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Sostenibilidad en acción: el Día Internacional del Reciclaje y la economía circular
Inversión ESG

Sostenibilidad en acción: el Día Internacional del Reciclaje y la economía circular

Los inversionistas interesados en la economía circular deben buscar promover la máxima flexibilidad para acceder a la innovación.
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17 MAY, 2023

Por Constanza Ramos de RankiaPro LATAM

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Aparte de conmemorar el Día de Internet, el 17 de mayo también marca la celebración del Día Internacional del Reciclaje. Esta fecha, designada por la UNESCO, tiene como objetivo resaltar la relevancia de proteger nuestro entorno y educar a las personas sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar productos. El propósito de este día es generar conciencia acerca de la necesidad de tomar acciones para preservar el medio ambiente y fomentar prácticas sostenibles que contribuyan a mantener nuestro planeta en buen estado de salud.

Invertir en soluciones para el grave problema de los residuos en el mundo

Tzoulianna Leventi, analista de inversiones en pequeñas compañías de abrdn

Dado que en los océanos del mundo hay unos 5,25 billones de residuos plásticos y que la tasa mundial de reciclado de este material se estima hoy en sólo el 20%, existe una enorme y urgente necesidad de hacer mucho más sostenibles los productos utilizados en la industria, la construcción, el sector textil, la sanidad y todos los demás sectores.

La buena noticia es que muchas empresas pequeñas y muy innovadoras de Europa están afrontando estos retos y proponiendo soluciones viables y sostenibles. Algunas empresas están encontrando nuevos usos para materiales centenarios y tradicionales como el corcho y la resina de pino. Otras crean en sus laboratorios productos sostenibles, incluso biodegradables, para sustituir a los derivados del petróleo de los que tanto dependemos. A medida que aumente la demanda de estos productos sostenibles, estas empresas podrían tener ante sí oportunidades de crecimiento prometedoras.

La empresa holandesa Corbion es una de las que fabrican en el laboratorio nuevos y apasionantes productos basados en ingredientes naturales. El ácido láctico y los lactatos son emulsionantes de origen biológico que se utilizan para crear ingredientes seguros, naturales y rentables para productos biodegradables que se usan para el cuidado de la piel y el cabello. La compañía también produce ácido poli láctico (PLA), un polímero de origen biológico, reciclable y apto para el compostaje con el que se pueden crear materiales que sustituyan al plástico en muchos usos, desde envases a fibras, pasando por su uso en la industria automovilística.

En la actualidad, sólo el Reino Unido produce 230 millones de toneladas de basura al año: 1,3 kg de residuos sólidos por persona y día. En Europa, esta cifra es de 1,1 kg y en Estados Unidos, de 2 kg al día. Incluso la basura que ha sido separada y clasificada para su reciclado suele acabar incinerándose, depositada en vertederos o enviada al extranjero, donde no puede reciclarse ni gestionarse de forma eficaz.

El reto diario de la empresa noruega Borregaard, una “biorrefinería” que utiliza los múltiples componentes de la madera para crear productos bioquímicos que sustituyan a los derivados del petróleo, es sustituir las sofisticadas pinturas, colas y combustibles por productos igualmente sofisticados basados en plantas y sostenibles. Los biopolímeros, las especialidades de celulosa, la biovanillina, las fibrillas de celulosa y el bioetanol que fabrica la empresa pueden utilizarse en agricultura y acuicultura, construcción, productos farmacéuticos y cosméticos, alimentos y baterías, además de como biocombustibles.

Desde 1962, la firma fabrica vainillina de origen vegetal producida a partir de la pícea, que se utiliza en la producción de alimentos y productos de cuidado personal. Esta vainillina de abeto proporciona una reducción de emisiones del 90% en comparación con la vainillina sintetizada a partir de petróleo crudo.

Una empresa portuguesa, Corticeira Amorim, está a la vanguardia de la búsqueda de nuevos usos para el corcho. Como el corcho se extrae de árboles vivos, es un producto que emite carbono negativo. Un alcornoque debe tener 25 años para que se pueda cosechar su capa exterior, pero luego la capa vuelve a crecer y durante los siguientes 150 a 200 años se puede volver a cosechar cada nueve años. Por supuesto, al ser un producto natural, las cosechas de corcho pueden verse afectadas por las condiciones meteorológicas y las fluctuaciones de los precios agrícolas, lo que hace que la producción, los precios y la rentabilidad sean más difíciles de calibrar.

