hacer en carteras, la tentativa de rebote que se está produciendo en los activos de riesgo, al calor de la rebaja de expectativas de subida de tipos, puede constituir una buena oportunidad para que, aquellos inversores que no lo han hecho aún, reduzcan el riesgo, principalmente en renta variable. En un entorno de desaceleración económica y desinflación vemos con mejores ojos la deuda pública y corporativa e incluso los activos monetarios.

Filippo Alloatti, head of financials (credit) de Federated Hermes Limited

Silicon Valley Bank tenía problemas con su faceta Silicon Valley más que con su banca. Los problemas a los que se enfrentaba SVB estaban más relacionados con sus clientes y las industrias a las que servía (los sectores tecnológico y de capital riesgo ubicados en Silicon Valley) que con cuestiones relacionadas con sus operaciones bancarias básicas. La base de depósitos del banco estaba muy concentrada en estos sectores, y los resultados financieros del banco se veían afectados por las condiciones económicas de estas industrias. Con 140.000 millones de dólares invertidos en bonos del Tesoro a largo plazo antes del actual ciclo de endurecimiento, lo que provocó una reducción de capital de 2.250 millones de dólares y un plan de aumento de capital chapucero.

El SVB quedó exento de los estrictos coeficientes de liquidez de Basilea 3 y, en su lugar, solo se le exigió un informe trimestral de liquidez. Los bancos pequeños como el SVB pueden evitar la valoración negativa a precios de mercado de la cartera de bonos contra su CET1 (Common Equity Tier 1), reforzando artificialmente su capital de solvencia.

Sin embargo, cuando es necesario vender activos por motivos de liquidez, la pérdida va directamente a CET1, lo que provoca una pérdida significativa de capital de solvencia.

Se adoptaron medidas de emergencia para proteger a los depositantes de SVB y Signature Bank New York (SBNY) invocando la excepción de riesgo sistémico, que permite a los reguladores respaldar los depósitos no asegurados. Se anunció el Programa de Financiación Bancaria a Plazo (BTFP) de la Reserva Federal, que ofrece préstamos de hasta un año, aceptando garantías cualificadas a la par para permitir a los bancos crear liquidez a partir de sus carteras de bonos sin reconocer pérdidas no realizadas.

No hay bancos europeos que coticen en Bolsa con un modelo de negocio similar. Los bancos centrales disponen de amplias herramientas para apoyar a las instituciones con liquidez, incluidos sistemas bancarios enteros.

DWS

La lucha de los bancos centrales mundiales contra la inflación mediante el ciclo de fuertes subidas de tipos se ha cobrado sus primeras víctimas notables.

Al tomar medidas decisivas, las autoridades estadounidenses probablemente habrán evitado una crisis sistémica. Las bases sólidas siguen respaldando la rentabilidad superior en el sector residencial, en el que nos centramos cada vez más en los crecientes sectores invertibles de la vivienda asequible y social en España. Por su parte, la limitada oferta y la fuerte demanda
de los ocupantes hacen de Barcelona uno de nuestros mejores resultados en el sector logístico.

No obstante, la vigilancia de los mercados parece justificada por el momento.

Jérémie Boudinet, responsable de crédito de grado de inversión en La Française AM

La quiebra de SVB e incluso de Signature Bank y Silvergate Bank no suponen, en nuestra opinión, un peligro para Estados Unidos ni para el sistema bancario mundial. Sin embargo, muestran claramente la falta de supervisión reguladora del sector bancario en la sombra y los peligros de los bancos que dependen de una frágil base de depósitos.

Las actuales perspectivas de inflación y tipos suponen una clara amenaza para el sector bancario en la sombra, que ha crecido rápidamente a expensas del sector bancario. Aunque el sector bancario no puede escapar a las desgracias macroeconómicas y microeconómicas de la industria bancaria en la sombra, no es responsable de los excesos que se han extendido estos últimos años y no debería sufrir tanto por estos impagos gracias a: la solidez de sus balances, las elevadas cantidades de activos líquidos y la posible indulgencia regulatoria, como ocurrió durante la pandemia de Covid-19.

