El triple error de Irán

A mediados de mes, un nuevo conflicto ha movido el mercado y ha generado cierta inquietud en los clientes; especialmente en aquellos más sensibles a la volatilidad, por la juventud de sus carteras o por su propia naturaleza y condición.

El día 1 de abril es atacado el consulado iraní en Damasco, produciéndose la muerte de tres altos mandos de la Guardia Revolucionaria de Irán. El atentado Irán lo atribuye a Israel. La represalia iraní no se hace esperar y la noche del 13 al 14 de abril lanza un ataque contra Israel con 170 drones, 30 misiles crucero y 120 misiles balísticos.  En lo que a ojos occidentales y desde una perspectiva geopolítica ha sido un triple error.

Un primer error: si la intención del gobierno iraní era perpetrar el mayor daño posible a Israel, esto claramente no lo han conseguido, ya que las fuerzas armadas israelíes en conjunción con las bases norteamericanas en la zona han sido capaces de activar un escudo protector que ha minimizado el impacto de la agresión, produciendo daños estructurales leves.

Un segundo error: han puesto de manifiesto ante el mundo la clara superioridad militar israelí y la escasa efectividad de las fuerzas armadas iraníes, en especial de la ideologizada Guardia Revolucionaria, supuestamente las fuerzas de élite del país.

Un tercer error: lejos de conseguir poner al resto de países árabes (de tradición sunita, mientras Irán es chiíta) en contra de Israel, han conseguido que incluso Jordania y Arabia Saudí hayan ayudado militarmente a Israel interceptando parte del ataque iraní.

Solo puede comprenderse la actuación del gobierno iraní desde una clave interna.

En primer lugar, tengamos en cuenta que desde la revolución islamista de 1979, que liderada por el Ayatola Jomeini derrocó al último Sha de Persia, el pro occidental Mohammad Reza Pahleví, Irán es hoy una república islamista y teocrática, donde la voluntad divina es interpretada por el líder supremo de Irán, actualmente Alí Jamenei.

En segundo lugar, los fallecidos en el atentado de Damasco eran tres altos cargos de la Guardia Revolucionaria, la poderosa policía política del régimen que tiene la principal función de preservar el régimen político del país.

Al actual presidente Ebrahim Raisi, cargo ejecutivo inferior al de líder supremo, no le ha quedado más remedio que desarrollar una contestación masiva y contundente, aunque nada efectiva, con la principal intención de satisfacer a las facciones más radicales de la jerarquía islamista. Una represalia claramente de consumo interno, que calme la indignación de los mandos militares que habían sufrido estas tres significativas bajas.

La situación política en Irán es inestable dada la avanzada edad y el deterioro físico del líder supremo de 85 años, al que el actual presidente busca suceder. A ello han de unirse las protestas sociales que no han cesado tras la muerte en manos de la “policía de la moral” de la joven Mahsa Amini el 14 de septiembre de 2022, y la consecuente condena internacional. 

La respuesta israelí se ha concretado en el momento de escribir este comentario en atacar una base aérea iraní a unos 400 kilómetros de la capital del país Teherán, en un ataque concreto que no parece buscar incrementar la escalada en la zona.

Aunque, como decíamos al principio, este conflicto ha generado inquietud entre los clientes, lo cierto es que los mercados han sufrido volatilidad, pero no ha sido excesiva; y desde luego menor que veces anteriores, quizás en parte conocedores de la estrategia iraní de “amagar”, cuya explicación hemos desarrollado antes. Sí debe valorarse que se trata de la primera vez que Irán desarrolla una actuación armada reconocida contra el Estado de Israel, pues en las anteriores ninguna de las partes ha reconocido los hechos.

Espero con este comentario haber arrojado algo de luz en este complicado conflicto y que está formando parte de las conversaciones con los clientes estos días.