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El BCE mantiene la hoja de ruta y sube los tipos de interés medio punto
Perspectivas de mercado

El BCE mantiene la hoja de ruta y sube los tipos de interés medio punto

El mensaje de Lagarde mantuvo la dicotomía de las pasadas ruedas de prensa.
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16 MAR, 2023

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo.

El BCE ha decidido mantener su rumbo pese a la inestabilidad que sacude los mercados financieros tras el colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank; además de la crisis que se está viviendo en Credit Suisse. El Banco Central Europeo ha subido los tipos en 0,5 puntos porcentuales, hasta colocar el tipo principal en el 3,5%. Se trata de la sexta subida consecutiva del precio del dinero. No obstante, el BCE ha avisado de que se encuentra preparado para “inyectar liquidez al sistema financiero de la zona euro si es necesario“.

A continuación, te dejamos con las primeras reacciones de los expertos de la industria de fondos tras la comparecencia de Christine Lagarde.

Miguel Ángel Rico, portfolio manager de Creand AM

Decisión salomónica del Banco Central Europeo. Ha subido los tipos de interés un 0,50% para dejar la tasa de depósito en el 3%, pero no se ha comprometido a futuras subidas, que dependerán de los datos económicos y financieros.

Sin embargo, hoy el BCE tenía un auténtico papelón. La crisis de Credit Suisse hizo que en el día de ayer el BCE pidiese información a los principales bancos europeos sobre su exposición al banco suizo. De hecho, para la reunión de hoy, el mercado tenía muchísimas dudas sobre cuál sería la actuación del Consejo de Gobierno del BCE, algo inusual. A pesar de que desde la última reunión todo apuntaba a otra gran subida (50 puntos básicos) de los tipos de interés, durante la tarde de ayer y a primera hora de la mañana de hoy se daba por sentado que subirían tan sólo 25 puntos básicos, algo que fue cambiando durante la mañana.

En la rueda de prensa, Lagarde ha querido tranquilizar al mercado en cuanto a la solidez del sector bancario europeo, comentando que se encuentra en una situación muchísimo mejor que en 2008. Además ha adoptado un tono más positivo en cuanto a su previsión sobre la inflación respecto al que mostró en la reunión de febrero, rebajando sus previsiones de inflación para 2023 y 2024, aunque todavía se sitúan por encima de su objetivo del 2%. Al mismo tiempo, las presiones inflacionistas subyacentes siguen siendo fuertes puesto que reconocen que la inflación sigue demasiado elevada, aprovechando así para reafirmar que seguirán siendo suficientemente restrictivos para garantizar el retorno de la inflación a su objetivo del 2%.

Finalmente, las proyecciones de referencia para el crecimiento en 2023 se han revisado al alza hasta el 1,0%, gracias al descenso de los precios de la energía, y a la mayor capacidad de resistencia de la economía ante el difícil entorno internacional.

El mercado ha reaccionado bien a la subida esperada, con la rentabilidad de los bonos y la divisa sin mucho movimiento, y bolsas al alza.

James Athey, director de inversiones de abrdn

La presidenta del BCE, Lagarde, ha afirmado hoy con firmeza que no hay ningún dilema entre sus objetivos de estabilidad financiera y de política monetaria. Sin embargo, con las presiones de inflación subyacente todavía al rojo vivo en el continente, su falta de orientación sobre futuras subidas de tipos sugiere que no todos los miembros del consejo de gobierno están de acuerdo con ella. El mercado se ha apresurado a descartar muchas de las futuras subidas de tipos, e incluso a descontar la posibilidad de recortes en el segundo semestre.

La realidad es que los mercados ya han visto signos de estrés bancario, y cualquiera que haya sufrido los efectos de la crisis financiera mundial no se convencerá fácilmente de que todo va bien por lo que digan los responsables de las políticas, que a menudo son responsables de los extremos de liquidez que causan muchos de estos problemas en primera instancia. Ahora que la pasta de dientes contra el estrés bancario está fuera del tubo, no va a ser tan fácil volver a meterla.

