Gestora de fondos |
Perspectivas de inversión para el segundo semestre de 2022 |
abrdn |
Nuestro escenario central contempla unos tipos más altos a corto plazo y eventuales recortes de tipos más adelante; una inflación superior a la prevista por el consenso a corto plazo, pero más baja a medida que la recesión se hace sentir; y un crecimiento muy inferior al previsto en todo momento, lo que influye mucho en nuestra asignación de activos.
Desde un punto de vista más optimista, existe un sendero estrecho de endurecimiento para la política monetaria que es suficiente para controlar la inflación pero no para generar una recesión. Pero este escenario de la Fed que implica “caminar por la cuerda floja” requiere que muchas cosas salgan bien: es plausible pero demasiado complaciente.
La mayoría de los mercados financieros no valoran plenamente este escenario principal. Las curvas de los bonos incorporan las grandes subidas de tipos, pero no están descontando el posterior ciclo de relajación de la política monetaria que sería necesario en caso de recesión. La caída de los mercados de renta variable y la ampliación de los diferenciales de crédito en las áreas de mayor riesgo en lo que va de año reflejan principalmente una revalorización junto con una cierta moderación del crecimiento de los beneficios, en lugar de la contracción de los beneficios que se produciría en una recesión.
Esto hace que haya que ser cauteloso en la asignación y en la construcción de carteras. Las inversiones deben reconocer los riesgos a la baja para el crecimiento, los beneficios y, por tanto, los flujos de caja, pero también deben contar con cierta protección en caso de que la Reserva Federal “camine por la cuerda floja”. La selección de valores también sigue siendo importante en este entorno en el que es probable que los inversores atribuyan un valor creciente a la ‘calidad’. |
Amundi |
Los inversores tendrán que navegar en un mundo fragmentado, caracterizado por la ralentización del crecimiento, el aumento de la inflación y las crecientes divergencias entre regiones y sectores, en el que la dinámica de la combinación de políticas será crucial.
En medio de una inflación más alta y una volatilidad elevada, un crecimiento más lento y reducción de la liquidez global, los inversores deberían seguir siendo cautelosos en cuanto a la asignación de riesgos y buscar resiliencia y fuentes de rendimientos reales positivos
En la inversión en renta variable, el value, la calidad y los dividendos deberían ser una buena combinación, ya que los dividendos representan un componente estable de los rendimientos cuando la inflación es alta. La renta variable estadounidense parece más resiliente que la de la UE, a pesar de las elevadas valoraciones; mientras que la renta variable china, con la desaceleración económica y rebajas de beneficios ya descontadas, podría permitirse sorpresas positivas.
En cuanto a la renta fija, los inversores deberían adoptar una postura táctica más neutral en cuanto a duración y jugar las divergencias en las políticas monetarias, así como buscar valores ligados a la inflación y tipos flotantes para protegerse de la inflación. |
Capital Group |
En lo que queda de año, los riesgos económicos van a ser más elevados debido al actual nivel de inflación, la actuación de los bancos centrales y la guerra entre Rusia y Ucrania. Además, el crecimiento está desacelerándose y anticipan una posible recesión tanto en Europa como en EE.UU.
Lo ideal es buscar compañías que estén “en el medio” y que garanticen un crecimiento moderado en los próximos años. También indican que la inflación es positiva para las compañías energéticas, mineras, de TIC y del sector inmobiliario y, sobre el sector minero, creen que estas compañías están infraponderadas y son una buena oportunidad.
También podemos encontrar oportunidades interesantes en el sector salud, aunque no en las grandes farmacéuticas, sino en biotecnología, productos médicos… Y también se muestran optimistan con el sector tecnológico, sobre el que dice que está la cuestión de si seguirán siendo valiosos después de ser líderes en la última década, pero se muestra positivo en este sentido, especialmente en el caso de las compañías dedicadas a los semiconductores y componentes y las de software.