Gilles Moëc, economista jefe en la gestora de fondos AXA IM

La desventura de SVB ayuda a arrojar luz sobre la relación no tan directa entre el nivel de los tipos de interés y la salud de los bancos. Sí, en general -y a medio plazo- la subida de los tipos de interés beneficia a los bancos, ya que les permite mejorar sus márgenes, pero la rentabilidad puede verse perjudicada si los pasivos a tipo variable chocan con los activos a tipo fijo a largo plazo acumulados a un nivel bajo de tipos de interés. Esta es otra razón para estar muy atentos a la evolución macrofinanciera. Aunque no estemos en territorio sistémico, poco a poco estamos reaprendiendo que los tipos de interés difícilmente pueden subir sin desencadenar dolor, y aunque idiosincrásicos, los acontecimientos del SVB deberían recordarnos que los canales macrofinancieros deberían ser los primeros en revisarse (es probable que sean el presagio de más dificultades que lleguen a la economía real). 

Es probable que desencadene una mayor prudencia de la Fed en el ámbito de la política monetaria. A muy corto plazo, va a ser difícil para la Reserva Federal ignorar el episodio de SVB, aunque en teoría las preocupaciones por la estabilidad financiera no deberían afectar a las decisiones de política monetaria. 

Más allá de la cuestión de la rentabilidad, los bancos pueden tener más dificultades para cumplir sus umbrales de capital regulatorio en épocas de fuertes subidas de los tipos de interés. El BCE es consciente de este riesgo desde hace tiempo.

El sector ya era especialmente sensible a la actual configuración macroeconómica: dado que combina elevados gastos de capital al principio y que en la mayoría de los casos sólo produce beneficios a largo plazo, no lleva bien una subida del tipo de interés sin riesgo. La desaparición de una de sus fuentes de financiación (SVB) no va a ayudar.

Aunque SVB parece un caso idiosincrásico –su concentración en un único sector (el tecnológico) lo hacía especialmente sensible a las retiradas de depósitos colectivos, sobre todo en una situación en la que la financiación de nuevas empresas se está agotando y las empresas tecnológicas necesitan acceder a su efectivo–, los supervisores y reguladores no se arriesgaron.

Las autoridades estadounidenses compensarán los depósitos de estos bancos por encima del límite normal del seguro de la FDIC. Según los términos de la declaración conjunta del Tesoro, la Fed y la FDIC, ‘los depositantes del SVB tienen acceso a todo su dinero desde el lunes 13 de marzo’, invocando la ‘Excepción de Riesgo Sistémico’ que había sido ampliamente utilizada durante la Gran Crisis Financiera de 2008. No se trata de un rescate –no se ha planteado ninguna protección gubernamental para los titulares de bonos del SVB, por ejemplo–, pero la idea es probablemente evitar una migración potencialmente dolorosa de los depósitos de otros bancos pequeños y medianos hacia instituciones más grandes, así como cortar de raíz la aparición de una cadena de problemas de liquidez y solvencia en el sector tecnológico. 

José Ramos Ponferrada, del equipo de asesoramiento y análisis de A&G

Sobre el contagio a la banca europea, no vemos riesgo sistemático para el sector, el principal riesgo es que se acelere la remuneración en los depósitos, lo que preocuparía al mercado por la sensibilidad de los beneficios en torno a los costes de financiación y de depósito. Los bancos europeos tienen unos ratios de liquidez mucho mayores, por encima del 150% mientras que el requisito mínimo es del 100%. A esto se suma que el crecimiento de los préstamos en Europa es de apenas un 2-3% actualmente con respecto al 11% en USA. Por tanto, una mayor liquidez y un menor crecimiento de los préstamos justifican por qué la competencia de los depósitos es menor en Europa, lo que junto a la estructura de los balances de los bancos, reduce el riesgo de que los bancos europeos se vean forzados a vender su portfolio de bonos/swaps.

El sector bancario europeo ha subido un 13% anual, pero por valoración sigue estando barato, aunque hay que esperar a más noticias para poder valorar la situación de manera correcta.

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