Espacio publicitario
Día de la Educación Financiera: ¿cómo ha mejorado la educación financiera en la última década?
Formación financiera

Día de la Educación Financiera: ¿cómo ha mejorado la educación financiera en la última década?

La gestión de nuestro dinero es importante en todas nuestras etapas de la vida. Necesitamos poder gestionar nuestras finanzas y, para ello, es imprescindible tener conocimientos.
Imagen del autor

Actualizado:

2 OCT, 2023

Por Leticia Rial de RankiaPro

featured
Comparte
LinkedInLinkedIn
TwitterTwitter
MailMail

Hoy, lunes 2 de octubre, se celebra el Día de la Educación Financiera, una jornada que tiene como objetivo concienciar a los ciudadanos sobre lo importante que es adquirir un nivel de cultura financiera en las diferentes etapas de la vida. Sin duda, una asignatura pendiente para los españoles. Solo uno de cada diez españoles (13%) posee un alto nivel de educación financiera, donde la media es del 18 %, según el Eurobarómetro elaborado por la Comisión Europea el pasado mes de julio. Estas cifras sitúan a España en la cuarta tasa más baja de una Unión Europea.

Mientras tanto, el 65% de los ciudadanos españoles posee un nivel medio en educación financiera. Este porcentaje es ligeramente superior al promedio europeo, que se sitúa en el 64%, y se encuentra en concordancia con la mayoría de los países miembros de la Unión Europea.

Bajo el lema del Día de la Educación Financiera de este año, “Finanzas inclusivas, finanzas para todos”, hemos preguntado a Beatriz Mª Domingo Ortuño, Inspectora, experta en Educación Financiera, del Banco de España; Javier Niederleytner, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB; e Isabel Giménez, Directora General de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, cómo ha mejorado la educación financiera de los españoles en la última década.

Día de la Educación Financiera

Beatriz Mª Domingo Ortuño, Inspectora, experta en Educación Financiera, del Banco de España

La educación financiera: un desafío ya en marcha

Las finanzas forman parte del día a día. Hemos visto en casa cómo se maneja el presupuesto familiar y todos sabemos refranes sobre el dinero, como “ahorrar no es solo guardar, sino saber gastar”. Pero la educación financiera auténtica no se impulsó hasta principios de este siglo, prácticamente relegada hasta entonces a los planes de estudio de determinadas carreras universitarias.

¿Qué razón motivó el reconocimiento de la importancia de la educación financiera? Fundamentalmente, la preocupación sobre el efecto que las carencias de conocimiento financiero pudieron haber tenido en la gestación de la crisis financiera de 2007. Esa preocupación animó a los organismos supervisores (Banco de España. CNMV y DG de Seguros y Planes de Pensiones) a impulsar el Plan de Educación Financiera (PEF), responsable en España de una estrategia nacional en la materia, alineada con los mejores estándares internacionales. El PEF persigue que la ciudadanía adquiera unos conocimientos financieros mínimos que le ayuden a adoptar decisiones informadas (sabiendo) y razonadas (pensando). 

Esa estrategia ha ido consolidándose durante planes cuatrienales que han constatado que los españoles necesitamos más conocimientos financieros. A tal fin, por ejemplo, en el PEF participa una red de colaboradores, 55 instituciones y asociaciones públicas y privadas, que despliegan acciones y actividades de educación financiera para todos los sectores de la población y por todo el país. Además, las sucesivas leyes educativas han aumentado la presencia de la educación financiera en el currículum escolar de la ESO, el Bachillerato y, recientemente, la Primaria. Y también se constata una mayor sensibilidad de los medios de comunicación hacia estos temas y cada vez difunden más contenidos prácticos de finanzas básicas. El Día de la Educación Financiera, que celebramos el 2 de octubre, es el principal escaparate de estas iniciativas y esfuerzos.

¿Es suficiente? Claramente, no. Mayores, vulnerables y otros colectivos requieren atención y contenidos específicos, a la medida de sus especiales necesidades de educación financiera. Pero ello no impide constatar la mejora en estos últimos años, reforzada con una creciente demanda de información y formación. En cualquier caso, la nueva oleada de la Encuesta de Competencias Financieras, de inminente publicación, será clave para poder analizar cómo debemos mejorar y dónde resulta necesario actuar.

Javier Niederleytner, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB

Desde que tuvo lugar la crisis financiera de 2008, la economía ha estado mucho más presente en nuestras vidas. Prácticamente nadie sabía que eran los bancos centrales y, sin embargo, hoy en día se conoce perfectamente cuál es su labor e importancia en el mundo que vivimos.

