15 FEB, 2023
Por Leticia Rial de RankiaPro
Os presentamos a Gonzalo Sánchez Crespo, Director de Inversiones de Gesconsult. Se incorporó a la entidad en el 2011 como analista financiero para más tarde pasar a ser el responsable de los fondos de renta variable ibérica de la gestora. Comenzó su carrera profesional en Caja Madrid como asesor de inversiones, tras lo que se incorporó al Banco Santander en el área de Productos Estructurados.
Gonzalo es licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid y posee un master en Gestión de Carteras por el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). Además, es miembro EFA de la European Financial Planning Association (EFPA).
Estudié Economía en la Universidad Autónoma de Madrid, finalizando en el año 2009, en plena crisis… así que imagínate cuál era el panorama para encontrar trabajo en ese momento, no eran tiempos fáciles. Tras una estancia en el extranjero, entré a trabajar como asesor de inversiones en la antigua Caja Madrid, algo que realmente me interesaba por ser un área abierta y dinámica en la que puedes aprender mucho y buscar soluciones para cada cliente. Así que cuando tuve la oportunidad de trabajar en una gestora independiente, no lo dudé. Esa gestora era Gesconsult, dónde he tenido la oportunidad de trabajar con gestores de la talla de Alfonso de Gregorio, David Ardura y Lola Jaquotot; y de tocar muchas áreas como renta variable europea, renta fija o más recientemente, private equity.
Lo mejor es tener un trabajo en el que cada día es diferente y que te obliga a adaptarte de manera constante. Lo que menos es la dificultad para desconectar fuera del trabajo.
Practico boxeo de manera recurrente, me gusta la cocina, tengo algo abandonado el billar y luego ya clásicos como la música o viajar.
El equipo de Gesconsult lo conformamos Álvaro Jimenez, David Martinez y yo. Juntos gestionamos Gesconsult Renta Variable (RV Iberia), G. Crecimiento (RV Europea), G. León Valores (Mixto de RV Global), G. Renta fija Flexible (Mixto defensivo) y G. Corto Plazo (Renta Fija) entre otros fondos de terceras casas.
La macro como tal está en un momento delicado, las revisiones económicas de los últimos meses han sido a la baja como no puede ser de otra forma dado el contexto. Al fin y al cabo, el año 2022 pasará a la historia por haber aglutinado una gran cantidad de eventos que ocurren (por fortuna) cada mucho tiempo y cuya transcendencia es, sin duda, muy alta (guerra en Europa, una muy elevada inflación, ritmo vertiginoso en la política monetaria, cadenas de suministro todavía rotas...). Los bancos centrales finalmente han ido retirando la red de seguridad (liquidez) en la que operaron durante años los mercados, pero a una velocidad mucho mayor de lo esperado, acosados por una inflación que, lejos de cesar, ha causado estragos a lo largo del pasado año y les ha obligado a llevar a cabo un ritmo de subidas de tipos como no se ha visto en la historia reciente. Uno de los catalizadores para esta situación sin duda ha sido la guerra en Europa con la invasión e Rusia a Ucrania que ha elevado la inflación en áreas tan esenciales como la energía o los alimentos.
Entrando a valorar la situación en 2023, el año empieza con una visibilidad reducida y con incertidumbres aún coleando. Pero tras lo vivido en 2022, podemos decir que los riesgos se han calmado:
Probablemente el mayor riesgo a vigilar ahora mismo sean los BPA´s, ya que el impacto de la inflación en el coste de los insumos de las compañías unido a la desaceleración de la demanda dada la menor perspectiva de crecimiento global debería de llevar a la revisión a la baja de los beneficios empresariales la clave es la magnitud.
Dado que parece que ya podemos intuir el escenario de tipos aproximado que tenemos por delante, es el momento de centrarse en la selección de valores de nuevo y primar la calidad. Hay que buscar a combinación de negocio sólido capaz de mantener márgenes, con crecimiento, y generación de caja, algo que el año pasado quedo lastrado por el nerviosismo de la política monetaria. Por otro lado, no deberían dejar pasar la oportunidad que existe en renta fija a corto plazo, ya que probablemente dentro de unos meses ya no estará.
La selección de valores y la búsqueda de buenos negocios, siempre con un ojo en la macro.
Tras comprobar la calidad del negocio y del equipo directivo, si hay que escoger uno, el factor que más valoramos es la generación de caja, medida tanto en rentabilidad sobre el valor de la empresa como en conversión desde el EBITDA. Al final del día lo que te importa es que ese negocio tenga la capacidad de generar dinero de manera consistente y sostenible sin que se pierda en estructuras ineficientes; y esto es en definitiva la mejor alineación de intereses entre una empresa y el accionista.
Veo una clara dicotomía. Por un lado, la digitalización nos ha traído una hornada de nuevos inversores muy interesantes. Tienen a su alcance webs, videos y plataformas dónde se informan para invertir desde el conocimiento. Por otro lado, se han incorporado al mercado muchos inversores a los que no les interesa en absoluto la inversión y cuya intención es dar un pelotazo rápido con activos sin fundamentales. Y lo que es peor, acuden a fuentes que solo les transmiten una falsa sensación de seguridad y conocimiento.
Afortunado. He tenido la suerte de recaer en la gestora independiente más antigua de este país y haber trabajado con algunos de los mejores profesionales del sector. Y lo digo tanto por mis compañeros pasados y presentes cómo por los socios que Gesconsult encuentra en casa externas de análisis, donde abunda la calidad profesional y humana. Todas estas personas nos han ayudado a obtener dos premios Morningstar en los últimos 5 años.