29 ABR, 2024
Por Leticia Rial de RankiaPro
¿Sabías que el grupo financiero profesional más antiguo del mundo nació en la antigua Roma? Se trata de los argentarios (argentarii), una especie de 'banqueros' que se dedicaban, entre otras cosas, a ofrecer depósitos a sus clientes. Veamos quiénes eran estos argentarios y cómo funcionaban sus depósitos. ¡Seguro qué te sorprende!
Los argentarrios eran profesionales que, en la antigua Roma, ofrecían una amplia gama de servicios financieros a sus clientes, como cambios de moneda, la compraventa de metales preciosos, y la concesión de préstamos y depósitos. Eran ciudadanos libres que ejercían su actividad de forma independiente, fuera del control del Estado, y formaban parte de un gremio que aceptaba un número limitado de miembros.
Estos profesionales, surgidos en el siglo IV a.C., operaban dentro de las 'tabernae argentariae', oficinas ubicadas cerca de lugares de gran actividad comercial y mercantil. En la capital del Imperio, Roma, las tabernas se concentraban en el Foro, el corazón neurálgico de las actividades comerciales y financieras de la ciudad.
De hecho, los romanos utilizaban la expresión 'Clivus Argentarium' para referirse a la vía principal que atravesaba el Foro y conducía hasta el Coliseo. Según algunos escritos de la época, como los poemas de Ovidio, la mayoría de las tabernae argentariae se encontraban en torno a la basílica Emilia, cerca del Arco de Jano y del pozo de Libone.
Existían diferentes tipos de argentarios: algunos gozaban de gran respeto y pertenecían a la clase alta, normalmente encargados de los grandes negocios de los ricos, mientras que otros eran despreciados por practicar intereses elevados y operaban a pequeña escala.
Aunque el concepto de "depósito bancario" pueda parecer moderno, los argentarios ya ofrecían este servicio a sus clientes en dos modalidades:
Lamentablemente, no conocemos el importe exacto de la comisión que los clientes de los banqueros pagaban por depositar su dinero, pero los expertos creen que era bastante alto: los romanos tenían una necesidad urgente de dinero, ya que era imprescindible para cerrar tratos comerciales, y este aumento en el uso de la moneda metálica hizo que los tipos de interés fueran muy elevados en el Imperio romano. De hecho, con el tiempo los tipos fueron limitados al 12% por ley.
El papel de los banqueros fue evolucionando y, a partir del siglo II a.C., surgieron nuevos perfiles como el nummularius y el acoactor argentarius. Además, surgió una nueva figura, los mensarii, banqueros públicos durante los períodos de escasez.