Los ganadores ocultos del boom de los semiconductores a través de la inteligencia artificial

Tobias Rommel, Portfolio Manager del fondo DWS Invest Artificial Intelligence

Después de solo dos meses en activo, ChatGPT ya tenía alrededor de 100 millones de usuarios. En la actualidad, y prácticamente sin excepción, las empresas han incorporado la inteligencia artificial a su día a día, introduciendo sus propios modelos de lenguaje de gran tamaño y debatiendo su implementación en sus negocios operativos. Por eso, no hace falta tener una bola de cristal para ver que esto conducirá a un aumento masivo en la demanda de potencia informática y, por lo tanto, semiconductores de IA. Estos chips ya están prácticamente agotados y en China, en el mercado negro, ya se están cobrando al doble de su precio. Se espera que las ventas globales de semiconductores de IA alcancen alrededor de 43.000 millones de dólares este año; dentro de los próximos cuatro años, esta cifra debería triplicarse. Al mismo tiempo, el mercado está dominado por una empresa estadounidense, que debería representar alrededor del 70% de las ventas en 2023, alrededor de 30.000 millones de dólares, y que no solo vende estos chips a precios elevados, sino que también obtiene un margen bruto del 70 al 80% con ellos. Pero, ¿por qué es tan fuerte la posición de esta empresa en la llamada "computación acelerada"? Porque su historial como diseñador de semiconductores gráficos juega a su favor. Debido a que estos chips pueden, en términos simples, calcular todos los píxeles de un monitor en paralelo, y es precisamente esta arquitectura lo que es particularmente útil para aplicaciones de IA, ya que estas redes neuronales también requieren procesos paralelos.

Sin embargo, debido a los altos precios y los altos márgenes de beneficio, los grandes proveedores de servicios en la nube están pensando seriamente en cómo reemplazar los semiconductores del líder del mercado con sus propios chips específicos para aplicaciones. Aunque las empresas se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, probablemente no quepa duda de que en unos pocos años, estos "circuitos integrados específicos para aplicaciones" representarán una parte considerable del mercado. Esto se ve respaldado, en primer lugar, por el hecho de que los proveedores de servicios en la nube también son pesos pesados en el sector tecnológico. Y cuanto más grande se vuelva el mercado, más fácil será para ellos invertir los millones necesarios en investigación y desarrollo. Aquí es donde entran en juego los primeros “ganadores ocultos”. Las empresas que no tienen más de 30 años de experiencia en el desarrollo y fabricación de semiconductores necesitan el apoyo de especialistas que puedan encargarse del diseño físico de los chips y trabajar estrechamente con los fabricantes contratados.

Los proveedores de software utilizados para diseñar chips también podrían beneficiarse de este desarrollo. Y no solo los proveedores de servicios en la nube podrían estar entre sus clientes en el futuro, sino también los fabricantes de automóviles eléctricos, entre los que un representante prominente recientemente decidió desarrollar sus propios semiconductores.

Además, durante mucho tiempo, los semiconductores en los chips de IA se volvían más pequeños y potentes cada, aproximadamente, cada 18 meses. Sin embargo, esta dinámica, establecida en la "Ley de Moore", no sólo se ha ralentizado considerablemente en los últimos años, sino que los semiconductores de inteligencia artificial del líder estadounidense, en particular, están haciéndose más grandes y, de paso, adentrándose en la tercera dimensión. Por ejemplo, el producto más reciente de esta compañía tiene 80.000 millones de transistores, que es aproximadamente cinco veces la cantidad que contiene un chip de iPhone. Como resultado, la fabricación se está volviendo más compleja; entre otras cosas, se requieren más de 1.000 pasos para fabricar y producir semiconductores de IA. Estas dos tendencias están generando una especie de auge para los fabricantes de equipos, quienes están suministrando a los fabricantes de chips las nuevas máquinas necesarias.

¿Significa esto también el fin del ciclo de subidas y bajadas dentro del sector de los semiconductores?

Desafortunadamente no, como lo demuestra la caída de los precios de las tarjetas de memoria “no inteligentes” y también de los semiconductores para la industria automotriz: los almacenes ahora están llenos de nuevo. Sin embargo, la demanda de chips inteligentes, por ejemplo, para aplicaciones de inteligencia artificial o para el "Internet de las cosas", debería recibir buen apoyo a largo plazo.

Uno podría argumentar que la oferta también aumentará, porque para reducir la dependencia de Taiwán, por ejemplo, los gobiernos del mundo occidental están involucrados en una verdadera carrera de subsidios para atraer fábricas de semiconductores, lo que finalmente también debería impulsar la producción. Pero, esas empresas de Taiwán, Corea del Sur o Estados Unidos, que ahora están comenzando a construir nuevas capacidades en Estados Unidos y Europa, también son los operadores de las plantas de fabricación existentes en Taiwán. Y probablemente gestionarán la producción de sus chips de más alta calidad, de tal manera que los márgenes no sufran mucha presión.