Sin embargo, existe un gran potencial para este material ligero, duradero, aislante y biodegradable. Corticeira lo utiliza para fabricar terrenos deportivos de césped artificial y sostenible, aislantes, paneles acústicos y suelos, y está probando otros usos innovadores. La empresa colabora con Renault en la fabricación de asientos e interiores de automóviles; ha proporcionado aislamiento de corcho para el Mars Rover de la NASA y las naves espaciales de la Agencia Espacial Europea, y ha forrado palas de aerogeneradores para reducir las vibraciones. En un proyecto con EDP, se crearon paneles solares flotantes con corcho.

Día Internacional del Reciclaje: la necesaria transición hacia la economía circular

Jack Dempsey, gestor de fondos, y Paul Lamacraft, responsable de inversiones, de Schroders

El modelo económico actual está anticuado. Necesitamos realizar una transición hacia una economía circular para garantizar una mayor eficiencia y una reducción de las prácticas perjudiciales.

Actualmente, la población consume 1,7 veces más recursos de los que la Tierra puede soportar y, sin embargo, la población mundial está creciendo con rapidez. De hecho, se estima que en 2050 superará los 9.000 millones de personas. A pesar de los planes para reducir los gases de efecto invernadero, se producen a un ritmo que está desestabilizando el clima con rapidez. Con este telón de fondo, nuestro modelo económico debe evolucionar y un modelo económico “circular” nos permitiría reducir el consumo de energía y de bienes, así como los daños al medio ambiente.

Pero, ¿qué es la economía circular, cómo conseguiremos alcanzarla y cómo pueden participar los inversores? Una economía circular “rediseña” los residuos y la contaminación para mantener los materiales en uso mediante el diseño de productos y servicios pensando en la eficiencia, la reutilización y el reciclaje.

Se trata de una tendencia global y sostenible que es esencial para proteger el planeta y el nivel de vida en el futuro. Los países están fijando objetivos claros y apoyando políticas para reducir el impacto económico. Por su parte, los consumidores demandan productos y servicios sostenibles e insisten en la aplicación de estándares medioambientales más exigentes. Además, la tecnología está contribuyendo a la transición, desde la ciencia de los materiales hasta la digitalización. Esto creará una oportunidad estimada de 4,5 billones de dólares para 2030 y de 25 billones para 2050. Los inversores pueden contribuir -y beneficiarse- de la canalización del capital hacia el éxito de este cambio. En nuestra opinión, se pueden generar rentabilidades superiores invirtiendo en estas empresas de impacto.

¿Dónde están las oportunidades?

Los inversionistas interesados en formar parte de la transición hacia una economía circular deben buscar promover la máxima flexibilidad para acceder a la innovación en donde sea más amplia. En este sentido, hay cinco temas fundamentales, originalmente identificados por Accenture y ahora ampliamente adoptados, que brindarán oportunidades de inversión a medida que la economía global avance en esta transición:

Potenciadores de la tecnología

Se trata de empresas cuyos productos o servicios proporcionan las herramientas para la transición a una economía circular. Estas empresas pueden abarcar los sectores del software, la electrónica y la industria, pero todas proporcionan las herramientas necesarias para una transición circular exitosa.

Ampliación de la vida útil de los productos

El modelo para prolongar la vida útil de los productos tiene como objetivo aprovechar el valor de los productos que pueden estar rotos, pasados de moda o que ya no se necesitan. Gracias al mantenimiento y la mejora de los productos mediante reparaciones, actualizaciones o reacondicionamiento -o al encontrar un nuevo comprador-, las empresas pueden crear un gran valor económico. Además, pueden reducir en gran medida el consumo de materias primas y las emisiones generadas por los procesos de producción.

Plataformas de intercambio y producto como servicio (PaaS)

Las plataformas de intercambio utilizan la tecnología para aumentar la utilidad de los activos, evitar la capacidad inactiva o encontrar un nuevo uso a los productos. El producto como servicio implica que los consumidores paguen por el empleo de un producto en lugar de por el producto en sí. Esto hace que los fabricantes se centren en la longevidad, la fiabilidad y la reutilización.

Recuperación y reciclaje

La recuperación y el reciclaje se refieren a un sistema de producción y consumo en el que todo lo que antes se consideraba residuo se reutiliza para otros fines. Las empresas pueden recuperar productos al final de su vida útil para aprovechar y reutilizar materiales, energía y componentes valiosos.

La cadena de suministro circular

Esto implica la introducción de materiales totalmente renovables, reciclables o biodegradables que pueden utilizarse en ciclos de vida consecutivos. Esto puede reducir los costes a largo plazo y aumentar la previsibilidad y el control de la cadena de suministro.

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