21 SEPT, 2023
Por Leticia Rial de RankiaPro
La Reserva Federal ha decidido no subir los tipos de interés en su reunión de ayer y mantenerlos en el 5,5%. No obstante, Jerome Powell, presidente de la Fed, no descarta una posible subida este año. De entre los 19 integrantes del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), 7 señalan que no habrá subidas adicionales en 2023, mientras que 12 opinan lo contrario. Powell no ha ofrecido una confirmación definitiva. En términos generales, prevén que los tipos interés permanecerán en niveles más elevados durante un periodo prolongado.
A continuación, puedes conocer las primeras reacciones de las gestoras de fondos internacionales.
Esperamos que la Reserva Federal mantenga los tipos de interés en el 5,50% durante el resto de 2023, antes de reducirlos progresivamente hasta el 3,75% a finales de 2024.
Este escenario se basa en que el crecimiento del PIB parece que seguirá fortaleciéndose en el tercer trimestre, pues ahora parece improbable una recesión. Pero un crecimiento más fuerte nos lleva a esperar una reducción más modesta de la inflación, del 4,2% en 2023 al 2,8% en 2024 para EE.UU.
Así pues, el aumento del crecimiento previsto y la mayor rigidez de la inflación nos han llevado a retrasar nuestras previsiones para la primera bajada de tipos de la Fed, de diciembre de este año a marzo del próximo.
La Reserva Federal de EE.UU. mantuvo estables los tipos de interés oficiales y señaló su intención de mantenerlos restrictivos durante más tiempo de lo que se pensaba. El crecimiento del PIB real ha sido mucho más resistente, lo que ha dado lugar a revisiones sustanciales de las proyecciones económicas de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Las nuevas proyecciones implican una notable aceleración de la productividad y un aumento de la tasa natural de interés a corto plazo, lo que hace que la inflación vuelva a bajar sin que aumente mucho la tasa de desempleo, ni el crecimiento por debajo de la tendencia.
La pandemia y la respuesta del Gobierno han creado un conjunto de factores muy singulares que están afectando a la economía estadounidense. Históricamente, cuando los tipos han subido tanto y tan deprisa para devolver la inflación al objetivo del 2% de la Reserva Federal, la economía ha tendido a caer en recesión. Hasta hoy, los responsables de la Fed han admitido implícitamente este hecho al pronosticar un aumento de la tasa de desempleo que históricamente se ha asociado a la recesión. Sin embargo, con estas nuevas previsiones, la Fed ilustra su creciente confianza en que esta vez es diferente.
Nos preocupa más la sostenibilidad a corto plazo de la reciente tasa de crecimiento del PIB real del 2%. Aunque un aterrizaje suave es ciertamente posible, es decir, volver a situar la inflación en el objetivo sin provocar una recesión, pensamos que la probabilidad de recesión es una moneda al aire. Se espera que la política monetaria restrictiva se mantenga durante un periodo prolongado y ralentice la actividad económica con el tiempo. Los excedentes económicos positivos de la pandemia, incluido el elevado exceso de ahorro de los hogares, se están agotando, y esto probablemente ha alargado los retardos a través de los cuales actúa la política monetaria, no los ha eliminado. Las condiciones crediticias son restrictivas y los costes de los préstamos son más elevados para el prestatario marginal. Se espera que los efectos económicos de esta situación aumenten con el tiempo, a medida que se renueve la deuda a estos nuevos tipos más elevados.
Con su decisión de hoy, el Comité Federal de Mercado Abierto ratificó las expectativas del mercado al mantener los tipos sin cambios, pero señalando que, según sus previsiones, es probable que se produzca una nueva subida en 2023. Esta es la conclusión hacia la que los analistas de mercado se habían inclinado en las últimas semanas y, por lo tanto, debería tener un impacto limitado en el mismo.
Quizás lo más destacable fue la rebaja de las expectativas en los recortes de tipos en 2024, que se trasladó a un recorte de 50 puntos básicos en 2024. Esto sirve realmente para subrayar el mensaje de “más altas durante más tiempo“, que debería ser positivo para lograr el objetivo del FOMC de que la inflación vuelva a acercarse al objetivo, y reconoce asimismo que la economía ha demostrado hasta ahora una relativa resistencia en comparación con las expectativas. Debido al “consenso del mercado”, el impacto en el dólar y que la rentabilidad del Tesoro estadounidense fue mínima, aunque seguimos creyendo que la valoraciones actuales son atractivas en términos de las rentabilidades actuales a medio plazo.
La Reserva Federal mantuvo ayer los tipos de interés, pero lanzó un mensaje más agresivo sobre la futura senda de la política monetaria. Sin duda, el banco central es cada vez más optimista sobre las perspectivas de un aterrizaje suave, como demuestran sus previsiones de crecimiento y desempleo más optimistas. De hecho, los miembros del FOMC incluso se permitieron el lujo de revisar a la baja sus previsiones de inflación subyacente del IPC a finales de este año. Sin embargo, el mensaje que subyace es que la lucha contra la inflación no ha terminado, ya que los miembros siguen apuntando a otra subida de tipos este año, y prevén recortes notablemente menores para 2024.
Estos mensajes deberían moderar los intentos del mercado descontar en este momento el final del ciclo de endurecimiento, contribuyendo a mantener las estrictas condiciones monetarias y financieras que la Reserva Federal considera necesarias para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo. Sin embargo, sus previsiones no son inamovibles, y el comunicado de prensa deja claro que los movimientos futuros dependerán de los datos y no estarán predeterminados. Por lo tanto, estas señales son útiles para que la Reserva Federal mantenga abiertas sus opciones, y probablemente el listón para saltarse la última subida que esperamos en noviembre en caso de que el crecimiento o la inflación se ralenticen en los próximos meses.
Como se esperaba, el Comité Federal de Mercado Abierto decidió no subir los tipos en su reunión de septiembre y mantuvo la formulación agresiva de su política monetaria al afirmar que “podría ser apropiado un endurecimiento adicional de su política. Mucho más significativos, sin embargo, fueron los movimientos en el Resumen de Proyecciones Económicas (SEP, por sus siglas en inglés), que mostraron que las expectativas del Comité sobre dónde irán los tipos de interés en 2024 aumentaron del 4,6% en la reunión de junio, al 5,1% actual. Junto con sus expectativas actualizadas para la inflación subyacente en 2024, que se mantuvieron estables en el 2,6%, las expectativas del Comité para los tipos reales en 2024 aumentaron 50 puntos básicos, hasta el 2,5%. Esto, combinado con el hecho de que 12 de los 19 participantes siguen creyendo que está justificada una subida más, es indicativo de que el FOMC sigue siendo muy duro.
En la conferencia de prensa, Powell subrayó el tono agresivo de las previsiones del Comité, al tiempo que se reservaba la máxima opción de dejar que los datos dicten el rumbo a seguir. Subrayó que el Comité está a la espera de convencerse de que la inflación está bajando de forma sostenida, al tiempo que señaló que “necesitan estar seguros de que nos encontramos en una postura adecuadamente restrictiva”. Esto coincide con nuestra opinión de que el enfoque del Comité está pasando de hacer hincapié en “más alto” a “más largo”, y corrobora nuestro parecer de que el obstáculo para pivotar sigue siendo muy alto.