Y, ¿dónde están las oportunidades en la renta fija? El retorno previsto en los mercados emergentes será muy atractivo, del 7% u 8%, aunque en los próximos años habrá volatilidad. En todo caso, desde Capital Group estiman que las carteras de renta fija tienen que estar equilibradas y se debe realizar un abordaje muy diversificado, con gran variedad de países y de sectores. |
Dunas Capital AM |
Por tipos de activos, el grupo considera que la renta variable se encuentra en la posición de mayor debilidad y no descarta nuevas correcciones en Bolsa, o una situación de lateralidad prolongada, lo que serviría para corregir excesos del pasado, cuando las valoraciones de los activos se sustentaron por expectativas de tipos de interés muy bajos durante muchos trimestres.
La firma señala que a corto plazo muchas empresas se verán obligadas a priorizar la solvencia frente a la retribución al accionista para contener sus costes financieros. Este análisis ha llevado al equipo gestor de Dunas Capital a incrementar el uso de coberturas de renta variable.
Por sectores, los expertos han ido incrementando su exposición relativa a empresas de utilities, finanzas y automoción, al tiempo que han ido reduciendo sus posiciones en empresas de consumo no duradero, químicas y de servicios tecnológicos.
En cuanto a la renta fija, la firma ha venido realizando compras moderadas de crédito corporativo, donde está encontrando tasas internas de retorno (TIR) atractivas tanto en bonos a corto como a largo plazo. Por otro lado, mantiene las ventas de bonos de gobiernos, lo que ayuda a frenar las caídas y compensar las pérdidas temporales por la subida de las tires.
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Edmond de Rothschild |
Los mensajes de los bancos centrales han cambiado considerablemente. Actualmente, los inversores esperan que el BCE suba los tipos 280 puntos básicos en 18 meses y la Fed unos 230 puntos básicos. Esto supondría un ritmo impresionantemente rápido, por lo que los inversores han reaccionado de forma tan brutal en el segundo trimestre y, por primera vez en décadas, ninguna clase de activos -incluidos los fondos monetarios- ha conseguido obtener beneficios positivos en lo que va de año.
A juzgar por los diagramas de puntos, algunos miembros del FOMC piensan que la tasa de desempleo tendría que subir al 4,1% para estabilizar la inflación, es decir, un 0,5% por encima de la tasa actual. Históricamente, este aumento sólo se ha producido en caso de recesión. Estas estimaciones son frágiles, pero están reforzando la convicción de los inversores de que vencer a la inflación puede significar una recesión en EE.UU. Las valoraciones están descontando actualmente una fuerte caída, pero no una recesión.
Como en el cuarto trimestre de 2018, no podemos descartar que los bancos centrales se enfrenten a otro dilema si los mercados sufren. ¿Deberían entonces los bancos centrales ejecutar un giro y flexibilizar su política monetaria para rescatar a los mercados? Se arriesgarían a perder su credibilidad, que ya se ha debilitado en los últimos meses en la lucha contra la inflación.
Las economías occidentales se están ralentizando, pero China debería recuperarse. Es posible que la desinflación esté por llegar. En las últimas semanas, los precios de las materias primas han caído notablemente ya que los mercados están preocupados por el crecimiento. Y, a pesar de la escasez, algunos sectores tienen quizás un exceso de existencias, por lo que podrían facilitarse las entregas y presionar aún más a la baja los precios.
Por el momento, seguimos posicionados con cautela, pero estamos atentos para reforzar la exposición. Hay numerosas oportunidades en la deuda de países emergentes y high yield, así como en la renta variable.
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Lombard Odier |
Mantener la calidad de las carteras: ante la complejidad del entorno actual, es recomendable centrarse en la calidad en todas las clases de activos y favorecer las inversiones con una fuerte generación de flujos de caja y un bajo apalancamiento a medida que aumenta el coste del capital, así como apoyarse en herramientas para proteger los rendimientos de la cartera.
Apostar por valor y la calidad en renta variable: las valoraciones de las acciones mundiales han disminuido en consonancia con el aumento de los costes de capital, mientras que los beneficios han seguido creciendo con fuerza. Cualquier decepción en los beneficios o subida de los tipos reales amenaza las perspectivas. La rentabilidad, la fuerte generación de flujo de caja, el bajo endeudamiento y las necesidades de liquidez, los márgenes altos y estables, son algunos de los elementos que se deben de considerar en la renta variable. Así, los valores relacionados con energía, servicios financieros, industriales, materiales, mineros y los sectores defensivos de salud y servicios públicos son interesantes.
