29 MAY, 2023
Por Schroders
Andrew Rymer, Senior Strategist, Strategic Research Unit e David Rees, Senior Emerging Markets Economist, Schroders
Con el fin de este ciclo económico y el cambio de régimen, es decir, el surgimiento de un nuevo orden mundial, el futuro de la globalización ha captado cada vez más la atención de los mercados y los inversores. Nearshoring, reshoring, onshoring, diversificación de las cadenas de suministro, friendshoring, slowbalisation, deglobalización e incluso reglobalización son términos utilizados para abordar este tema.
Sea cual sea el término, todos estos elementos encierran alguna forma de posible interrupción en la era de la globalización, que realmente comenzó en la década de los 90. La división de las diferentes etapas de producción, a menudo ubicadas en diferentes áreas geográficas, ha brindado ventajas como costos más bajos, economías de escala, especialización y mayor eficiencia. La globalización ha provocado un cambio radical en la producción manufacturera, con China volviéndose tan dominante que a menudo se le llama la fábrica del mundo.
La pandemia ha puesto de relieve algunos de los riesgos y vulnerabilidades de este enfoque. Los bloqueos en China en 2020 marcaron el comienzo de un período de interrupciones, desplazamientos y cuellos de botella a nivel mundial que podría durar años. Las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, que precedieron a la pandemia, amplifican estos riesgos.
La respuesta natural de las multinacionales es diversificar y mejorar la seguridad de sus cadenas de suministro. En la etapa inicial de la globalización, la eficiencia y los costos eran prioritarios. Hoy en día, la atención se está desplazando hacia la resiliencia y la confiabilidad. Con China en el centro de la industria manufacturera global, la pregunta lógica para los inversores es evaluar qué economías y mercados bursátiles podrían beneficiarse de las posibles interrupciones y del nuevo orden de la globalización. En última instancia, dado el dominio de China, es probable que cualquier cambio conlleve una reasignación de las cadenas de suministro lejos del país.
Según nuestra investigación, muchas de las 20 economías que se beneficiarían en mayor medida son emergentes.
Nuestro análisis muestra que India es el mercado más interesante para las multinacionales que desean diversificar su exposición productiva. Se espera que para 2028 ofrezca la mayor reserva de mano de obra en edad laboral. Otros factores que respaldan su posición son los costos laborales relativamente bajos y una productividad relativamente alta. Sin embargo, India no tiene una buena puntuación en cuanto a la libertad empresarial.
Vietnam ocupa el segundo lugar. Los costos salariales relativamente bajos, la productividad competitiva y la población en edad laboral hacen de esta economía un destino interesante, aunque su puntuación en términos de libertad empresarial es menos positiva. Corea del Sur se ubica en una buena posición, respaldada por su clasificación en libertad empresarial y productividad. Tailandia e Indonesia también están entre los países más competitivos a nivel regional, gracias a los costos salariales y las dinámicas demográficas.
Los mercados de frontera como Bangladesh, Kenia y Pakistán se encuentran entre los primeros 20, en gran parte debido a los costos laborales más bajos y las dinámicas demográficas favorables.
Los mercados de Europa Central y Oriental también están presentes en el top 20, liderados por Polonia. La productividad es un factor importante para la mayoría de ellos, al igual que la libertad empresarial. México, a menudo mencionado en relación con el nearshoring, ocupa el puesto 17, principalmente debido a salarios competitivos y dinámicas demográficas favorables. Alemania y Estados Unidos también se ubican relativamente alto, con altos niveles de libertad empresarial que compensan un mayor costo laboral.
Las oportunidades varían según el mercado. En los mercados desarrollados, las oportunidades están más relacionadas con la producción “inteligente”.
Por el contrario, en los mercados emergentes y Vietnam, las oportunidades se centran más en la manufactura intensiva en mano de obra. Si China estuviera incluida en este gráfico, se ubicaría en el segmento central. Esto destaca la continua atracción de Beijing como destino de fabricación, aunque algunas multinacionales pueden estar motivadas para reducir su dependencia de China.
La reorganización de la globalización es un tema que los gestores activos centrados en los mercados emergentes deberían poder aprovechar. La mayoría de los mercados mencionados como ganadores son emergentes y, al menos en teoría, es posible adoptar un enfoque activo para analizar de cerca y filtrar las acciones relacionadas con este tema. Si bien el mapeo del sector puede tener sentido, también es necesario prestar atención a factores y valoraciones específicas de las acciones. Este tema ha generado cierto revuelo y el riesgo es que los precios de algunas acciones ya estén reflejando la oportunidad futura.
Esta es un área en la que la selección activa de acciones puede agregar un valor particular: evaluar empresas con perspectivas favorables dondequiera que estén listadas y hacerlo de manera diversificada, teniendo en cuenta las restricciones de liquidez y acceso. También será importante contar con la flexibilidad adecuada para mirar más allá del benchmark, por ejemplo, hacia empresas de pequeña y mediana capitalización, así como hacia mercados de frontera como Vietnam.
La desglobalización será un tema importante a largo plazo y el impacto en países, sectores, industrias y acciones será muy variable. Sin embargo, lo que está claro es que el cambio de régimen anuncia un cambio en la economía global, con consecuencias para las economías y los mercados.