2 MAY, 2024
Por RankiaPro
Autor: Jeffrey Cleveland, jefe economista de Payden & Rygel
En poco más de doce meses, la Reserva Federal ha subido los tipos de interés de referencia en más de 500 puntos básicos, para luego aflojar y adoptar una postura de espera que ya lleva más de un año. Los tipos de interés reales, es decir, ajustados a la inflación, son ahora mucho más altos que hace unos años: por ejemplo, los rendimientos reales a 10 años se sitúan en torno al 2,2%, el nivel más alto en 15 años. Sin embargo, según los datos hasta la fecha para el primer trimestre de 2024, el PIB de EE.UU. parece estar creciendo a una tasa anualizada del +3%, mientras que la inflación subyacente sigue acelerándose mes a mes y ahora parece haberse establecido en el rango anual del 3-4%. La tasa de desempleo se mantiene cerca de los mínimos del ciclo, con 200.000 despidos en enero-marzo y una media de 300.000 nuevas contrataciones mensuales en el último año.
Es cierto que el calendario de la política monetaria es amplio y variable, pero nos parece interesante analizar por qué los tipos altos no están actuando como freno de la economía, como se había previsto. A continuación, resumimos algunas de las posibles explicaciones:
No creemos que haya que fijarse únicamente en el nivel de los tipos de los Fed Funds para juzgar el carácter restrictivo de la política monetaria estadounidense. Los temores a un fallo en el sistema pueden ser exagerados: la economía estadounidense aún puede tener margen de maniobra, frenar la inflación aún es posible y los tipos no tienen por qué bajar necesariamente a corto plazo, es más, aún pueden tener que subir. Creemos que el escenario más probable es que la Reserva Federal mantenga su actual postura de esperar y ver durante la mayor parte del año, pero creemos que hay un 15% de probabilidades de que no se produzca un aterrizaje forzoso y de que los responsables políticos suban más los tipos. Si los datos macroeconómicos siguen mostrando resistencia, los inversores y los responsables políticos podrían empezar a cuestionarse expresamente si la política monetaria es suficientemente restrictiva.