El sector inmobiliario europeo como amortiguador de la inflación: las inversiones directas en inmuebles residenciales europeos ofrecen otra herramienta para reducir la volatilidad de la cartera y combatir el impacto de la inflación. Además, la exposición a esta clase de activos puede proporcionar un flujo regular de ingresos, y el sector logístico en particular es escaso, por lo que ofrece rendimientos interesantes.
El posicionamiento del dólar estadounidense: Es probable que la divisa estadounidense se mantenga fuerte durante el segundo semestre de 2022 a medida que los tipos de interés aumenten. El dólar debería mantenerse respaldado por las incertidumbres y la previsión de los mercados de un endurecimiento de las condiciones monetarias. Históricamente, el dólar ha demostrado ser una cobertura contra los riesgos de estanflación. Una exposición larga al dólar debería ofrecer un colchón en las carteras, y esperamos que el euro-dólar alcance el 1,02 para finales de 2022, a medida que la liquidez se reduzca y el crecimiento se ralentice a nivel mundial. |
Mutuactivos |
En el contexto de alta incertidumbre actual, marcada principalmente por el giro en política monetaria que han dado los bancos centrales, en Mutuactivos están reorientando sus carteras con más renta fija y posiciones muy seleccionadas en renta variable.
Para los gestores de Mutuactivos, el fuerte repunte en los tipos de interés que hemos vivido desde finales de noviembre hace que la renta fija ya empiece a tener cierto atractivo. En sus carteras, han aumentado la exposición tanto a tipos de interés como a crédito. En Mutuactivos también están aumentando la apuesta por el crédito. Consideran que es una buena opción para un inversor conservador o moderado con un horizonte de inversión de medio plazo, asegura.
Igualmente, han incrementado el peso en deuda corporativa de alta calidad crediticia aprovechando el aumento de los diferenciales.
La estrategia actual de Mutuactivos respecto a la renta variable da preferencia a las compañías de calidad y/o de crecimiento frente a las compañías cíclicas, más expuestas a una contracción del ciclo económico. Entre otras, les gustan compañías de calidad como Adidas, Kering (compañía francesa del sector del lujo), LVMH o Inditex. El sector tecnológico es otro en el que ven valor a los precios actuales. Apuestan por las llamadas Fangma (Facebook, Apple, Netflix, Google (Alphabet), Microsoft y Amazon). |
Nordea |
A medida que la economía mundial se ralentiza y los bancos centrales endurecen la política monetaria, la inflación debería comenzar a disminuir lentamente. Sin embargo, hay algunos factores en el lado de la oferta que podrían mantener la inflación bajo presión. Entre ellas se incluyen, las actuales limitaciones en la cadena de suministro, la persistencia o reaparición de confinamientos por Covid-19, la desaceleración del mercado inmobiliario y las represalias rusas (embargo de gas natural, con un suministro ya debilitado).
La economía europea está experimentando los efectos negativos de una inflación muy elevada en el consumo y la confianza; es dudoso que el crecimiento se ralentice sólo hasta el 2,6% este año y el 2% el próximo año, como espera el consenso.
Las grandes empresas tecnológicas tienden a valorizar el crecimiento económico a largo plazo y la innovación, las cuales se encuentran en un escenario difícil actualmente. Por el contrario, las acciones Value con características de “Calidad” parecen estar mejor posicionadas (por ejemplo Coca-Cola o Air Liquide). Las empresas de tecnología chinas lucen interesantes especialmente cuando consideramos la presión del cambio climático, ya que este país es el principal productor de muchas de las partes utilizadas en el desarrollo de las tecnologías ecológicas.
A medida que el temor a una rápida desaceleración económica mundial se desvanece, creemos que podríamos encontrar oportunidades en medio de las dislocaciones en algunas acciones tecnológicas/disruptivas. |
Nuveen |
Al entrar en la segunda mitad del año, siguen vigentes la mayoría de los obstáculos del primer semestre: altas tasas de inflación, desaceleración del crecimiento, aumento de los tipos, incertidumbre sobre la política de la Fed y las repercusiones de la guerra de Rusia contra Ucrania.
