Esta semana os presentamos a Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas EAFI.
Carlos fundó DPM Finanzas en 2013. Previamente, durante nueve años, trabajó en Barclays Bank como director de Inversiones y Depósitos para España y, anteriormente, fue responsable de productos de seguros e inversión y director de equipo de banca privada en Madrid (Segmento Patrimonios). Antes de Barclays, ejerció actividades de banca privada en Bankinter y de banca de inversión en HSBC Investment Bank.
Carlos Farrás es Licenciado en Derecho y Diplomado en Empresariales, tiene un Master de Gestión de Carteras en el IEB, la acreditación de European Financial Advisor (EFA) y Diploma of International Technical Analysis (DITA I).
La realidad es que mi vocación desde joven siempre ha sido el mundo financiero, de hecho desde que termine mis estudios universitarios (hace más de 20 años) siempre he prestado servicios financieros para diferentes entidades financieras, departamentos (banca de inversión, banca privada y desarrollo de negocio) y en mi última época como director de inversiones para Barclays España.
Sin embargo en mi carrera profesional he vivido las malas prácticas en el sector con venta masivas e incentivadas de productos complejos (con elevados márgenes), los reiterados conflictos de interés en los servicios que se prestan y el abuso de confianza hacia los inversores españoles que en muchos casos carecen de los conocimientos financieros necesarios para tomar las decisiones de inversión que se les plantea.
Todo ello me llevó hace 5 años a abandonar el sistema bancario tradicional y crear una EAFI que prestara exclusivamente asesoramiento financiero independiente. El objetivo es doble por un lado ayudar a los inversores a tomar decisiones de inversión fundadas y diversificadas siempre alineadas con sus intereses y por otro lado enseñarles a invertir de forma profesional (evitando entrar en la especulación) sin dejarse llevar por los miedos o la avaricia y siempre con un horizonte de medio/largo plazo.
En definitiva mi objetivo es poner todos mis conocimientos y experiencia en ayudar a los inversores a invertir de forma profesional y con sentido común.
Personalmente me siento muy afortunado por mi trabajo ya que en mi caso es muy vocacional, lo cual me permite dedicarle muchas horas al análisis y a aprender de manera constante.
Lo que más me gusta de mi profesión es el dinamismo de los mercados y la gestión continua de la incertidumbre, como siempre digo en nuestro trabajo 2+2 puede ser igual a 4 a 6 o a -5. Esto convierte nuestro trabajo en un arte y como artista uno va moldeando su estilo de inversión con el paso del tiempo, descubriendo los errores habituales, el comportamiento irracional de los inversores en el corto plazo y la gestión de la avaricia y el miedo que existe en todo inversor.
Respecto a lo que menos resaltaría la intensa normativa regulatoria existente, que si bien me parece esencial para evitar los abusos del pasado o las malas prácticas, hace más compleja la prestación del servicio cuando los inversores lo que buscan sin embargo es su simplicidad.
Al igual que la confianza es una parte importantísima en la relación entre los inversores y nosotros, creo que es fundamental la confianza entre el propio equipo de profesionales de una misma firma. Es por ello muy importante compartir la misma cultura y valores empresariales, el mismo estilo de inversión y el apoyo entre nosotros cuando las inversiones no evolucionan como esperábamos en el corto plazo.
Si se puede considerar una afición, creo que la vida social en compañía de amigos y familia para mi es una fuente de diversión, desconexión y realización personal.
A mi alrededor veo que los 40´s están afectado a muchos amigos míos en el mundo del deporte, se preparan y apuntan a maratones, a sesiones de fitness, a circuitos de bicis de montaña, etc...
Si bien les envidio en su pasión por el ejercicio, yo personalmente no he cambiado mis hábitos con los años sigo jugando mi partido de padel todas las semanas y alguna escapada al campo de golf a pelearme con la bola.
La verdad es que si bien es necesario me es muy complicado desconectar, saco mis ratos de desconexión en casa o con los amigos, pero todas las noches antes de dormir leo las últimas noticias de Bloomberg y por la mañana nada más levantarme hago lo mismo. Los fines de semana con los mercados cerrados, te ayudan a desconectar más pero mentiría si no reconociera que algún libro financiero me leo o algún Research económico. La única ventaja con la que cuento es que para mi no es trabajo sino algo que me apasiona.
La realidad es que las políticas monetarias expansivas han llevado a los tipos de interés en negativo, que si bien han ayudado a salir de crisis financiera han provocado una situación realmente compleja al ahorrador. Llevamos demasiado tiempo con una remuneración casi-nula para el ahorrador conservador y además con una inflación que aún siendo baja, se va comiendo su poder adquisitivo.
Sin embargo aunque el BCE está en proceso de normalización de su política monetaria, no esperamos subidas de tipos hasta mediados del 2019 y además estas se producirán de forma muy escalonada. Por lo que los ahorradores deberían plantearse que tardaremos en ver tipos de interés elevados y que tienen que continuar diversificando su patrimonio en diferentes activos para obtener retornos más elevados en el medio/largo plazo.
Nosotros no hemos hecho cambios en nuestra estrategia defensiva que venimos aplicando desde el año pasado en todos los perfiles de riesgo, aunque si hemos aprovechado las caídas de algunos activos (cuyas valoraciones a nivel de rentabilidad/riesgo se ven compensadas) para incrementar algo el riesgo pero manteniendo una posición defensiva global.
Nuestros inversores, no están preocupados porque entienden que es el posicionamiento que debemos tener actualmente para aprovechar oportunidades futuras, pero llevan peor el rendimiento negativo de los activos de renta fija conservadores que no solo no están protegiendo sus carteras sino que están restado ligeramente rentabilidad a la misma.
Creo que la cautela es el mejor consejo actualmente, con el objetivo a futuro de aprovechar las caídas para incrementar riesgo con un horizonte a medio/largo plazo.
Nuestras principales focos de preocupación actuales son:
Los bancos centrales se han preocupado de hacernos salir de la crisis financiera a base de financiación barata que ha provocado un aumento de la deuda mayor a la existente antes de la crisis principalmente por parte de los gobiernos y las empresas.
La deuda global sobre el PIB ha pasado del 200% en 2008 al 244% a finales del 2017. Este fuerte incremento se debe principalmente al aumento de la Deuda en China por encima del 260% sobre su PIB y al aumento de la deuda gubernamental y corporativa de las economías desarrolladas.
La incertidumbre geopolítica, algo con lo que siempre hay que convivir, en los últimos meses se ha acentuado por las políticas arancelarias de Trump (guerra comercial), el Brexit y el aumento de los partidos populistas.