25 OCT, 2023
Por Leticia Rial de RankiaPro
Os presentamos a Jordi Armengol, gestor y analista de mercados emergentes de Trea AM. Jordi se incorporó al grupo Trea en 2012, actualmente desempeña sus funciones como analista y gestor de renta fija emergente tanto para el fondo Trea Emerging Markets Credit Opportunities como el Mediolanum Mercados Emergentes.
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Barcelona (2011), Jordi Armengol posee un Máster en Finanzas por el IEF, el Certificado CIIA, EFA y el Certificate in ESG Investing por CFA UK. Además, es miembro del Instituto Español de Analistas Financieros.
En el 2011 entré en el departamento de Middle Office de Trea AM mientras terminaba mi Máster en Finanzas. A pesar de que ya algunos de los primeros análisis que hice estuvieron más enfocados a empresas de países emergentes, me llamó muchísimo la atención la renta fija en medio de las crisis europeas.
La verdad es que no me imagino no hacer lo que hago a día de hoy, es lo que me gusta y lo que siempre he querido hacer; pero si tuviera que decir algo, la empresa, la economía y las finanzas fueron siempre los campos que más me llamaron la atención y, diría que, quizá terminar en la investigación y la docencia de ellos es un camino que me hubiera gustado seguir. Pero como las respuestas son más interesantes saliendo un poco de la zona de confort, siempre me intereso también la agricultura, así que quizá hubiera seguido el camino para terminar siendo ingeniero agrónomo.
Cuando entré en Trea AM, unas semanas más tarde el gestor de emergentes me pidió que analizara un bono corporativo, a este le fueron siguiendo varios y las historias de high yield emergente me fueron pareciendo más y más interesantes a medida que iba analizando empresas de diversos sectores y países. Hoy, 12 años después, puedo decir que es lo que me gusta y creo que es una de las clases de activo con anécdotas muy interesantes.
Me gusta muchísimo el cine y leer ficción. Aunque también disfruto mucho de callejear por las ciudades, pasear siempre sienta bien e irte fijando o visitado edificios más o menos icónicos, las tiendas y los bares puede llegar a ser muy entretenido en las grandes ciudades.
Estamos en uno de los entornos más especiales que he vivido. En los entornos con tipos bajos, bancos centrales más o menos quietos y con eventos puntuales, hubiera dicho que la diferenciación siempre provenía de la gestión del crédito (incluyendo también a los diversos soberanos entre ellos). Ahora, sin embargo, los tipos y la duración vuelven a ser elementos muy relevantes, por lo que quizá la importancia está más equilibrada. Así que para despuntar creo que se tienen que tener más aciertos (o menos fallos) en las dos vertientes. Sin embargo, no es algo nada fácil con riesgos de inflación, recesión, geopolíticos e incluso climáticos.
Nos encontramos en un momento con muchos datos y perspectivas contradictorias. Tiendo a pensar que la inflación sigue siendo uno de los grandes riesgos presentes y veo probable una desaceleración global. Pero estos dos elementos son contradictorios y se tienen que dar ciertos eventos negativos para que nos encontremos en un escenario de potencial estanflación y creo que, en cualquier caso, sería temporal. 2024 podría ser la potencial continuación y creo que si no se diera un escenario recesivo tendríamos unos niveles de inflación que podrían hacer mantener los tipos de los bancos centrales en niveles cercanos a los actuales.
Creo que las mejores oportunidades están en bonos relativamente cortos de compañías de high yield menos conocidas, con balances fuertes y que podrían hacer frente a los pagos futuros sin demasiados problemas.
Uno de los emisores en los que tenemos más peso actualmente es Braskem, petroquímica brasileña. A pesar de que el sector no se encuentra en su mejor momento, la historia de cómo se han sabido imponer a los ciclos malos de su mercado nos hace estar positivos en la capacidad de la empresa para gestionarlo.
Sin ser el factor único o suficiente, los covenants (condiciones) de los bonos. Además de todas las métricas de crédito, considero que la posible capacidad de recuperación cuando las cosas no van como desearíamos es un elemento fundamental al valorar los bonos high yield.
Entre las empresas que tenemos en la cartera y las potenciales que seguimos con menor o mayor medida deben rondar las 70. Además, dependiendo mucho del año, 30 compañías más que pueden ser emisores, que emiten por primera vez, o que son interesantes por precio. Y en un año normal, intento al menos encontrarme con unos 40 o 50 emisores cara a cara.
Curioso porque me gusta aprender cosas nuevas. Ir conociendo cada día un poco más de países, culturas e industrias es muy entretenido a la par que interesante. Creo que una de las grandes suertes y la mayor belleza de ser analista radica en el crecimiento personal de ir aprendiendo mientras disfrutas haciéndolo.