Sin embargo, no todo son sombras. Anticipamos la posibilidad de mejores noticias en el futuro, como una inflación más moderada, la persistente resiliencia del consumo y cierta relajación en el endurecimiento monetario de la Fed tras completar su ronda inicial de fuertes incrementos de los tipos de interés.
Los miembros del comité de inversión acordaron varios temas clave en lo que respecta a la estructuración de las carteras en los próximos 6 a 12 meses: Predilección de algunos sectores de crédito de renta fija frente a la renta variable, que se basa en que los primeros tienen un perfil de rentabilidad/riesgo más favorable; pequeños pasos hacia la duración, ya que con las probabilidades de recesión en aumento y unos mercados de bonos que ya descuentan la mayor parte del sufrimiento previsto por las subidas de tipos de la Fed, es el momento de tener una postura más neutral en la infraponderación de la duración; activos reales frente a la inflación, debido a que las infraestructuras, las explotaciones agrícolas y los inmuebles comerciales podrían servir para combatir o sacar partido de la elevada inflación y los mercados públicos parecen listos para tomar la delantera, ya que aunque no se puede negar la importancia y el valor de mantener una asignación estratégica a los activos privados, los castigados mercados públicos ofrecen ahora mismo un potencial alcista muy atractivo.
Nuestras temáticas para estructurar las carteras se centran en la búsqueda de valor en determinadas clases de activos en las que esperamos que nuestros clientes reciban una compensación adecuada por los riesgos asumidos. |
OFI AM |
Riesgo 1: Desaceleración del crecimiento. El riesgo de desaceleración del crecimiento ha aumentado. El
crecimiento del PIB mundial en 2022 se estima actualmente en el 3,0%, mientras que la
previsión a principios de año era del 4.5%. La zona Euro parece ser la más amenazada, ya que depende en gran medida de la energía rusa.
Riesgo 2: Tensiones internacionales, malestar social, tensiones políticas y dudas
sobre la inflación. OFI AM enumera una segunda tanda de riesgos en la segunda mitad del año que podrían afectar al crecimiento de la economía y a los mercados: las tensiones China-EE.UU.; el malestar social creciente, sobre todo en América Latina; las tensiones políticas, tanto en EE.UU. como en la UE y las dudas sobre la inflación.
Factores para el optimismo En cualquier caso, según OFI AM, en el segundo semestre de 2022 se van a producir algunos factores que pueden inducir al optimismo de los inversores, como el aplanamiento de la curva de rendimientos, la solidez de los balances o las atractivas valoraciones de algunos activos como los Bonos High Yield, los Bonos indexados a la inflación y las acciones europeas, estadounidenses y, sobre todo, chinas.
En resumen, OFI AM cree que los inversores con estrategias de asignación actualmente conservadoras podrían aprovechar al máximo los atractivos precios de los activos como la Renta Fija High Yield, y los Bonos indexados a la inflación.
En términos más generales, existe el riesgo de que los mercados continúen moviéndose de forma algo errática en la segunda mitad de año. El mundo parece estar en medio de una transición bastante compleja, y todavía hay muy poca visibilidad sobre grandes cuestiones como el crecimiento económico y la inflación. Por lo que desde OFI AM aconsejan a los inversores que inviertan con mayor intensidad en el caso de que los mercados vuelven a caer. |
Tressis |
Estamos en un entorno de revisión a la baja del crecimiento mundial mientras que la inflación seguirá elevada en los próximos meses con un aumento del riesgo de estanflación. En esta fase de corrección de los mercados, existen oportunidades de inversión en renta variable especialmente para carteras de nueva creación o con liquidez.
Las valoraciones de renta fija y renta variable están ajustándose a un entorno de menor crecimiento y mayor inflación, que suele llevar a comprimir los múltiplos de la renta variable y aumentar la rentabilidad exigida a los bonos. Tressis apuesta por bolsa americana como el principal mercado en sus carteras mixtas y de renta variable, más defensivo para este contexto de menor visibilidad y con mejor capacidad histórica de trasladar subida de precios y, por tanto, preservar mejor sus márgenes empresariales. Seleccionan compañías de calidad, con fuertes balances, capacidad de adaptación, ventajas competitivas y barreras de entrada.
