Cristina Gavín de Ibercaja Gestión – Gestor del mes

Te presentamos a Cristina Gavín, responsable de renta fija en Ibercaja Gestión. Cristina cuenta con 25 años de experiencia en la gestión de carteras. Licenciada en Economía por la Universidad de Zaragoza, posee un master en gestión de carteras por el IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) y es Certified ESG Analyst (CESGA).

¿Cuándo y cómo llegaste al sector financiero?

Al finalizar mis estudios universitarios empecé de becaria en Ibercaja Gestión, al principio haciendo un poco de todo y poco a poco me fui encaminando hacia las inversiones financieras. Hice un master en gestión de carteras y aquí sigo, sufriendo a veces, disfrutando otras; pero sobre todo sin tiempo para aburrirme en un sector apasionante donde cada día es diferente.

Si no fueras gestora de fondos, ¿cuál te hubiera gustado que fuera tu profesión?

Me gustan muchas cosas. La enseñanza es un tema que me atrae, y siempre disfruto cuando me toca impartir cursos o dar formación. Pero también me apasionan los animales, así que estudiar veterinaria también hubiera sido una profesión que hubiera disfrutado.

¿Cuáles son tus hobbies?

El cine clásico, me apasiona la época dorada de Hollywood y he de confesar que soy una friki de las películas de Hitchcock. También la lectura, si son novelas de misterio mucho mejor; aunque también disfruto con la novela histórica, y soy una gran fan de Jane Austen o Elizabeth Gaskell. Salir con amigos y disfrutar de una buena conversación, y por supuesto el yoga, que forma una parte importante de mi vida y me ha ayudado en muchos aspectos.

¿Dónde encuentras mejores oportunidades de inversión dentro del universo de renta fija?

Para este año 2024 nuestra apuesta está centrada fundamentalmente en el crédito privado de buena calidad crediticia. La renta fija privada va a venir apoyada por ambos factores: por un lado, la esperada relajación de tipos y, por otro lado, un buen comportamiento en los diferenciales de crédito.

A lo largo de la última década, el entorno de tipos bajos ha permitido a muchos emisores financiarse a tipos muy reducidos y hacer más eficiente su estructura de financiación. Si a esto le unimos un entorno donde los niveles de liquidez siguen siendo altos y un apetito por el riesgo por parte de los inversores que se mantiene en niveles históricamente altos, creemos que la exposición a crédito va a aportar valor a nuestras carteras con un nivel de riesgo más que razonable.

Por supuesto, hay que ser selectivo. En un entorno de cierta desaceleración en el crecimiento, hay que elegir sectores y nombres con buenos fundamentales y con capacidad de generación de caja.

¿Cómo ves la renta fija de países emergentes? ¿Dónde encuentras mayores oportunidades?

Cuando hablamos de renta fija emergente es un poco injusto porque metemos en el mismo saco un gran número de países, y de zonas económicas las cuales, muchas de ellas están en momentos de ciclo diferentes, y con políticas tanto fiscales como monetarias muy distintas, algunas más ortodoxas y próximas a mercados desarrollados y otras más alejadas.

A día de hoy, en un entorno de tipos como el que tenemos actualmente, el flujo de inversiones hacia esta tipología de deuda va a ser menor y, por lo tanto, su comportamiento más discreto. Si tuviera que irme hacia alguna zona, tácticamente estaría más en Latinoamérica, Brasil y México fundamentalmente. Con una visión más de largo plazo, apostaríamos por sudeste asiático, con India ganando protagonismo.

Dicho esto, de cara al futuro, los países en vías de desarrollo van a ir ganando protagonismo en las carteras globales. Son economías con crecimientos altos, donde el consumo interno está ganando protagonismo, con menor dependencia de la exportación de materias primas y del endeudamiento exterior; por lo tanto, su peso en la economía nivel mundial va a ser creciendo sin lugar a duda.

Actualmente, ¿qué crees que puede marcar la diferencia en la gestión de fondos de renta fija?

La gestión activa creo que va a ser la clave. Es cierto que el consenso de mercado está de acuerdo en que vamos a ver una relajación en las curvas de tipos, pero existen muchos focos de incertidumbre como las tensiones geopolíticas y las tensiones en los precios, que puede hacer que veamos episodios de repuntes puntuales. La capacidad de mantener la calma y tomar posiciones en esos momentos donde el mercado se muestra nervioso puede ser fundamental a la hora de dotar a las carteras de un mayor potencial de revalorización.

¿Cómo ves el entorno macroeconómico para este 2024?

Desde luego va a ser un año lleno de desafíos. Por un lado, tenemos una economía global que continuará desacelerándose, creciendo a tasas por debajo del 3%, con una zona euro muy debilitada y una economía norteamericana para la que el mercado espera un aterrizaje suave, y donde las elecciones de noviembre van a generar un considerable ruido.

Por otro lado, la evolución de los precios va a seguir marcando el sentimiento de mercado, y es que podemos seguir viendo picos de volatilidad asociados a los riesgos geopolíticos y la inflación asociada al sector servicios. En cualquier caso, esperamos mantenernos en un rango entre el 2,5%-3.0%.

En este contexto, la actuación de los bancos centrales va a ser clave. El mercado se ha lanzado a anticipar importantes recortes en los tipos de referencia, a mi juicio excesivamente agresivas. Las bajadas de tipos van a llegar, pero no de forma tan intensa como se anticipa, especialmente en el caso del BCE, donde el control de precios sigue siendo el compromiso fundamental y seguimos lejos del objetivo del 2%.

¿Qué retos afrontáis en Ibercaja Gestión de aquí a final de año?

2023 ha sido un año extraordinario en cuanto a rentabilidad y crecimiento de volumen en fondos. Nuestro objetivo de cara a 2024 va a ser seguir creciendo, tratando de ofrecer a nuestros partícipes los mejores fondos de inversión con la rentabilidad más atractiva posible, adecuándonos siempre a su perfil de riesgo.

¿Dónde te ves dentro de 10 años?

Hay una frase que me gusta mucho que dice: “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”. Por eso prefiero vivir el día a día, disfrutar del aquí y el ahora sin hacer demasiados planes a largo plazo, ni visualizarme en el futuro. Probablemente, cualquier cosa que imagine estaría lejos de la realidad. La vida te sorprende a cada momento, y hay que estar despierto y atento a lo que sucede a tu alrededor para vivirlo y disfrutarlo.