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El sueño del renacimiento empresarial en Japón, más vivo que nunca
Inversión en Asia

El sueño del renacimiento empresarial en Japón, más vivo que nunca

El paso del dicho al hecho en las reformas del sector empresarial, una mejora más rápida de la asignación del capital y tratamiento de choque en los costes serían excelentes noticias para el país.
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19 ENE, 2024

Por Jupiter AM

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Dan Carter, gestor de inversiones, renta variable japonesa, Jupiter AM

2024 podría ser en varios aspectos una etapa diferente a la recorrida en 2023 en Japón. La vuelta a los tipos de interés positivos por parte del Banco de Japón, una revalorización del yen y una rotación para distanciarse de las empresas de perfil value con muchos activos podrían dar un vuelco a la clasificación de sectores e inversores ganadores. El paso del dicho al hecho en las reformas del sector empresarial, una mejora más rápida de la asignación del capital y tratamiento de choque en los costes serían excelentes noticias para el país.

Si el fulminante informe publicado a comienzos de 2023 por la Bolsa de Tokio, que clamaba contra el sector empresarial japonés por sus bochornosamente bajas rentabilidades y valoraciones y, más importante aún, insistía en la necesidad de cambios, constituyó una nueva temática o no, depende mucho de la propia experiencia de cada uno en el mercado. Iniciativas anteriores, como la redacción del Código de Gobierno Corporativo de Japón, ilusionaron a los especialistas como nosotros, pero el sopapo de la Bolsa de Tokio contribuyó realmente a colocar la cuestión del cambio en Japón en un lugar destacado en la agenda de la industria mundial de la inversión.

Las evidencias de cambios favorables a los accionistas se acumulan

Los dividendos siguen creciendo y las recompras de acciones planificadas son numerosas. Algunas grandes empresas están empezando a liberar capital vinculado a participaciones cruzadas a la vieja usanza, un capital que puede emplearse para impulsar las rentabilidades. Para alegría del mercado, Nippon Steel y Hitachi anunciaron planes en este sentido a comienzos de año, Toyota Motor recortó sus participaciones en la empresas de telecomunicaciones KDDI y el fabricante de piezas para automóviles Denso, mientras que el conglomerado tecnológico Fujitsu anunció la venta de su empresa de empaquetado de chips semiconductores Shinko Electric. Un gran comienzo, ciertamente, pero 2024 tiene mucho más que ofrecer.

Los adelantados han copado titulares, pero a mediados de 2023 tan solo el 31% de las empresas cotizadas en el Topix Prime había publicado los planes solicitados para mejorar las rentabilidades y las valoraciones. Ese número será mucho mayor en el nuevo año, cuando la Bolsa de Tokio exponga con nombres y apellidos a los que se han resistido. Solo este hecho debería ser positivo para los valores, pero pensamos que la acción, y no las meras palabras, será lo que caracterice a 2024. Cabe esperar nuevos avances en la asignación del capital, con la vista puesta en las recompras de acciones y en acabar con las participaciones cruzadas.

Aún más interesante es la perspectiva de una profunda reforma de las actividades empresariales. Durante el próximo año, las reestructuraciones profundas de las divisiones con márgenes bajos y las escisiones de líneas de negocio no rentables podrían ser protagonistas como nunca antes. Las presiones que reciben los directivos empresariales nipones —de los inversores, los activistas y los grandes actores del sector financiero— cada vez son más difíciles de resistir y esperamos que las murallas que se erigen en las salas de juntas comiencen por fin a ceder en 2024. Es una triste ironía constatar que, un año y medio después de su asesinato, el sueño del exprimer ministro Shinzo Abe de ver un renacimiento empresarial en Japón nunca había estado tan vivo.

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