A nivel sectorial, Tressis mantiene la preferencia por sectores defensivos como farma, tecnología con beneficios, algunos segmentos industriales con poder de fijación de precios o relacionados con la transición energética, agroalimentario y ciberseguridad.
La entidad defiende que es el momento de mantener la prudencia con carteras sólidas y diversificadas con renta fija pública y privada para la parte conservadora por las rentabilidades implícitas positivas que ofrece para los próximos años, así como otros activos que en momentos de estrés puedan tener también un efecto ‘protector’. |
T. Rowe Price |
Sobre los Mercados Emergentes: Política global y regional: La invasión rusa de Ucrania ha complicado el entorno de inversión. Entre los principales riesgos, se incluyen nuevas sanciones, un embargo desordenado del petróleo por parte de la Unión Europea (UE), y la posibilidad de nuevos conflictos en otras regiones.
Crecimiento: Las perspectivas de crecimiento para los mercados emergentes son mixtas, con una considerable variación entre regiones. El aumento de las presiones inflacionistas en Europa Central y Europa Central y del Este (ECE) y América Latina pueden ralentizar el crecimiento en esas regiones; Sin embargo, la perspectivas de crecimiento de Asia son más prometedoras.
Inflación y política monetaria: Muchos bancos centrales de ECE y América Latina han subido los tipos agresivamente debido a sus mandatos de objetivos de inflación. Asia está más atrás, pero muchas economías asiáticas desarrolladas también han empezado a subir los tipos.
Política fiscal: Muchos países de mercados emergentes están reparando sus balances de los balances a medida que el gasto de emergencia por la pandemia se va superando y los ingresos comienzan a recuperarse. A largo plazo, la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de que algunos de reformar sus capacidades de recaudación.
Tipos y monedas: Los tipos de interés locales están sometidos a una presión constante de la inflación y las perturbaciones de la oferta. Si la inflación se normaliza hasta alcanzar los objetivos de los bancos centrales, creemos que habrá un margen considerable para un repunte.
Sobre China: Creemos que aun cuando el crecimiento económico de China se ha visto dificultado, China se encuentra en una posición relativamente única en los tiempos que corren, ya que su inflación sigue bajo control. Ello brinda un margen de maniobra para la relajación de las políticas económicas ahora que los responsables políticos están tratando de apoyar el crecimiento económico.
Unas valoraciones atractivas y menores contratiempos normativos ayudan a crear un contexto más favorable. La economía está atravesando actualmente su punto más bajo, por lo que debería empezar a remontar durante los próximos trimestres. Es probable que se alivien los lastres derivados de los brotes de COVID-19 y del debilitamiento del mercado inmobiliario. Al mismo tiempo, cabe esperar que se pongan en marcha políticas de apoyo que ayuden a la economía real.
A pesar de que muchas empresas están bien posicionadas y gozan de grandes ventajas competitivas, sus perspectivas a corto plazo se han visto empañadas. Primero por el encarecimiento de los insumos a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, y luego por la rotura de las cadenas de suministro derivada de nuevos confinamientos por la pandemia. Ninguno de estos eventos altera nuestra opinión a largo plazo sobre estas compañías. Al contrario, creemos que la reciente corrección mejora sus perspectivas de rentabilidad futura.
Sectores: a largo plazo, creemos que la tecnología y la innovación seguirán brindando oportunidades en China. En la última década, smartphones e Internet móvil han sido las principales fuentes de creación de valor. De cara a los próximos 10 años, los vehículos eléctricos y la transición hacia una energía más limpia serán los grandes drivers, en nuestra opinión.
China tiene el potencial de convertirse en una importante sede mundial de fabricación de automóviles y componentes para vehículos eléctricos. Además, sigue siendo el mayor generador de emisiones de combustibles fósiles del mundo, pero creemos que existe un compromiso real con la transición verde, y ya hemos visto un cambio de las políticas públicas en esa dirección.
