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¿Fin de la fortaleza del dólar?
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¿Fin de la fortaleza del dólar?

El yen japonés se está convirtiendo en una atractiva alternativa de refugio frente al dólar.
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Kiran Kowshik, estratega de FX en Lombard Odier

A principios de diciembre, corregimos nuestras previsiones para el EURUSD, pronosticando una subida hasta 1,08 (a 12 meses), aunque primero se produciría una corrección hacia 1,02 (a tres meses). La razón para suponer que el EURUSD aún tardará en tocar fondo está relacionada con las condiciones de liquidez mundial. El marco de liquidez mundial, que nos sirvió durante 2022, sugería que era más probable que el ciclo del dólar tocara techo hacia el segundo trimestre. Al mismo tiempo, aunque una serie de factores sugerían la posibilidad de un cambio (fuerte caída de los precios del gas natural, reapertura de China, política de la Reserva Federal), no se había producido un cambio definitivo. En las últimas semanas, esta situación ha cambiado.

¿Por qué el dólar pierde fuerza?

En primer lugar, las expectativas de crecimiento mundial para 2023 han mejorado. El ritmo de la reapertura de China ha sido rápido, con una retirada de las restricciones que se ha producido en cuestión de semanas, en lugar de meses, como se esperaba. Los participantes en el mercado han empezado así a elevar sus previsiones de crecimiento chino (ahora prevemos un crecimiento chino del 5% para 2023, frente a nuestra hipótesis anterior del 4%), y de ahí que los riesgos para las actuales previsiones de crecimiento mundial estén algo sesgados al alza. Se trata de un cambio de tendencia con respecto a 2022, cuando las débiles expectativas de crecimiento mundial apoyaban al dólar.

En segundo lugar, la evolución de los precios de la energía está mejorando las perspectivas de las principales economías, especialmente las que dependen en gran medida de la energía importada, en particular Europa y Japón. Ahora hay más posibilidades de que el reabastecimiento de gas en Europa para el invierno de 2023 sea menos problemático de lo que el mercado esperaba hace unas semanas. Actualmente, este mes de enero de 2023 se presenta como el más cálido desde 1950, mientras que el consumo de energía ha sido mucho más eficiente. De hecho, algunos países han podido aumentar sus reservas en enero, cuando normalmente estarían bajando. Esto sugiere que el alivio continuado de los precios de la energía podría ser favorable tanto para el euro como para el yen, que sufrieron en 2022 los efectos negativos de la relación de intercambio. En cambio, el dólar estadounidense perdería terreno.       

En tercer lugar, el ritmo de subidas de tipos en EE. UU se está ralentizando. Ya se han registrado dos inesperados datos negativos sobre la inflación en EE. UU, así como indicios de que el ritmo de aumento de la inflación subyacente de los servicios está disminuyendo, y el crecimiento salarial -aunque sigue siendo elevado- se está moderando en algunos indicadores (como el salario medio por hora). Esto debería permitir a la Reserva Federal (Fed) bajar otra marcha en su ritmo de subidas de tipos. Paralelamente, tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de Japón (BoJ) se mostraron algo más agresivos en sus reuniones de diciembre. Estos cambios han tenido implicaciones significativas para nuestros modelos de alta frecuencia para el dólar estadounidense que debemos tener en cuenta. Es la primera vez que el indicador señala un sesgo alcista del EURUSD (o una postura bajista del dólar) desde mediados de 2021.

En vista de lo anterior, abandonamos nuestra previsión a tres meses para el EURUSD (1,02) y ahora esperamos que el EURUSD siga sesgado al alza, con un objetivo a final de año de 1,12 (1,08 anteriormente). Muchos de los factores mencionados anteriormente podrían tener su mayor repercusión en los próximos meses, por lo que el cambio podría producirse de forma anticipada.

El yen, ¿una nueva y atractiva alternativa de refugio?

Mientras tanto, el yen japonés se está convirtiendo en una atractiva alternativa de refugio frente al dólar. Hemos rebajado nuestra hipótesis para el USD/JPY a finales de año a 120 (frente a los 128 anteriores), con riesgos sesgados a la baja. Más allá de la reciente estabilización de los rendimientos estadounidenses, el yen también se está beneficiando sustancialmente de la mejora de la relación de intercambio de Japón y de las crecientes expectativas de que el Banco de Japón se aleje de las medidas extraordinarias de estímulo monetario. La posición de los inversores sigue siendo infraponderada en JPY, mientras que persiste el margen para nuevos flujos de repatriación de activos por parte de los inversores japoneses. Todos estos factores indican que la tendencia a la baja del USDJPY podría seguir siendo fuerte en los próximos meses.

Conclusión: cambios en el posicionamiento de las carteras

Dados los rápidos cambios que se han producido recientemente en los mercados de divisas, en enero introdujimos varios cambios en nuestra asignación de divisas en las carteras de los clientes. En primer lugar, tras haber tomado medidas para reducir nuestra exposición sobre ponderada al USD tanto en noviembre como en diciembre, ahora hemos pasado a una infra ponderación del USD de aproximadamente el 3% en todos los perfiles de cartera. En segundo lugar, hemos pasado a una posición neutral en EUR en los perfiles de clientes en USD y GBP. Además, hemos pasado de una posición neutral a una sobre ponderación del yen japonés en todos los perfiles. Por último, mantenemos nuestra sobre ponderación en el real brasileño y nuestra infra ponderación en el yuan chino.

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