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¿Qué implicaciones tiene el petróleo en los bancos centrales?
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¿Qué implicaciones tiene el petróleo en los bancos centrales?

Un aumento del precio de la energía implica una mayor incertidumbre sobre la situación económica.
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10 ABR, 2024

Por Edmond de Rothschild

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Autor: Manuel Maleki, economista de Edmond de Rothschild

En marzo, el precio del crudo ha repuntado más de un +10%, pasando de 82 a 90 dólares por barril, que fue su máximo en octubre de 2023. Esta subida del precio se debe a unos datos económicos mejores de lo esperado, al aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y a la política de menor producción de los miembros de la OPEP+.

Sin embargo, para este año esperamos una ralentización económica mundial debido a la política monetaria restrictiva aplicada por los bancos centrales en 2023, con pleno efecto sobre la actividad económica en 2024. Por lo tanto, en estas circunstancias, prevemos que el precio del crudo se sitúe, en promedio, en una horquilla entre 75 y 85 dólares por barril. Otra especificidad es la volatilidad, que seguiría siendo elevada debido a las tensiones geopolíticas.

Petróleo y bancos centrales

Un aumento del precio del crudo durante más tiempo complicaría probablemente la política monetaria de los bancos centrales y, más concretamente, su forward guidance. En efecto, un aumento del precio de la energía implica una mayor incertidumbre sobre la situación económica. Por un lado, podría implicar más inflación debido al mayor precio de la energía para los hogares y las empresas, pero por otro lado podría reducir la actividad debido a su efecto depresivo para los países no productores, como en Europa. La situación de Estados Unidos es diferente porque el país es el primer productor de crudo con más de 12 millones de barriles diarios. Por lo tanto, para EE.UU., el impacto económico es casi nulo, pero en cambio si tendrá un impacto positivo en la inflación.

En definitiva, la Fed y el BCE han mostrado y reiterado su voluntad de luchar contra las presiones inflacionistas. Por lo tanto, un precio del crudo más alto y una mayor incertidumbre podrían reducir la velocidad de descenso de los tipos de interés de los bancos centrales. Además, un aumento de los precios energéticos podría afectar a su política monetaria, que podría adoptar un tono más duro para tratar de controlar las expectativas de inflación.

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