Sobre Japón: La tendencia global de rápido crecimiento tras la pandemia, inflación y subidas de los tipos de interés en los últimos 18 meses ha tenido un impacto evidente en los mercados de renta variable, alentando específicamente una fuerte rotación hacia sectores más orientados al value. Esto ha sido especialmente evidente en Japón, donde el alejamento del growth a favor del value ha sido uno de los movimientos más marcados de los principales mercados de renta variable mundiales.
Se espera una mejora de la rentabilidad financiera: es importante destacar que la pandemia no ha desviado a Japón de su senda de mejora del gobierno corporativo. Esto está alentando una mejora sustancial de la asignación del capital, que podría ser un potente motor de los precios de las acciones en la próxima fase del ciclo económico. |
UBS AM |
Asignación de activos: Los inversores con más paciencia podrían disfrutar de un punto de entrada atractivo para la renta variable global, que podría llegar si la moderación cíclica de la inflación permite a los bancos centrales cambiar hacia una dirección más flexible, que permita un cambio al alza en la actividad económica mundial.
Clima: El aumento de la inflación ha impulsado un fuerte cambio en las preferencias de los inversores: la inversión en value parece volver a estar de moda. Los inversores sostenibles que busquen más allá de lo “ya verde” pueden obtener exposición a oportunidades de inversión con descuento. Suelen encontrarse en sectores con una gran cantidad de emisiones que deben descarbonizarse. Por tanto, es probable que estas empresas sean catalogadas como verdes y obtengan valoraciones más altas a medio plazo.
Hedge funds: Gran parte del primer semestre de 2022 se ha caracterizado por acontecimientos que han sacudido los mercados de riesgo mundiales. Durante estos meses de volatilidad, los hedge funds han resistido mejor que las acciones y la renta fija, un recordatorio pertinente de que añadir inversiones alternativas a las carteras tradicionales favorece la diversificación, especialmente durante períodos de incertidumbre en el mercado.
Real estate: Nuestro modelo de análisis demuestra que el sector inmobiliario ofrece verdadera protección contra la inflación (de entre el 78% y el 80%) cuando se añaden condiciones del mercado como los tipos de interés reales y la volatilidad en las primas de riesgo inmobiliarias. Sin embargo, prevemos un riesgo creciente de estanflación, debido las políticas de subidas de tipos de interés instrumentadas por los bancos centrales en su intento de frenar la inflación. |
Vontobel AM |
El movimiento de este año de los treasuries y la ampliación de los diferenciales de crédito asociada han generado la tormenta perfecta para los bonos y el peor comienzo de año financiero prácticamente desde que hay registros. Sin embargo, con la inflación desbocada y el temor a la recesión, los mercados siguen enfrentándose a una enorme incertidumbre.
A medida que nos adentramos en la segunda mitad del año esperamos tener un mercado de los bonos del tesoro estadounidenses más previsible y estable. Llevamos mucho tiempo afirmando que el aumento de las yields de los treasuries sería útil para los inversores en renta fija. Esto es así porque a medida que la economía se adentra en el ciclo tardío, llegará un momento en el que tendrán que adoptarlos para tratar de proteger las carteras, en su forma de activo sin riesgo.
El ciclo tardío es, sin duda, el lugar hacia donde vemos que nos dirigimos a finales de este año. Esta fase estará marcada por la ralentización del crecimiento, la subida de los tipos y, finalmente, por el debilitamiento de las cuentas de los consumidores y de las empresas. Por lo tanto, en nuestra opinión, ha llegado el momento de empezar a adquirir cierta protección.
Nuestro escenario base para finales de año es, por tanto, que los fondos de la Fed se situarán en el 3,50%, los bonos 2 años en o alrededor del 3% y el de 10 años también en torno al nivel del 3%.
Esto significa, en nuestra opinión, que comprar bonos del Tesoro a más largo plazo para equilibrar la cartera, especialmente con rendimientos superiores al 3%, sería una opción prudente y que la segunda mitad del año debería proporcionar a los inversores en bonos una estabilidad muy necesaria. |