Sandra Holdsworth, directora de Rates en Aegon AM

El Banco Central Europeo ha vuelto a subir sus tipos de interés hoy hasta situar la tasa de depósito en el 3%, el nivel más alto desde 2008. En total, los tipos de interés han aumentado tres puntos y medio desde el mínimo del verano pasado como parte de la lucha del BCE contra la inflación. La autoridad monetaria europea no ha modificado el ritmo del ajuste cuantitativo (QT) y, en su comunicado, no anticipó nuevas subidas de tipos. Las previsiones económicas se han modificado, como se esperaba. La inflación se ha revisado a la baja y el crecimiento económico, al alza, en base a unos precios de la energía más bajos de lo esperado, cuyos efectos serán palpables próximamente. Durante la conferencia de prensa, la presidenta Lagarde ha reconocido que las perspectivas son ahora más inciertas, tras la volatilidad que han experimentado recientemente los mercados financieros. No obstante, ha subrayado que el sector bancario está en una posición mucho más sólida que en crisis anteriores y que el BCE dispone de muchas herramientas para afrontar cualquier tensión o, incluso, una crisis de liquidez, si fuera necesario.

Los mercados ahora se preguntan si los tipos de interés de la eurozona están cerca de su nivel máximo, en contraposición a lo que se pensaba hace unas semanas, cuando se esperaba que los tipos superasen el 4,0%. Teniendo en cuenta los niveles de volatilidad en el mercado, parece probable que el ritmo de subidas, en su caso, será más lento de lo que se preveía hasta ahora, pese a los robustos datos de inflación.

Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM

En la rueda de prensa de ayer, el BCE intentó fomentar la confianza tanto en su voluntad de luchar contra la inflación como en la estabilidad del sistema financiero europeo. El BCE ha subió los tipos de interés 50 pb. También indicó que su trabajo en la lucha contra la inflación aún no ha terminado y que sigue siendo probable que vuelva a subir tipos en el futuro. Sin embargo, en lugar de anunciar de antemano el número de futuras subidas de tipos, el BCE sigue ahora un enfoque dependiente de los datos para sus decisiones políticas. Restó importancia al hecho de que las recientes turbulencias ya hayan endurecido las condiciones de financiación. En su lugar, reiteró que los bancos europeos son resistentes, cuentan con sólidas reservas de capital y liquidez, se benefician de una fuerte supervisión en Europa y tienen una exposición limitada a instituciones críticas de Estados Unidos. No obstante, en caso de necesidad, existen numerosos instrumentos y facilidades que podrían activarse rápidamente.

Inyectar confianza pareció ser la principal misión del BCE. La presidenta Lagarde confirmó que la subida de los tipos de interés en 50 pb contaba con el apoyo de una amplia mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno, y sólo tres o cuatro de ellos abogaban por una postura más cauta o por retrasar la decisión. De este modo, el BCE no dejó lugar a dudas de que la lucha contra las presiones inflacionistas es su principal objetivo. Desgraciadamente, no puede decirse cuál habría sido la decisión sin el compromiso previo del BCE de subir 50 puntos básicos esta vez. En teoría, una subida de tipos menor podría haber sido suficiente, dado el endurecimiento de las condiciones financieras que se produjo como consecuencia de las actuales turbulencias del mercado. El hecho de no tener en cuenta la situación actual del mercado en su decisión política contrasta con los comentarios de la presidenta Lagarde sobre las nuevas proyecciones de los expertos del BCE. Parecía dispuesta a restarles importancia, ya que el día de cierre había sido anterior a las recientes turbulencias del mercado. Al menos, el BCE confirmó que en el futuro adoptará un enfoque dependiente de los datos. Sólo indicó que su trabajo aún no ha terminado. Desde JSS Sustainable AM, consideramos que dos subidas de tipos de 25 pb, en mayo y junio, son coherentes con el mensaje del BCE y sus previsiones macroeconómicas.

La presidenta Lagarde y el vicepresidente de Guindos subrayaron que la estabilidad financiera y la de precios no son dos objetivos opuestos. Afirmaron que existen varios instrumentos y facilidades para apoyar al sector financiero y que el personal del BCE había demostrado su capacidad en crisis anteriores para activar otras herramientas a tiempo. Hasta ahora, sin embargo, se considera que la resistencia del sistema bancario es fuerte, que las reservas de capital y liquidez son elevadas, que la exposición a los bancos estadounidenses vulnerables es baja y que las similitudes con los problemas específicos de los bancos estadounidenses son muy limitadas.

Nuevas y antiguas proyecciones macroeconómicas del BCE

François Raynaud, gestor de fondos Multi-Asset & Overlay en Edmond de Rothschild AM

El BCE ha decidido una subida de 50 pb continuando así con su política de inflación y respetando lo que ya anunciaba en febrero. Sin embargo, deja de lado cualquier referencia a futuras subidas de tipos, lo que demuestra que, ahora sus decisiones, dependerán de los datos. Las proyecciones macroeconómicas del BCE muestran que la inflación subyacente seguirá una senda superior a la anterior (de diciembre), con un 5,3% en 2023 y un descenso posterior hasta el 2,9% en 2024 y el 2,1% en 2025. Eso podría haber implicado otro preanuncio de subidas…

En cualquier caso, el BCE logró esta vez evitar añadir una señal adicional de estrés, manteniendo su camino y no cediendo al pánico del mercado… ¡pero sin visibilidad, la alta volatilidad debería permanecer en los próximos días!

Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity

A pesar de las turbulencias de los mercados en los últimos días, el BCE decidió mantener el rumbo en su reunión de marzo, procediendo a la subida preanunciada de 50 puntos básicos. Con ello, quiere mostrar claramente su confianza en su capacidad para hacer frente a los problemas de estabilidad financiera con los instrumentos adecuados, sin apartar la vista del objetivo de estabilidad de precios. En su declaración, el BCE también abandonó la orientación futura, subrayando ahora la importancia de la dependencia de los datos y señalando su disposición a “responder según sea necesario” para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona euro.

Queda por ver si esta estrategia logra restablecer la calma en los mercados y es suficiente para hacer frente a cualquier otro efecto de contagio. Al comprometerse a esta subida casi incondicionalmente, el BCE se había puesto en una situación extremadamente difícil, innecesariamente en nuestra opinión, dejando poco margen de maniobra en caso de shock. Lo que tenemos claro ahora es que los problemas del sector bancario, aunque concentrados en lo que bien podrían ser historias idiosincrásicas en sí mismas, son sin embargo un síntoma del entorno político mucho más restrictivo diseñado por los bancos centrales en los últimos meses. En nuestra opinión, el grado de endurecimiento de las políticas del BCE y de la Reserva Federal hasta la fecha ya ha sido suficiente para provocar un aterrizaje brusco. Ambos deben actuar con extrema cautela a partir de ahora, con flexibilidad y amplitud de miras.

La última encuesta del BCE sobre préstamos bancarios correspondiente al primer trimestre de 2023 ya mostraba un endurecimiento significativo de las condiciones crediticias y una menor demanda de préstamos. Ahora esperamos que las vulnerabilidades del sector bancario que han salido a la superficie tengan un impacto directo en la disposición de los bancos a conceder créditos, lo que llevaría a unas condiciones de financiación aún más restrictivas que, a su vez, afectarían a la economía real potencialmente antes y con más dureza de lo esperado. En este sentido, nuevas subidas de tipos a partir de ahora constituirían probablemente un error político que, en última instancia, exigiría una rápida corrección del rumbo en los próximos meses. A partir de ahora, vigilaremos de cerca los CDS bancarios, ya que ahora son el principal indicador del endurecimiento de las condiciones de financiación.

Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch

La decisión de aumentar las tasas de interés en 50 puntos básicos, tal y como se anticipaba, se comunicó en medio de un drama bancario en torno a Credit Suisse y pocos días después de que el colapso del Silicon Valley Bank agitara los mercados financieros. El BCE hizo bien en mantener la línea y no reducir el tamaño del aumento que ya había anunciado. De lo contrario habría enviado una señal de pánico a los mercados y habrían podido desatar turbulencias aún más fuertes. Además, con una tasa de inflación interanual de 8,5% y una tasa de inflación subyacente de 5,6% con tendencia al alza, habría dado un paso atrás en el proceso de afianzar su credibilidad.

El aumento en los tipos de interés está causando lo que se esperaba: sacar a la luz aquellas inversiones que únicamente eran rentables bajo la sombra de tasas de interés cercanas a cero. El colapso de FTX, y el susto de los fondos de pensiones en el Reino Unido hace unos meses son ejemplos de inversiones escondidas bajos las aguas del dinero gratis que salieron a flote con los tipos más altos. Hasta ahora el sector bancario europeo en general pareciera estar en buen estado de salud, pero no sabemos qué inversiones en qué otros sectores podrían empezar a tambalear. Sin embargo, este proceso de limpieza en los mercados permitirá una asignación de capital más eficiente.

El mensaje de Lagarde mantuvo la dicotomía de las pasadas ruedas de prensa. Por un lado, enfatizó el compromiso del BCE de alcanzar la meta de inflación de 2%, y por otro señaló que alcanzarla dependerá de lo que se vaya viendo en los datos. Lo que decida le Reserva Federal la semana entrante, el desarrollo de los salarios y de los precios de los servicios en la zona del euro, así como el impulso de crecimiento proveniente de la reapertura China pondrá las condiciones para la próxima decisión del BCE.

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