Es cierto que fue una crisis muy larga, y que monopolizaba de manera muy significativa la información. Esto hizo que la gente tomara más consciencia de la necesidad de tener conocimientos en el ámbito económico financiero.

La educación financiera es importante para todos los ciudadanos y muy importante para incentivar la cultura del ahorro y proteger la riqueza.

Durante estos últimos años, la necesidad de tener mayor información financiera ha ido creciendo, fundamentalmente por la irrupción, por ejemplo, de las redes sociales, que han extendido dicha necesidad de tener cada vez más información de dicho entorno económico/financiero. Es por ello por lo que los ciudadanos cada vez muestran más interés en ésta ámbito, porque sienten que cada vez les afecta más directamente.

Las escuelas de negocios como el IEB han contribuido muy positivamente a esta búsqueda de formación, abriendo sus programas de enseñanza no solo a aquellos que buscan un desarrollo profesional, sino a colectivos vulnerables y nuevas generaciones, precisamente como impulsores y miembros del programa “Finanzas para todos”, promovido por los reguladores en España.

Es también muy importante señalar que en los colegios ya se enseña economía en bachillerato, cosa que no ocurría hace 10 años. Como profesor de primer curso de enseñanza universitaria, compruebo complaciente que los alumnos cada vez vienen mejor preparados, y que además muestran mayor interés en esta materia, porque sienten especialmente la repercusión que tiene la economía no solo como un futuro desarrollo profesional, sino la importancia que puede tener en su vida ordinaria.

Isabel Giménez, Directora General de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF)

Según OCDE, la educación financiera es el proceso por el cual los consumidores/inversores financieros mejoran su conocimiento sobre los productos, conceptos y riesgos financieros, y a través de información, instrucción y/o consejo objetivo, desarrollan sus habilidades y confianza para adquirir una mayor concienciación de los riesgos y oportunidades financieras para tomar decisiones informadas, para saber donde acudir a pedir ayuda, y adoptar otras medidas efectivas para mejorar su bienestar financiero. La educación financiera va, por lo tanto, más allá del mero suministro de información y orientación financiera, y debe ser regulada, para proteger a los clientes financieros (a semejanza de los consumidores). 

La educación financiera ayuda al bienestar de las personas y a escala macroeconómica a mejorar la competitividad de los países. La cultura financiera y la calidad y cantidad de información disponible son elementos fundamentales en la toma de decisiones informadas relativas al ahorro y la inversión, así como en el buen funcionamiento de los mercados y la economía en su conjunto. La crisis económica global de 2008 puso de manifiesto cómo las carencias en la educación financiera de la población podían derivar en decisiones financieras no informadas. La coexistencia de asimetrías informativas en los mercados financieros y la escasa cultura financiera en ciertos sectores de la población facilitó la distribución de productos financieros complejos entre un público que no comprendía las características y los riesgos de los productos que estaban adquiriendo.

Desde 2008 los esfuerzos para reforzar los mecanismos de protección a los inversores han sido significativos. En el ámbito regulatorio europeo destacan las iniciativas incluidas en la nueva versión de la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFIDII) y en el ámbito nacional destaca el Plan Nacional de Educación Financiera (PNEF), liderado por la CNMV y el Banco de España desde 2008 cuyos recursos formativos gratuitos se concentran en la web Finanzas para Todos, y la celebración anual el primer lunes de octubre el Día de la Educación Financiera, este año dedicado a las finanzas inclusivas.

El próximo lunes 2 de octubre la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, entidad colaboradora del PNEF ha organizado un Taller para Personas con Discapacidad Intelectual en la sede de Asprona Valencia con el apoyo de Fundación Ibercaja y la plataforma de Fundación ONCE.

La sociedad digital ha aumentado el abanico de herramientas de educación financiera gratuitas disponibles para inversores, pero los ciudadanos presentan problemas de concentración, y también para focalizar sus necesidades e intereses. La rapidez no es equivalente de eficiencia y también ha aumentado la incidencia de ciberdelincuencia financiera.

Conviene recordar que el aumento de la rentabilidad suele estar asociado a un mayor riesgo. Toda contratación de productos y servicios financieros debe realizarse tras una profunda reflexión y ser una decisión en la que prevalezcan la prudencia y el sentido común, evitando plataformas de contratación y productos complejos.

Espacio publicitario